Málaga no olvida la sonrisa de José María Martín Carpena

Existen fechas que se agarran al imaginario colectivo y sostienen un firme antídoto contra la desmemoria. Es lo que sucede en una geografía mediterránea muy concreta cada vez que la llegada del 15 de julio fluye en el almanaque. Ese día, como tantos otros desde que se le cortó la respiración aquel verano que estrenaba siglo, Málaga no olvida la sonrisa eterna de José María Martín Carpena. Del concejal malagueño del PP que fue asesinado, delante de quienes más le querían, por la banda terrorista ETA. Corría con una inercia fatídica el año 2000 y la barbarie cortó de raíz el medio siglo de vida de aquel edil, que se entregaba como pocos en los barrios de su ciudad. Siempre con una sonrisa. Con el talante afable que ha pervivido entre los recuerdos de los familiares, amigos y compañeros del mundo de la política que, un año más, honraron su figura con una ofrenda floral ante el busto que inmortaliza a Martín Carpena en el Parque de Huelin. 

En este pulmón verde de la capital malagueña, las siglas adversarias pasaron por un instantes a un segundo plano y políticos de distinto signo se dejaron llevar por el idioma simbólico de las flores y la emoción de los aplausos. En torno a las 17.45 horas de este viernes, el sol caía desde un horizonte playero en uno de esos enclaves marineros que siente como una alegría inmediata las fiestas de la Virgen del Carmen. Como aquella tarde de vísperas en la que a la ciudad se le rompió el alma, en cuanto corrió la noticia de que un inocente servidor público había sido acribillado a balazos junto al bloque en el que vivía en la barriada de Nueva Málaga. 

De aquello han transcurrido 22 años y el tiempo sigue sin borrar una huella que permanece indeleble. Y mantiene su cabeza muy alta, como los miles de malagueños que no se amedrentaron y se echaron a la calle tras el crimen para expresar su repulsa en una manifestación histórica.

A todo aquello se remontó nuevamente Francisco de la Torre, quien llevaba poco menos de dos meses y medio como alcalde y un trimestre después perdió a su cuñado el fiscal Luis Portero, también asesinado por ETA.

El recuerdo de Martín Carpena también emociona especialmente al presidente provincial del PP y actual coordinador general en calle Génova, Elías Bendodo, quien ocupó en sustitución de su compañero la silla vacía de concejal que se quedó en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga. Bendodo llegó hasta el parque malagueño tras haber visitado el incendio de la Sierra de Mijas, en calidad de consejero de la Presidencia del Gobierno andaluz en funciones.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, estaba igualmente conectado con Martín Carpena y, en su caso, se produjo el relevo contrario: «Mi compañero José María Martín Carpena me sustituyó como concejal del Ayuntamiento de Málaga, y lo mataron. ETA lo asesinó delante de su familia hace 22 años. No le olvidamos. Debemos preservar la memoria de las víctimas del terrorismo para siempre. Todo mi cariño a su familia», escribió en Twitter. 

El acto congregó a numerosos miembros del PP malagueño, entre los que se encontraban Patricia Navarro, Francisco Salado o José Ramón Carmona, y a representantes de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento de Málaga. 

El PSOE participó con la presencia de varios concejales, con su portavoz municipal y secretario general, Dani Pérez, a la cabeza. La delegación de Cs tuvo al frente al coordinador provincial, diputado y portavoz de la refundación del partido liberal, Guillermo Díaz.