Animales

Claves para gestionar las colonias de gatos ferales

Gestionar las colonias de gatos ferales puede suponer todo un reto para las ciudades. Málaga ha implantado el Método CER con el objetivo de establecer un control, seguimiento y supervisión de estos grupos de felinos

Una colonia de gatos ferales. | L.O.

Una colonia de gatos ferales. | L.O. / Paula tamayo garcía. málaga

Paula Tamayo García

Gestionar y controlar las colonias de gatos ferales puede suponer todo un reto para las ciudades. Para Málaga se ha convertido en uno de sus principales objetivos, por lo que el Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Aman (Asociación amigo animal) se han unido para lograrlo.

El proyecto comenzó en octubre de 2017 y desde ese momento se está aplicando el método CER (captura, esterilización y retorno). El objetivo principal de este método es respetar la forma de vivir y el espacio de las colonias felinas como parte de la fauna urbana, estableciendo un control poblacional eficiente y efectivo y una alimentación controlada causando los menores perjuicios posibles a los vecinos, aseguran desde Aman.

Con más de 200 colonias registradas, se han logrado esterilizar hasta el momento 4.324 gatos mediante el convenio de colaboración con el Ayuntamiento, de los que 912 han correspondido a los meses de diciembre 2021 a junio 2022. Aman lleva esterilizados con fondos propios 3.510 gatos, procedentes de cuotas sociales y donaciones puntuales, según datos de la asociación. A estas cifras habría que añadir las castraciones que sufragan los gestores de las colonias por cuenta propia.

Patricia Reina Urrestarazu, presidenta de la Asociación Aman, destaca que alrededor del 60% de los animales capturados son hembras y que suelen tener dos épocas de celo al año con una camada media de cuatro cachorros. «Gracias al método CER unos 37.600 animales se han salvado de vivir y fallecer en las calles», afirma.

El Ayuntamiento de Málaga subvenciona este proyecto con 40.000 euros anuales, lo que posibilita la realización de numerosas castraciones. Sin embargo, Reina asegura que no es suficiente. «Parece mucho dinero pero para repartir entre más de 200 colonias no es tanto». Con un presupuesto más elevado se podría llegar a un control total de las colonias, aunque la presidenta de la Asociación Aman detalla que ya hay muchas colonias controladas y castradas. «Si hubiera castraciones permanentes, esto sería mucho más sencillo pero muchas colonias tienen alrededor del 70 u 80% de sus miembros castrados», dice.

Asimismo, este método no beneficia solamente a los gatos, sino que además facilita la convivencia con los vecinos. «Para garantizar el éxito de la gestión de las colonias es necesario informar a los ciudadanos y divulgar los beneficios del Proyecto CER para favorecer el desarrollo de valores de responsabilidad, solidaridad y respeto mutuo», dice Reina.

Patricia Reina destaca que es muy importante que no haya personas ajenas que no sean cuidadores oficiales que interfieran en el cuidado de estos gatos. «La idea es que solo les alimenten las personas que están autorizadas, ya que son las que saben como hacerlo». La solución que dan a esta situación desde la asociación es la información. «En las comunidades de vecinos se intenta explicar a la junta directiva lo que estamos haciendo y como tienen que actuar ellos. En sitios públicos lo que hacemos es poner carteles para que la gente sepa que esa colonia está controlada y no les pongan de comer para evitar suciedad y que los gatos pueden sufrir algún daño», afirma.

Los cuidadores son personas que han sido formadas especialmente para realizar esa labor. Tanto el Ayuntamiento de Málaga como los cuerpos de seguridad cuentan con los datos de todos los gestores de colonias felinas que están autorizados y tienen el carné que los identifica. «Tenemos varias figuras en las colonias como, por ejemplo, los gestores que se hacen cargo de alimentar la colonia, o los capturadores que cogen a los felinos y los trasladan hasta las clínicas veterinarias para su posterior esterilización», detalla Reina.

El método CER es una solución al control poblacional de gatos callejeros y ferales mucho más ética que otros métodos utilizados con anterioridad. Reina asegura que, antes de aplicar el nuevo método, las personas actuaban de forma independiente y alimentaban a los felinos sin ningún control, lo que hacía que se multiplicasen mucho y que la única solución final fuese capturarlos y ejecutarlos. «Con el método CER la gestión es mucho más ética», dice.

El resultado final de este proyecto se traduce en la adecuada alimentación, seguimiento y supervisión continuados, registro de colonias y censo de animales que salva numerosas vidas y mejora la convivencia entre gatos y personas.

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