Salud

TDAH, el trastorno que más se da en la infancia y el más invisible

Entre un 5% y un 7% de los niños y adolescentes padecen Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad - Solo el 10% de la población con TDAH es diagnosticada correctamente

Entre un 5% y un 7% de los niños y adolescentes padecen TDAH. | UNSPLASH

Entre un 5% y un 7% de los niños y adolescentes padecen TDAH. | UNSPLASH / marta román. málaga

Travieso, maleducado, torpe, vago... Estos son algunos de los estigmas con los que lidian a diario los menores con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Este es uno de los trastornos que más se diagnostican en la infancia y, aún así, uno de los más invisibilizados. Encuadrado dentro de los trastornos neurológicos, afecta al desarrollo de la parte neurofrontal del cerebro y lo padecen entre un 5% y un 7% de los niños y adolescentes.

Sus síntomas más reconocidos son la dificultad para concentrarse, impulsividad e hiperactividad y la dificultad para controlar sus impulsos y emociones. Dada esta sintomatología, es común que este tipo de trastorno se confunda y se lleven a cabo falsos diagnósticos, solo el 10% de la población es diagnosticada correctamente de TDAH. Por ello, es de especial importancia el trabajo multidisciplinar de un psiquiatra y de un neurólogo en el abordaje de este trastorno. Así como un protocolo de actuación de pruebas: «Lo que pedimos es un consenso del máximo de pruebas para tener diagnósticos certeros, no unos falsos porque solo se hayan centrado en hacer una prueba de valoración», defiende Victoria Cazorla, miembro de La Brújula Naranja.

Esta plataforma, conformada por un grupo de unas 50 madres de niños con TDAH, nace con el objetivo de visibilizar este trastorno crónico: «Naces con ello porque no se ha desarrollado suficientemente esa parte neuronal del cerebro. Se nace y se sigue con él toda la vida». Por tanto, y dado el elevado número de personas que lo padecen, desde La Brújula Naranja denuncian que «el TDAH es de sobra conocido pero no está suficientemente tratado ni valorado por la sanidad pública, por lo que mucha gente se siente muy perdida».

Tras el diagnóstico, se sucede la administración de una medicación en aquellos casos que así lo requieran, y la intervención mediante sesiones terapéuticas. En ellas se abordan factores conductuales, inserción social o habilidades sociales, entre otros. Es en este punto en el que la plataforma observa carencias evidentes: «La sanidad pública realiza una visita de revisión una vez al trimestre o al semestre. Todos acabamos yendo a buscar atención privada», asegura Victoria Cazorla. En este sentido, denuncia que muchas familias carecen de estos recursos y no pueden acceder a estas terapias privadas. Con el objetivo de paliar esta situación, La Brújula Naranja ofrece asesoramiento a las familias que se enfrentan a un diagnóstico de TDAH «y no tienen a quién acudir».

Un abordaje correcto y a tiempo es fundamental para la evolución de este trastorno: «Cuando eres adulto sabes controlar mucho más las cosas y tienes las herramientas y una capacitación sobre tu cuerpo que no tienes cuando eres pequeño. Sin embargo, en muchas ocasiones el TDAH deriva en depresiones y ansiedades porque no se ven bien, por ejemplo, en el trabajo. Hay muchos casos de adultos con poca inserción laboral o problemas laborales», confiesa Victoria.

«No queremos que los niños sufran y cuando sean adultos se encuentren con este tipo de dificultades. La visibilidad que queremos es para nuestros hijos y sus familias, que vean que no estamos silenciados, estamos aquí. Poned medios, ya va siendo hora». Esta es la finalidad que persigue La Brújula Naranja y este el mensaje que traslada a las administraciones competentes.

Formación

La plataforma denuncia, también, una falta de formación a nivel académico: «Hay carencias a nivel pedagógico y formativo, porque los profesores no se están formando lo suficiente para atender estos casos». Así, aseguran que faltan herramientas para poder atender las necesidades de los menores y adolescentes con TDAH, por lo que en muchas ocasiones se les exige de más.

«Es fundamental impartir cursos durante el año en todos los centros, para que ellos sepan lo que tienen en el aula y cómo actual. Estas formaciones son a nivel de capacitación para dotarlos de herramientas», asegura Victoria Cazorla. En numerosas ocasiones, explica, «somos los padres los que hacemos de formadores, nos reunimos muchas veces al año con los profesores para decirles que es lo que tienen que hacer en determinadas ocasiones».

Actualmente, en la carrera de Psicología se ofrece una rama especializada para formar a los futuros profesionales en TDAH, informan desde la plataforma. Sin embargo, este tipo de conocimientos «no llega a tiempo para tratar a los niños de entre 6 y 15 años que padecen este trastorno». Por ello, La Brújula Naranja aboga por la formación de todos demás agentes involucrados en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.

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