Entrevista | Celia Villalobos Exalcaldesa de Málaga y exministra de Sanidad

«Los radicalismos me gustan poco, no me gustan ni de un signo ni de otro, ni Vox ni Podemos»

«Sigo pensando que al señor Pedro Sánchez lo único que le importa es su propio culo; lo sacrifica todo por su propia ambición y si sacrifica España, pues le da igual», asevera Celia Villalobos

Celia Villalobos.

Celia Villalobos. / Gregorio Marrero

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Aunque ya vive la política desde un segundo plano, Celia Villalobos destila una mirada sobre la actualidad en la que permanecen intactas las respuestas directas que siempre la han caracterizado. Lo mismo celebra que Pablo Casado ya no esté presidiendo el PP que le desea a Alberto Núñez Feijóo un resultado como el de su ‘discípulo’ Juanma Moreno en Andalucía o critica tanto a Pablo Iglesias como a Yolanda Díaz. Además, el viernes pasado fue reconocida por el Ayuntamiento de Málaga como Hija Predilecta de Málaga, reconociendo su labor política y, en especial, su paso como alcaldesa de Málaga, siendo la primera mujer en hacerlo.

¿Qué ha hecho Celia Villalobos para merecer el título de Hija Predilecta y la Medalla de Málaga, que le dieron el viernes? 

Esa pregunta es muy difícil que yo la pueda contestar. La tendrían que contestar los grupo políticos que han tenido la amabilidad de firmar esa petición. 

Si empezamos por el principio de todo, ¿cómo era la Costa del Sol en la que usted nació?

No existía. Tenga en cuenta que tengo 73 años. Se iniciaba. Empezaba en Torremolinos. Allí había un grupo de ingleses, que siempre han sido los ciudadanos más viajeros del mundo. Solo estaba este grupo de ingleses. Y, luego, empezaron los suecos. Aquellas famosas suecas que venían a Torremolinos. Era un Torremolinos en el que todavía no se había iniciado el turismo de sol y playa que ha dominado a la Costa del Sol. Torremolinos era, entonces, un pueblo precioso. Nosotros vivíamos en Arroyo de la Miel.  

El escritor Manuel Alcántara buscaba el mar de Málaga entre las bocacalles de la Gran Vía madrileña, ¿qué echa de menos de su tierra cuando está fuera?

Todo. Pero estoy de acuerdo con él: el mar. ¡El mar!

Málaga, esa ciudad que está tan de moda, la tuvo a usted como alcaldesa en la segunda mitad de los años 90, ¿si hubiera estado en su mano, hubiera pasado en aquel despacho mucho más que aquellos cinco años?

Si hubiera estado en mi mano, por supuesto. Hasta que los malagueños me hubieran dicho: ‘ya estamos hartos de ti, adiós’.

Si hubiera estado en mi mano, no me habría ido, habría sido la alcaldesa hasta que los malagueños se hubieran hartado de mí

¿Es una paradoja que, meses después de estrenar una mayoría absoluta, tuviese que partir hacia Madrid para ser ministra? 

Más que una paradoja, fue una putada (risas). Pero, bueno, lo dejé en muy buenas manos.

Antes, en 1995, había empezado a gobernar en minoría porque el PSOE e IU no se pusieron de acuerdo, ¿hubiera sido ahora posible con lo acentuada que está la política de bloques?  

En aquel momento, la política se hacía de otra forma. Era una política mucho más racional. Y yo tuve una gran suerte. Que era la de tener como oponentes a Antonio Romero y a Eduardo Martín Toval. Eso fue un plus importante. Sobre todo, en el caso de Eduardo, que siempre puso los intereses de Málaga por delante de los intereses de su partido (el PSOE).

En la primavera del 2000, la sucedió Francisco de la Torre, ¿si alguien le dice entonces que 22 años después ese hombre seguiría en el despacho que dejó, lo habría tomado por loco?

No. Me hubiera parecido razonable. Yo elegí a Paco de la Torre. Mejor dicho, fue mi marido (Pedro Arriola) el que me habló de Paco de la Torre, al que  él conocía mucho. Era una persona con un prestigio y con una capacidad profesional importante. Y logré convencerlo para que fuera mi número 2. Paco, al principio, no se mostraba muy partidario de volver a la política activa. Pero ahí está.

Celia Villalobos posa para la entrevista.

