Brecha digital

Residencias de Málaga forman a los mayores en nuevas tecnologías

Este aprendizaje desarrolla múltiples capacidades cognitivas, lo que contribuye a reducir la incidencia de enfermedades como el Alzhéimer, ya que estimula la actividad mental señalan desde SECOT

Más de 500 mayores se beneficiarán de este proyecto.

Más de 500 mayores se beneficiarán de este proyecto. / E. P.

La brecha digital intergeneracional se acrecentó de manera alarmante durante la pandemia. Muchos mayores tuvieron que aprender a marchas forzadas a utilizar sus dispositivos electrónicos como única vía para mantener el contacto con sus familiares. Esta situación de extrema vulnerabilidad puso de manifiesto la importancia de formar a estas personas en tecnología y promover el envejecimiento activo. En Málaga, las residencias de mayores ya forman a sus usuarios para impulsar su autonomía personal y reducir su aislamiento, empoderándoles y mejorando su calidad de vida.

A través de estas formaciones, los usuarios adquieren habilidades para utilizar dispositivos de uso personal, con los que poder mantener contacto con sus familiares, contactar con profesionales vía telemática o acceder a aplicaciones con las que poder monitorizar su salud y gestionar sus finanzas. Este aprendizaje supone el desarrollo de múltiples capacidades cognitivas, lo que contribuye a reducir la incidencia de enfermedades como el Alzhéimer, ya que estimula la actividad mental de las personas mayores, señalan desde SECOT -Séniors Españoles para la Cooperación Técnica-.

Málaga es una de las ocho provincias españolas en las que ya se está desarrollando el programa ‘Mayores digitalizados’, promovido por SECOT. A día de hoy, el 81,48% de los usuarios ya son capaces de contactar con sus familiares por sí solos; el 92,59% sabe realizar videollamadas y más del 63% utiliza su dispositivo para escuchar la radio o jugar online. Antes del proyecto, el 73,33% no sabían ni conectarse al wifi, aseguran desde la asociación.

«La digitalización es fundamental para que las personas mayores no se queden atrás y puedan adaptarse a un avance y desarrollo social que es imparable», explica Inocente Gómez, presidente de SECOT. Este proyecto nace con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías a los mayores, en una clara apuesta por mejorar las relaciones intergeneracionales. Los voluntarios que imparten estos talleres son exdirectivos jubilados, conocidos como docentes séniors: «La cercanía de edad entre el docente y el alumno, su capacidad de escucha y su empatía hacen de este proyecto un referente único en España», defiende Gómez.

Para su desarrollo, los voluntarios se sirven de dispositivos como móviles o tablets. Con ellos se imparten formaciones que facilitan la adquisición de nuevos conceptos, habilidades y destrezas que puedan ser sostenibles en el tiempo. Todo ello garantiza, además, un apoyo psicológico, pues refuerza su capacidad de comunicación y les ayuda a mantener la mente activa.

«Aunque pertenezca a SECOT y tenga muy interiorizado lo del envejecimiento activo, resulta muy sorprendente encontrar participantes en estos talleres que, aunque superan los 90 años, no se rinden ante las barreras que impone la tecnología y mejoran sus habilidades tras el curso», explica Salvador Meca, voluntario de la asociación. El programa consolida así su intención de lograr una inclusión tecnológica plena para las personas mayores.

SECOT estima que, para el final del proyecto, más de 500 mayores hayan sido formados en nuevas tecnologías.

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