Mirando atrás

La exitosa historia del 'otro' Banco de Málaga

José Luis Sánchez Domínguez acaba de publicar en el CEDMA la ‘Historia del Banco de Málaga’, la entidad familiar fundada en 1948 por Francisco López López y que hasta su adquisición por el Banco Atlántico en 1971 fue el principal banco de la Costa del Sol

José Luis Sánchez Domínguez, con su obra de estudio y detrás, al fondo, la antigua sede social del Banco de Málaga.

José Luis Sánchez Domínguez, con su obra de estudio y detrás, al fondo, la antigua sede social del Banco de Málaga. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Existió un primer Banco de Málaga, nacido en 1856 y con sede en la actual calle Córdoba, que incluso emitió billetes hasta que el Banco de España se hizo con el monopolio de la emisión y lo absorbió en 1874.

Ahora, gracias al trabajo del investigador malagueño José Luis Sánchez Domínguez (Jubrique, 1954), sale a relucir la historia más completa del ‘otro’ Banco de Málaga, el nacido a mediados del siglo XX y que tuvo una vida un poco más larga que el anterior además de sólida y exitosa. La obra ‘Historia del Banco de Málaga’ acaba de ser editada por el CEDMA de la Diputación en su conocida colección ‘Biblioteca Popular Malagueña’.

Como explica esta semana José Luis Sánchez, en 1973 entró a trabajar en Torremolinos en el Banco Atlántico, la entidad que acababa de comprar el Banco de Málaga. Así pues, no trabajó en él «pero yo diría que un 90 por ciento de mis compañeros del Banco Atlántico venían del Banco de Málaga».

Fue a partir de su jubilación en 2008 cuando comenzó a darle vueltas a la idea de investigar sobre el banco familiar malagueño y en mayo de 2012 el proceso se concretó con una primera reunión en Gibralfaro con dos de sus antiguos jefes: Paco Martín y Ctesifonte López, hijo del fundador del Banco de Málaga, hermano de quien fuera su presidente y además la figura clave en la expansión en la Costa del Sol.

Primera reunión para tratar del libro, en mayo de 2012, con el autor entre sus antiguos jefes, Paco Martín (izq.) y Ctesifonte López, en Gibralfaro.

Primera reunión para tratar del libro, en mayo de 2012, con el autor entre sus antiguos jefes, Paco Martín (izq.) y Ctesifonte López, en Gibralfaro. / La Opinión

«Cuando le comenté el proyecto a Tesi (Ctesifonte López) estaba encantado, se enamoró de la idea; le dio una alegría porque había escrito a máquina una historia, unos 70 folios, que me pasó y que no había enseñado nunca a nadie», detalla el autor de libro, que explica que pudo utilizar alrededor de la mitad de ese material.

Además, destaca, colaboraron dos hermanas de Ctesifonte López y veteranos empleados del Banco de Málaga, en especial Antonio Ramos «que guardaba todo y llevaba toda la cuestión cultural; fue el alma del Banco de Málaga y jefe de formación del Banco Atlántico», destaca.

Todo este abanico de fuentes le ha permitido a José Luis Sánchez Domínguez cubrir la historia del banco con los datos de la familia fundadora, los testimonios de los empleados y por supuesto, incorporar la evolución del negocio, con el respaldo de las memorias anuales.

Una historia familiar

El fundador del Banco de Málaga fue el granadino Francisco López López (Polopos, 1885-Málaga, 1950). En 1918, casado ya con Martina Pérez, con quien tendría 12 hijos, decide instalarse en Málaga porque su principal fuente de ingresos era la intermediación comercial y la exportación de productos agrícolas, sobre todo la almendra. Ese mismo año, como negocio secundario constituye Francisco López López, Sociedad en Comandita, que fue conocida como la Casa López o la Banca López. La primera oficina compartió sede con la casa familiar, en el 9 de la Alameda Principal.

Foto familiar del fundador del banco, Francisco López López, con su mujer, Martina Pérez y once de sus doce hijos.

Foto familiar del fundador del banco, Francisco López López, con su mujer, Martina Pérez y once de sus doce hijos. / La Opinión

Para José Luis Sánchez, la Banca López y el posterior Banco de Málaga «son los mismos», con la salvedad de que Francisco López «le cambia el nombre y lo registra bajo una sociedad anónima».

