Vecinos

Una casa de acogida en Soliva, el sueño de Lagunillas

El área de Participación Ciudadana proporcionará un local en Soliva, al que habían renunciado colectivos, para que la Asociación de Vecinos de Lagunillas pueda adaptarlo como piso de acogida para niños de familias sin recursos que reciben tratamiento en el Materno.

El presidente vecinal Curro López, en el centro, con un grupo de voluntarios de la asociación durante las restricciones de la pandemia. Detrás, un mural de ánimo a Ayoub.

El presidente vecinal Curro López, en el centro, con un grupo de voluntarios de la asociación durante las restricciones de la pandemia. Detrás, un mural de ánimo a Ayoub. / L.O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Es una noticia estupenda, así podremos seguir con los niños», explica Curro López. El presidente de la Asociación de Vecinos de Lagunillas atiende a La Opinión mientras corta pimientos para una olla con la que ofrecerá un plato a los jubilados que se pasen por la sede, donde además reparten alimentos a unas 900 familias, derivadas por los servicios sociales municipales.

Desde hace unos días, Curro López respira aliviado porque gracias al Ayuntamiento, y en concreto al Área de Participación Ciudadana, la asociación contará en breve con un local municipal de unos 100 m2 en Soliva que, una vez adaptado y con los permisos previos, funcionará como casa de acogida para niños de familias sin recursos, en su gran mayoría marroquíes, que están en tratamiento en el Materno.

«Vienen a recibir un tratamiento, muchos se van a los cuatro o cinco días y necesitaban un sitio donde estar», explica. Entre los pequeños a los que acoge la asociación se encuentra Ayoub, de tres años, nacido en Nador con una malformación en el aparato digestivo, que cuenta con un solo riñón defectuoso y está a la espera de un trasplante de riñón.

El pequeño Ayoub, con su madre, a la espera de un trasplante de riñón.

El pequeño Ayoub, con su madre, a la espera de un trasplante de riñón. / A.V.

También hay una niña marroquí de 11 años que quedó tetrapléjica por un error médico en su país y que en Málaga recibe tratamiento para mejorar su situación.

Como informó este diario hace un mes, la Asociación de Vecinos de Lagunillas contaba desde hacía cuatro años con un piso de acogida cerca del Materno, por el que no pagaba alquiler, agua ni luz, gracias a la generosidad de su propietario. «Este hombre es un santo, no puedo dar su nombre pero es un ángel de Dios», subraya Curro López. Pero como la oferta concluyó, la asociación hizo un llamamiento para tratar de conseguir un piso de alquiler barato para estos niños.

Finalmente, lo han conseguido por el Ayuntamiento. Como ayer explicó la concejala de Participación Ciudadana Ruth Sarabia, «de la última convocatoria pública quedaron dos solares de Participación Ciudadana en Soliva porque las entidades renunciaron a ellos pues estaban en bruto». La concejala destacó que con la presentación de un proyecto mínimo de adecuación se podrá solicitar el cambio de uso a Urbanismo. «Por nuestra parte ponemos el espacio y nuestra gente ayudará con los trámites», indicó.

Curro López explicó que quedará por delante toda la obra para conseguir, calcula, que el futuro piso lo puedan ocupar cinco niños. «Las herramientas es lo único que tengo pero con el local estoy más que satisfecho», remarcó.

Suscríbete para seguir leyendo