Protestas

Los hoteleros rechazan la puesta en marcha de una tasa turística en Andalucía

La patronal malagueña Aehcos y el resto de colectivos se muestran en contra de la medida que ha planteado un grupo de ayuntamientos

Dos turistas transitan con sus maletas por el centro urbano de Málaga.

Dos turistas transitan con sus maletas por el centro urbano de Málaga. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

Ya hay oposición unánime a la tasa turística en Andalucía. La patronal hotelera de la provincia, Aehcos, daba a conocer este martes la posición colectiva de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos. Los portavoces agrupados de la comunidad autónoma discuten una medida que, en términos generales, «dejaría fuera a los alojamientos andaluces que figuran como no reglados».

Hay más argumentos para rechazar, por parte de los hoteleros, lo que un grupo de ayuntamientos ha puesto sobre la mesa a modo de debate sobre la carga de servicios que acarrea al turismo. Dicho asunto ya fue debatido en su día en otras comunidades autónomas del Levante español, donde este tipo de tasas están aprobadas y permanecen actualmente en vigor.

A juicio del sector, el asunto constituye en la actualidad «una ocurrencia repetitiva y poco seria». Así agregan propietarios de hoteles y de alojamientos de toda Andalucía que de raíz es erróneo hablar «de tasa turística». Los propios consistorios reconocen que se trata de «una competencia exclusiva de la Junta de Andalucía, por lo que afectaría al conjunto de todos los municipios andaluces».

Para la patronal autonómica, esta cuestión «obliga a analizar el asunto desde una perspectiva que supera el ámbito local y debe necesariamente contar con los legítimos representantes del sector a nivel andaluz, algo que de momento no ha ocurrido. Por eso hablar de debate no se ajusta a ninguna realidad».

En un escrito público alegan que prefieren referirse «a la mal llamada tasa turística, porque lo que subyace, al menos de lo que hemos podido averiguar por los pronunciamientos realizados en la prensa por algunos responsables municipales, no es ni más ni menos un impuesto que sólo afectaría al desarrollo de la actividad hotelera».

Expresan que se convierte dicha tasa «en un eufemismo que persigue crear confusión y obviar la verdadera naturaleza de esta medida, que no es otra que el desmedido afán recaudatorio de la administración en general y de la administración municipal en concreto».

Recuerda la patronal que se plantea un sentido finalista para este tipo de impuestos, que generalmente no se cumple al 100%. «Se destina una gran parte a corregir déficits de financiación en otros servicios públicos u otras parcelas de intervención de las administraciones públicas», relatan estos portavoces regionales.

Los hoteleros sostienen que profundizar en una medida de estas características es complicado, «ya que se desconocen cuestiones tan relevantes para crear una opinión al respecto tales como la definición de la naturaleza del tributo, la concreción de quienes deben ser los sujetos pasivos, la mecánica de recaudación o, lo más importante, en que se va a invertir esa supuesta recaudación de manera concreta».

Y al hilo de esa experiencia en otros destinos españoles, la supuesta tasa turística deja fuera a aquellas otras formas de alojamiento entre particulares que no son declaradas, «lo que supone un nuevo elemento discriminatorio. En este caso, se entiende prioritario frente a la aplicación de la medida insistir en el afloramiento de ese tipo de alquileres».

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