Memorias de Málaga

Las vidas del Teatro Cervantes

Entre sus continuas transformaciones el Teatro Cervantes se convirtió en el tercer cine de Málaga en número de estrenos, entre ellos ‘La ley del silencio’ y ‘De aquí a la eternidad’. En 1981 se apagó la pantalla...hasta el Festival de Cine

Vista del Teatro Cervantes en 2019.

Vista del Teatro Cervantes en 2019. / EFE

Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou

La primera vez que estuve en el Teatro Cervantes fue en el año 1939, cuando tenía doce años. Fui a una sesión especial reservada a los alumnos del Colegio de El Palo en la que se representaba el drama de Tirso de Molina ‘El condenado por desconfiado’, una obra que nos dejó a todos impresionados porque el condenado, por ser desconfiado, acabó en el infierno. Ya un poco más mayor fui a ver ‘Don Juan Tenorio’, representado por Enrique Borrás; una de las fantasiosas representaciones de Enrique Rambal (un adelantado a La Fura dels Baus); a Los Vieneses con Franz Johan, etc. … hasta que en 1943 empecé a frecuentarlo como espectador de películas.

En 1944 estrenó cinco películas de gran repercusión: ‘El puente de Waterloo´, interpretada por Robert Taylor y Vivian Leigh; ‘El ladrón de Bagdad’, con descubrimiento del actor hindú Sabú; ‘Pinocho’, la segunda película de dibujos animados de Walt Disney;Historias de Filadelfia’, con Cary Grant, Katherine Hepburn y James Stewart; ‘Los hermanos Marx en el Oeste’, que todavía se repone y ‘Rebeca’, con Joan Fontaine. La actriz lucía una prenda de vestir (un jersey abierto con mangas) que se popularizó y fue ‘bautizada’ como rebeca. En 2022, esta prenda de vestir sigue denominándose como el personaje de la película y su uso abarca tanto a la mujer como al hombre.

El Cervantes, que había decidido por decisión de la Junta de Propietarios del coliseo incorporar los estrenos de películas como solución a los problemas económicos (las representaciones teatrales no eran rentables), irrumpió en el mundo de la exhibición con fuerza y con las mejores películas de estreno.

De las 205 películas que se estrenaron en Málaga en 1945, 20 lo fueron en el Cervantes, entre ellas algunas que figuraban entre las mejores de la temporada, como ‘La mujer de las dos caras’, la última que rodó Greta Garbo, una de las actrices más celebradas de la historia del cine. Ese mismo año estrenó ‘El bazar de las sorpresas’, obra maestra de Ernst Lubitsch, con James Stewart; ‘La ciudad de los muchachos’, ‘El gran vals’…

1946: 28 películas

De los 226 estrenos registrados en Málaga en 1946, 28 tuvieron como escenario el Cervantes, que pasó a ocupar el tercer lugar en número de estrenos tras el Goya y el Echegaray. De la lista destacaron entre otras la musical ‘El mago de Oz’, con Judy Garland; ‘Historia de dos ciudades’, interpretada por Ronald Colman; o ‘Huyendo a su destino’…

En 1947 siguió la racha de buenas películas, empezando por una de las mejores de la ‘serie negra’, dirigida por Robert Siodmak: ‘Forajidos’, con Burt Lancaster y Ava Gardner encabezando el reparto. Aunque data de 1946 está considerada como una de las mejores de todos los tiempos en su género. Este mismo año de 1947 el Cervantes estrenó otras películas tan importantes como ‘El tesoro de Sierra Madre’, ‘La calle del Delfín Verde’, ‘Hombres intrépidos’… y la original ‘La dama del lago’, en la que el autor y actor Robert Montgomery no aparecía físicamente nunca, porque él era la cámara y rodaba lo que él veía, hacía, contaba… Un curioso ensayo que creo que no tuvo continuidad.

El año de ‘Escuela de sirenas’

Uno de los grandes aciertos de la programación del Cervantes en 1948 (27 películas) fue ‘Escuela de sirenas’, rodada en 1944 con la nadadora Esther Williams de protagonista. Tuvo una gran acogida por la presencia de la espectacular mujer y nadadora que protagonizó después muchas películas con los actores más populares de cada momento. La nadadora-actriz o actriz-nadadora murió hace unos años a la edad de 91 años.