Celia Villalobos posa para la entrevista. / Gregorio Marrero

Lleva 22 años como alcalde de Málaga, que se dice pronto...

Y 30 ¿Por qué no? Cuando las cosas se hacen bien, la gente confía en ti. 

¿Animaría a Paco de la Torre a que se presente otra vez en mayo, con 80 años cumplidos? 

En eso no me meto. No me metí cuando me fui... Cuando yo me voy de los sitios, jamás intento que el que me sustituye haga las cosas que yo no haya hecho. Es que me parece ridículo. Cada uno tiene el derecho a desarrollarse como estima oportuno. Y Paco tiene todo el derecho a decidir por él. Lo decidirá con el partido. Yo nunca he tenido cargo orgánico en el partido, y estoy encantada.  

Queda mucho para conseguir que sea una absoluta normalidad que haya un hombre o una mujer presidiendo un ayuntamiento, una comunidad autónoma o el Gobierno

¿Le parece raro que, camino del medio siglo de ayuntamientos democráticos, usted haya sido la única mujer con la vara de mando en la ciudad?

Hay ciudades que ni siquiera la han tenido. Todavía queda mucho camino por andar. Queda mucho para conseguir que sea una absoluta normalidad que haya un hombre o una mujer presidiendo un ayuntamiento, una comunidad autónoma o el Gobierno. Queda mucho. Y, desde luego, el nuevo feminismo contribuye poco a eso.  

¿Cuántas veces ha sentido, en la política, que era una mujer dentro de un mundo de hombres? 

Es que nunca lo he aceptado. Nunca. Yo soy una persona. Soy del sexo femenino. Y he entendido la política siempre como un servicio. Me da igual: he tenido compañeros hombres muy buenos y compañeras mujeres muy buenas. Por lo tanto, no es algo que a mí me haya hecho perder un solo segundo. Ahora, ¿qué era un mundo de hombres? Por supuesto que era un mundo de hombres. 

Un veinteañero llamado Juan Manuel Moreno Bonilla fue su primer concejal de Juventud, ¿qué sintió el 19J con su rotundo resultado de 58 escaños en las elecciones andaluzas

Un enorme orgullo. Estoy profundamente orgullosa de Juanma Moreno. Es el mismo que cuando empezó como concejal en el Ayuntamiento de Málaga. Es una persona humilde, sencilla, dialogante, centrada... Es la misma persona. Con más experiencia, con más años, con más arrugas. Lo normal. Pero la misma persona. 

Estoy profundamente orgullosa de Juanma Moreno. Es el mismo que cuando empezó como concejal en el Ayuntamiento de Málaga.

¿Respiró al ver que Vox no estaría en el Gobierno andaluz?

Y que tampoco estuviera Podemos. Los radicalismos me gustan poco. Ni de un signo ni de otro. 

¿Es ahora mismo Juanma una especie de ‘barón de barones’ dentro del PP, por encima incluso de Isabel Díaz Ayuso? 

Cada uno tiene su personalidad. Cada uno tiene su espacio. Esas batallas son ridículas. No tienen ningún sentido. Los dos son dos personas importantes en el Partido Popular. Con un enorme futuro los dos. Cada uno en su trabajo y en su forma de hacer las cosas. 

Sin Casado ni Egea, el Partido Popular vuelve a ser el Partido Popular, un partido como el de Aznar o Rajoy, no hay color

¿Ve con mejores ojos a su partido desde que no están al mando Pablo Casado y Teodoro García Egea? 

Por supuesto. El Partido Popular vuelve a ser el Partido Popular. Por favor. El Partido Popular de José María Aznar. O de Mariano Rajoy. Por favor. Es que no hay color. 

¿Entendería que Alberto Núñez Feijóo pactara con Vox para ser presidente del Gobierno?

Vamos a esperar a que gane. Y vamos a ver si conseguimos un resultado como el de Andalucía. Después, ya todo se verá. No seré yo quien tenga que tomar esas decisiones. 

Los ERE es el error más grande que puede cometer un partido político democrático.

¿Tiene Pedro Sánchez más vidas que un gato o está KO?

Creo que sus políticas están fuera de la realidad. Y él hace cualquier cosa guiado por su ambición. Hace tiempo, dije que al señor Sánchez lo único que le importa es su propio culo. Y lo sigo pensando. Lo sacrifica todo por sí mismo. Está tan convencido de su propia ambición que lo sacrifica todo por su ambición. Y si sacrifica España, pues le da igual.

