Economía

La inflación triplica la subida de salarios en Málaga y los sindicatos advierten de un otoño caliente

Los aumentos pactados este año arrojan una media de entre el 2% y el 3% frente al IPC del 6,5% con que cerró 2021 o el 10% que lleva por ahora 2022 - CCOO y UGT buscan mayores subidas y demandan también el alza del SMI para beneficiar a las categorías más bajas - Los empresarios piden prudencia

Una trabajadora de hostelería en Málaga.

Una trabajadora de hostelería en Málaga. / ÁLEX ZEA

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Los sindicatos malagueños anuncian un otoño caliente de movilizaciones con el objetivo de intensificar el proceso de negociación colectiva con los empresarios para lograr subidas salariales que amortigüen en lo posible el impacto que la inflación (completamente desbocada en los últimos meses) está teniendo en las economías domésticas. El IPC cerró el pasado año con un aumento del 6,5% y en este 2022 el Gobierno estima que rondará el 7,8% a cierre del ejercicio (de momento no obstante anda por el 10,4%). En Málaga los convenios sectoriales o de empresas que están vigentes presentan por ahora revisiones medias del 1,5% en Incremento Salarial Ponderado (ISP), si bien la realidad es que los que se están firmando este año presentan ya incrementos superiores, con una horquilla del 2% al 3%, según detallan a este periódico tanto CCOO como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). En todo caso, el ritmo de la inflación sigue siendo muy superior a las subidas medias pactadas.

El secretario general de CCOO en Málaga, Fernando Cubillo, detalla que la evolución de los salarios en la provincia está siendo muy variopinta, con algunos sectores donde sí se están aplicando subidas equivalente al IPC (ese 6,5% del pasado año) o, en algún caso concreto, incluso superiores, mientras que en otros los incrementos son mucho más modestos o, directamente, hay una congelación salarial.

En el primero caso, por ejemplo, figuran segmentos como la automoción, el aceite, empresas vinculadas a las canteras o el ámbito de las pompas fúnebres, cuya evolución salarial sí incorpora todo el incremento de la inflación. Otros como hostelería (que llega a emplear en Málaga a casi 100.000 personas) tenían ya marcado un 1% de subida para este año mientras que el comercio (con otros 90.000 trabajadores) rubricó hace unos días aplicar un 4% hasta final de este año, pendientes aún de firmar el nuevo convenio para 2023. En otros sectores, en cambio, las subidas han sido de sólo del 0,5% (diseño, jardinería) mientras que en ciertos segmentos o empresas no se está aplicando subida alguna.

«La cerrazón empresarial a subir los salarios atendiendo a las clausulas de revisión salarial según el IPC, así como el efecto que la subida del coste de la vida tiene en primer lugar sobre quienes menos ganan y en segundo lugar sobre el total de la población trabajadora, nos llevará a las organizaciones sindicales a un proceso de movilización intenso», comenta Cubillo.

CCOO critica que haya empresas que quieran mantener el volumen de beneficios y el porcentaje de beneficios empresariales a costa de los sueldos y recuerdan que el consumo interno en España supone el 60% del total que se realiza. «No subir los salarios supone una parada en seco de nuestra economía», añade.

Por su parte, la secretaria de Empleo de UGT Málaga, Leonor Gálvez, coincide en reivindicar un aumento de los salarios a través de los convenios colectivos. «La inflación está generando una situación de deterioro económico a las familia trabajadoras. No salimos de una crisis y ya estamos en otra. Por eso la directriz del sindicato a partir de este otoño, de entrada, es la de no firmar nada por debajo del 6%», apunta.

Tanto como CCOO como UGT afirman que velan también para que todas las empresas apliquen los incrementos pactados en convenio. «Hay que dar la batalla de las empresas una a una. Nos interesan los convenios de sector porque son un paraguas que obliga a los empresarios a cumplir, aunque luego hay negocios donde no se aplican las revisiones salariales acordadas», comentan ambos dirigentes.

A lo largo del otoño quedan además pendientes de cierre varias negociaciones de convenios muy significativos, caso de transporte y logística (5.000 trabajadores), oficinas y despachos (20.000) o el campo (31.000).

Aumentar el salario mínimo

El otro gran caballo de batalla sindical para este otoño es lograr una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), objetivo en el que también está empeñado el Gobierno. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha dado dos meses y medio de plazo a la comisión asesora en esta materia para que presente una propuesta de subida para 2023, tras lo que convocará la mesa del diálogo social para negociar ese alza con patronal y sindicatos. El SMI está actualmente en 1.000 euros al mes y CCOO se marca como meta situarlo para el próximo año en la franja de entre 1.050 y1.100 euros, lo que beneficiaría a muchos trabajadores.

«En Málaga, por ejemplo, hay categorías laborales bajas que bordean el SMI en los convenios sectoriales de oficinas y despachos, de panaderías, de limpieza de edificios o del transporte de personas con vehículos VTC. Y hay algunas gestorías, instalaciones deportivas o firmas de seguridad también en esos límites. Para todos estos trabajadores una subida del SMI les implicaría una mejora salarial», explica Cubillo.

La patronal, molesta con Díaz

¿Y qué opina de todo esto la patronal? La vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, afirma que están siempre dispuestos a negociar subidas salariales, aunque alega que las empresas vienen de dos años difíciles de pandemia a los que ahora se han sumado los problemas económicos derivados de la guerra en Ucrania. «La incertidumbre es grande, con un inflación muy alta y con las empresas afrontando también la devolución de los préstamos ICO. La negociación de los convenios colectivos es un factor complejo en estas circunstancias», señala.

Sánchez se muestra en este sentido en desacuerdo con la ministra Yolanda Díaz, al entender que «echa leña al fuego» con sus declaraciones respaldando las movilizaciones sindicales en contra de la patronal nacional CEOE.

«El Gobierno debe aportar otras soluciones en este escenario de inflación. Se podría reducir la factura del IRPF o las cotizaciones sociales para ayudar a las empresas. Porque subir mucho los salarios también termina espoleando la espiral inflacionista», opina. La representante de la CEM también recuerda que el SMI ha subido un 36% en cinco años.

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