Crónicas de la ciudad

Cuadrar el círculo de la Laguna de la Barrera

Este parque, tras la mejora pedida por los vecinos, le luce muy bien al Ayuntamiento y lucirá mejor si vuelve la desaparecida escultura homenaje a María Eugenia Candau

Poema de María Eugenia Candau y la base de la escultura en su memoria, que fue robada del parque en junio del año pasado.

Poema de María Eugenia Candau y la base de la escultura en su memoria, que fue robada del parque en junio del año pasado. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Esta semana se presentó la nueva imagen publicitaria de la ciudad, ‘Málaga, la ciudad redonda’. Es bueno reinventarse ahora que el Ayuntamiento empieza a ponerse serio frente a las hordas de despedidas de soltero, no vayan a estropearnos la imagen.

También fue buena idea despejar de porquería las playas en la Noche de San Juan a primerísima hora de la mañana. Que centenares de personas que han ido a colegios y a institutos dejen su basura espurreada en la playa, a la espera de que arree ‘el servicio’, en este caso el municipal, evidencia que queda muchísimo por hacer en el campo del civismo en Málaga.

Hablando de redondeces, y aunque no sea un círculo perfecto, donde el Ayuntamiento lleva años haciendo un buen trabajo es en la Laguna de la Barrera.

Una vista de la Laguna de la Barrera, a mitad de junio.

Una vista de la Laguna de la Barrera, a mitad de junio. / A.V.

Para empezar, hizo caso a las reclamaciones vecinales con el fin de que este espacio surgido de forma artificial -igual que los Montes de Málaga y la desembocadura del Guadalhorce- tuviera agua de una manera regular y no terminara tan reseco como el Mar de Aral.

Además, será casualidad pero en casi todas las ocasiones que se ha presentado el firmante había jardineros municipales trabajando en él. En la última visita, hace unos días, no fue una excepción y estaban podando los setos.

Trabajos en el parque, con Los Ramos y el monte del Atabal al fondo.

Trabajos en el parque, con Los Ramos y el monte del Atabal al fondo. / A.V.

Hay motivos para la esperanza en este parque tan ligado a la Colonia de Santa Inés, fuente primordial de sus famosos ladrillos, que además se ha convertido en un frecuentado circuito deportivo, precisamente por su redondez de un kilómetro de recorrido y por sus cuestas.

Y para sustentar un terreno tan inestable, el Ayuntamiento ha atiborrado la parte norte, la que sufría más desprendimientos, de ficus seguramente trasplantados, con el fin de que las raíces asienten la zona.

Quedan, claro, pequeños detalles como los carteles con información botánica, que han sido pintarrajeados por nuestros homínidos o el panel de cerámica que ensalza, precisamente, la alfarería y que cada día parece un puzle más incompleto. 

Cartel de información botánica ensuciado por vándalos.

Cartel de información botánica ensuciado por vándalos. / A.V.

Y el parque sin duda seguirá incompleto hasta que no regrese, ya sea el original o una copia de la preciosa escultura de Chema Lumbreras que representa a una niña feliz con un libro en la mano.

Como saben, la obra de arte era un homenaje a la desaparecida arquitecta municipal María Eugenia Candau, una de las diseñadoras del parque, pero uno o varios australopitecos la arrancaron de cuajo y se la llevaron hace justo un año.

Devolver la escultura a su sitio cuadraría el círculo de esta hermosa laguna.

La escultura robada, en una imagen del otoño de 2020.

La escultura robada, en una imagen del otoño de 2020. / A.V

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