¿Llega a imaginarse el trance por el que está pasando el socialista José Antonio Griñán, ante la posibilidad de entrar a su edad en la cárcel?

Los ERE es el error más grande que puede cometer un partido político democrático. Comprar voluntades. Intentar imponer un modelo de control de la sociedad con dinero público. Me parece vergonzoso.  

¿Se aburre cuando el PP y el PSOE encallan en el ‘y tú más’ sobre los casos de corrupción?

Yo sigo lo que ha dicho Alberto Núñez Feijóo. No se va a ocupar de ese tema y hace bien. No puede ser una reproducción del señor Sánchez. Lo que los ciudadanos tienen que saber muy claramente es que el primer partido que fue condenado por corrupción fue el PSOE. Por el ‘caso Filesa’. Fue en el año 88. Que revisen el acta. Se lucró con millones de euros, entonces de pesetas, para sus campañas electorales. Y para los bolsillos de algunos, que acabaron en la cárcel. Quiero recordar. También hay que decir que el GAL fue del PSOE. No fue de otro lado. A ver si ponemos las cosas en su sitio.  

Los ciudadanos tienen que saber muy claramente es que el primer partido que fue condenado por corrupción fue el PSOE

Otro de los jóvenes del PP de Málaga con los que trabajó en los 90, Elías Bendodo, es el coordinador general de calle Génova, ¿qué consejo le daría alguien como usted, que también tuvo que saltar a la política nacional y mudarse a Madrid?

Creo que Elías Bendodo es lo suficientemente inteligente como para saber navegar en el proceloso mar de Madrid.  

Bendodo preside desde 2008 el PP de Málaga, que nunca ha tenido una presidenta porque Teófila Martínez estuvo un trimestre de ‘prestada’, ¿es buen momento para que Patricia Navarro rompa el techo de cristal?

Soy militante del PP en Málaga desde el año 85 o 86, hemos tenido una vida muy convulsa y los años de mayor estabilidad han sido con Elías Bendodo como presidente. ¿Que sea una mujer? Estupendo ¿Que sea Patricia? Creo que ha demostrado su capacidad para dirigir un partido. En cualquier caso, eso lo decidirá el congreso del partido. Del que soy miembro, claro. 

Pablo Iglesias me parece una anécdota en la política

¿Le gusta más la política nacional desde que Pablo Iglesias no está o lo echa de menos?

Nunca he echado de menos a Pablo Iglesias. Me parece una anécdota en la política.

¿Será Yolanda Díaz capaz de ‘sumar’ en una izquierda rota?

Primero se tendrá que presentar a unas elecciones. Y a esta hora está diciendo que no se va a presentar a ninguna. Yo conozco a Yolanda desde que sólo era Yolanda Díaz, diputada nacional. No me acuerdo si por Pontevedra o por La Coruña. Y se cargó el Pacto de Toledo. Ella. Sola.

El bipartidismo es la única forma de seguir avanzando. Con tantas negociaciones por medio, y tantas historias, la que sale perdiendo es la sociedad española

¿Le sorprende la deriva en la que ha caído un partido como Ciudadanos?

 Es que yo soy partidaria del bipartidismo. Creo profundamente en dos grandes partidos. Uno de centro-izquierda y otro de centro-derecha. En los que haya sensibilidades diferentes. Que en el PP es algo que ha existido siempre. Y en el PSOE también. Porque es la única forma de seguir avanzando. Con tantas negociaciones por medio, y tantas historias, la que sale perdiendo es la sociedad española. Y eso no es bueno. Yo creo en los grandes partidos.  

EN CORTO

Militó en el Partido Comunista y siempre ha sido considerada del ala izquierda del PP ¿Qué queda de la ‘roja’ que en su juventud llevaba dentro Celia Villalobos?

Yo sigo siendo la misma. Con más arrugas. Con más años. Pero sigo siendo una persona bastante libre.  

La banda terrorista ETA la tuvo en el punto de mira, al menos, en dos ocasiones ¿Es usted una superviviente?

Pues la verdad es que sí. Pero no pienso en ello. Tuve suerte. Una vez, fueron unos ladrones. Después, fue el señor Aznar nombrándome ministra. La vida se construye muchas veces con casualidades, con suerte, con trabajo... La vida se construye con muchas cosas. Miro para adelante. Jamás miro para atrás. No me gusta. No miro para atrás ni para darme impulso.

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