En el mismo año 1948, el Cervantes estrenó películas de gran impacto como ‘María Antonieta’, ‘La cadena invisible’, ‘El falsario’, ‘Estirpe de dragón’ ‘El extraño caso del doctor Jekyll’, ‘Arsénico por compasión’…

Bajan los estrenos

En 1949 se produjo un bajón: solo estrenó 17 películas. Las representaciones teatrales (comedia, alta comedia, zarzuela, variedades…) coparon muchas fechas. Destacaron tres estrenos: ‘Arco de Triunfo’ (Ingrid Bergman y Charles Boyer), ‘Camarada X’ (Clark Gable) y ‘Los ángeles perdidos’, dirigida por Fred Zinnemann y protagonizada por Montgomery Clift. En 1950 continuó el descenso de días dedicados a la proyección de películas. Once nada más, y de ellas, solo ‘Al rojo vivo’, interpretada por James Cagney, perteneciente a la ‘serie negra’, mereció la pena. Pasó al sexto lugar en número de películas estrenadas. Solo 2 películas entre las 185 estrenadas en los cines de Málaga en 1951 correspondieron al Cervantes, que pasó al noveno puesto. Pero fueron buenas: ‘El secreto de Mayerling’ (francesa) y ‘El Danubio rojo’ (USA).

Después de dos años (1952 y 1953) sin ningún estreno, en 1954 la situación cambió radicalmente: de los 250 filmes estrenados, al Cervantes correspondieron 25 títulos, entre ellos ‘De aquí a la eternidad’ y ‘El poder invisible’, la primera un clásico con secuencias inolvidables (Montgomery Clift a la trompeta rindiendo homenaje a Frank Sinatra), película dirigida por Fred Zinnemann con Burt Lancaster y Deborah Kerr al frente de un reparto excepcional.

El año de ‘La Ley del silencio’

1955 merece un rótulo: el año de ‘La ley del silencio’, la película que consagró como actor a Marlon Brando, con Eve Marie Saint y Karl Malden en rol. Marcó un hito en la época. De los doce premios Oscar de aquel año, ocho fueron para la película del desacreditado Elia Kazan por problemas políticos. Uno de los Oscar fue para Marlon Brando; otro, para Elia Kazan… Además de la citada película, entre las 26 estrenadas en el Cervantes destacaron en aquel momento ‘Mujer en la niebla’, ‘Fuego sobre África’, ‘El motín del Caine’

Menos calidad

En los años siguientes, la calidad de las películas contratadas por los sucesivos empresarios no respondía a la categoría del local (en 1958, de los 26 estrenos, solo mereció la pena ‘Atraco perfecto’), en 1969, entre 30 títulos, solo es digno de recordar ‘Fellini 8,30’…

Para no cansar el lector, a partir de 1979 y hasta 1981, fecha del cierre del teatro, la programación entró en barrena, aunque de vez en cuando surgía la sorpresa, como el caso de ‘Mi tío’, la inolvidable película de Jacques Tati.

Casi ruboriza citar los títulos porque corresponden a la época del ‘destape’, las calificadas ‘S’, ‘X’… De las 24 de 1979 no se salva ni una: ‘La alcoba del obispo’, ‘Vicios prohibidos’, ‘Ninfomanía’, ‘Mi prima carnal’, ‘Josefina la cachonda’… De las 17 de 1980 (este año se estrenaron en Málaga nada menos que 576 películas) solamente salvo ‘El tambor de hojalata’; del resto, ‘Emmanuelle en las noches…’, ‘Materia caliente’, ‘La colegiala seduce a los profesores’… mejor no opinar.

Todo se acabó

En 1981, todo terminó el 30 de mayo, el día de la última sesión. Mis datos no coinciden con los publicados en otros medios: las dos últimas fueron ‘Más vale pájaro en mano’ y ‘Rocío’, según lo anoté en su día; en otras publicaciones aparece ‘El lago azul’.

Las vidas del teatro cervantes

El Teatro Cervantes sigue ligado al ciine con el Festival de Málaga / Guillermo Jiménez Smerdou

Nueva época

El Ayuntamiento compró el teatro, el alcalde Pedro Aparicio personalmente se implicó en su restauración, hasta el punto de elegir el color de la tapicería de las butacas, el arquitecto José Seguí se encargo del proyecto… y el 6 de abril de 1987 se reinauguró por S.M. la Reina Doña Sofía con un concierto a cargo de la Orquesta Nacional, que cerró el acto con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven.

A partir de esta fecha el Cervantes dejó de ser cine para volver a sus orígenes, el teatro. Únicamente se transforma en cine una vez al año: el Festival de Cine en Español, que desde 1988 se viene celebrando cada ejercicio con más éxito y aceptación. También sirve de escenario para acontecimientos especiales, como el Pregón de la Semana Santa.

Quizás en otra ocasión dedique uno de estos capítulos a las representaciones teatrales registradas en el histórico local construido e inaugurado en la década de 1870, con una calefacción que no funcionaba ni se reparaba por su elevo costo; el frío que pasaban los espectadores y los actores era tanto hasta el punto de que en una función Conchita Piquer salió al escenario a cantar una de sus coplas con una rebeca sobre el traje, y antes de cantar se justificó con una verdad incuestionable: «Perdón por vestir así; es que hace mucho frío».

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