Nace oficialmente el Banco de Málaga en 1948 con un capital inicial de 20 millones de pesetas, fruto de un proceso en el que el comercio agrícola fue perdiendo peso, al tiempo que lo ganaba el negocio bancario. Por otra parte, pudo nacer gracias a que se segregó del negocio comercial familiar, en un tiempo en el que en España se había establecido el ‘statu quo bancario’ que impedía abrir bancos nuevos y a los ya existentes abrir nuevas oficinas, así que fue un momento muy propicio: «Los negocios bancarios de papá tuvieron muchos novios», recuerda Ctesifonte López en el libro.

Proyecto del edificio de la sede social del Banco de Málaga en calle Atarazanas, 2, del arquitecto Andrés Escassi, inaugurado en 1956.

Proyecto del edificio de la sede social del Banco de Málaga en calle Atarazanas, 2, del arquitecto Andrés Escassi, inaugurado en 1956. / La Opinión

Y desde el comienzo, el Banco de Málaga fue un banco netamente familiar: «El marido, la mujer y los hijos eran el núcleo», cuenta el investigador.

Con la temprana muerte del fundador en 1950, su hijo Ignacio López se hará cargo de la presidencia del banco.

El presidente del Banco de Málaga Ignacio López lee un discurso en la inauguración de la sede social de Atarazanas, 2 en 1956.

El presidente del Banco de Málaga, Ignacio López, lee un discurso en la inauguración de la sede social de Atarazanas, 2 en 1956. / La Opinión

El negocio marcha tan bien, que en 1952 acuerdan comprar el solar de calle Atarazanas, 2, esquina con Puerta del Mar, donde se encontraba la desaparecida sede del periódico ‘La Unión Mercantil’, que fue incendiada doblemente -en mayo de 1931 y en julio de 1936, al estallar la guerra-. La nueva sede social, con su característico chaflán y la torre poligonal rematada con una linterna fue diseñada por el arquitecto Andrés Escassi e inaugurada en 1956. Ese mismo año se abría la agencia urbana número 1 de Torremolinos, en Montemar.

Primitiva sucursal de Montemar, agencia número 1 de Torremolinos del Banco de Málaga, antes de su ampliación.

Primitiva sucursal de Montemar, agencia número 1 de Torremolinos del Banco de Málaga, antes de su ampliación. / La Opinión

La temprana expansión por la naciente Costa del Sol fue la clave de esta empresa. «La visión del negocio extranjero es de Ctesifonte. Málaga ya no vive de la almendra, la aceituna o las pasas. La economía está cambiando, entran muchas divisas y detecta este negocio: acuden turistas con la cartera llena de coronas suecas, los bancos no sabían qué hacer con las coronas y luego, si al turista le robaban el dinero, tenía que acudir al consulado sueco y le darían un poco de dinero. En definitiva, no había una formación de negocio extranjero en toda España y eso lo hace el Banco de Málaga». Por cierto que su política fue la de adquirir y construir sus propias sucursales (al final tuvo 16). Además, el banco creó en los 50 Fomento Turístico de la Costa del Sol S.A, una sociedad que construiría el Hotel Carihuela Palace de Torremolinos.

Empleados del Banco de Málaga, en una comida de despedida a su compañero Martín Luis Briones, en 1957.

Empleados del Banco de Málaga, en una comida de despedida a su compañero Martín Luis Briones, en 1957. / La Opinión

La entidad malagueña, durante años, creció por encima de la media de la banca española y en el 57 abrió una oficina en Madrid.

Con el arranque de los 70 Ctesifonte López convenció a la familia para vender el banco, «aprovechando que tenía novios y valía el doble», señala el escritor. Lo adquirió el Banco Atlántico en lugar del Banco Bilbao, que también lo intentó.

«Nació como negocio familiar, feneció como negocio familiar y en la Costa del Sol fue el ‘number one’. Además, las acciones nunca bajaron y se vendieron con un beneficio extraordinario», resume el investigador. Una historia de éxito, ahora por fin en un libro. 

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