Crónicas de la ciudad

El desaprovechado bulevar de Finca La Palma

Si se solventara el espinoso asunto de la falta de aparcamientos la avenida principal del barrio sería un precioso y sombreado bulevar peatonal

Coches a ambos lados de la hilera central de ficus en la avenida Pepita Durán, esta semana.

Coches a ambos lados de la hilera central de ficus en la avenida Pepita Durán, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Ayer hablamos en esta sección del parque de Santa Ana, junto a la calle Navarro Ledesma, que hace unos veinte años era una selva inhóspita que bien podría haber escondido en su seno el famoso ‘mundo perdido’ de Arthur Conan Doyle

Hacia 2006 el Ayuntamiento se puso manos a la obra para convertirlo en un parque en condiciones y dejar así la etapa de intrincado bosque del terror. De la fase inquietante dejada atrás todavía queda un par de torres de alta tensión. Confiemos en que algún lustro de estos se soterre tan llamativa incongruencia.

La recuperada zona verde se encuentra junto al barrio de Finca La Palma, cuyo antiguo presidente vecinal, Francisco Jiménez, contaba ayer que el barrio comenzó a levantarse a finales de los años cincuenta.

Dos décadas más tarde, con el arranque de la Transición, lucía aún calles terrizas, como buena parte de los barrios de entonces, aunque la calle principal que lo atravesaba tenía muchos visos de mejora.

Una parte del bulevar de Finca La Palma.

Una parte del bulevar de Finca La Palma. / A.V.

Se trata de la avenida Pepita Durán, en recuerdo de esta bailarina malagueña del XIX, abuela de la escritora inglesa Vita Sackville-West. El Ayuntamiento le puso este nombre en 1973 y es probable que a finales de esa década o ya en la siguiente se plantaran los ficus en la mediana central que han convertido la avenida en un amplio y sombreado bulevar -finalmente fue asfaltado como el resto de Finca La Palma-.

Por cierto que también hacia 2006 el Consistorio tuvo que ampliar los alcorques porque los ficus levantaban las aceras.

En nuestros días, el bulevar es un arracimado aparcamiento a ambos lados de los grandes árboles, lo que resta bastante belleza al conjunto.

Con el proceso lento pero imparable de búsqueda de ‘centralidades’ en los barrios de Málaga, sería bueno que vinieran acompañadas de peatonalizaciones y no sólo de más edificios.

Y desde luego, si se solventara el espinoso asunto de la falta de aparcamiento, la conversión de la avenida Pepita Durán en un hermoso bulevar peatonal supondría un paso más en la calidad de vida de los vecinos. 

Solar en la esquina con la calle Matías Rubio.

Solar en la esquina con la calle Matías Rubio. / A.V.

Por cierto que hace 23 años, en esta misma vía principal, justo en la esquina con la calle Matías Rubio ya aparecía un solar que, unos pocos años más tarde, los vecinos se quejaban de que nadie sabía quién era el dueño y estaba lleno de gatos.

Hoy sigue siendo un solar con matojos aunque vallado y pese a su reconocida veteranía, de forma discreta continúa sin hollar el Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas. Méritos no le faltan para ingresar.

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