Málaga explora otros mercados para paliar la fuga de alemanes e ingleses

La provincia malagueña planea nuevas estrategias turísticas que compensen la caída de enero a septiembre de un 25% de los turistas de origen germano o de alrededor del 15% en el caso de visitantes procedentes de Reino Unido o Francia

Un grupo de turistas transita por la céntrica calle Alcazabilla.

Un grupo de turistas transita por la céntrica calle Alcazabilla. / Fran Extremera

Fran Extremera

Fran Extremera

Viene un invierno frío y una primavera con mucha incertidumbre y hay que innovar. Son algunas de las frases que estos días resuenan entre agentes y representantes públicos en una provincia desde que de enero a septiembre ha visto cómo el turismo alemán ha descendido hasta en un 25% o que ha registrado alrededor de un 15% menos de visitantes de origen británico o francés.

Y las previsiones para 2023 se mantienen con una tendencia a la baja bastante preocupante, a juicio de los expertos consultados al cierre de esta semana en administraciones como la Junta, la Diputación de Málaga o asociaciones vinculadas al sector turístico.

Cabe recordar que tras el cierre de agosto, la patronal hotelera Aehcos ya alertaba de la situación que padecen los operadores que más cuota de negocio mantienen en Londres o Berlín, pero al mismo tiempo indicaban que franceses o irlandeses también viven sus peores horas. Si a esta coyuntura le unimos que el turismo nacional ha recortado en temporada alta sus estancias y el gasto medio por visitante y día, la ecuación es perfecta para emprender nuevas iniciativas que compensen dichas caídas.

La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol-Axarquía ha avanzado esta misma semana que del 20 al 23 de septiembre va a desarrollar una campaña específica para la búsqueda de nuevos turistas en la French Travel Market de París. Y en este sentido recuerda el presidente del organismo comarcal, José Juan Jiménez, que casi el 9% de los turistas de la comarca costasoleña más oriental proceden de Francia, aunque no menos significativa es la afluencia de visitantes de origen belga. De ahí que la asistencia a dicho evento internacional persigue esa consolidación de este destino vacacional o residencial.

Los operadores alegan que en base a los movimientos en el aeropuerto de Málaga durante este mismo verano «uno de cada cuatro pasajeros» era de Reino Unido, mientras que la cuota aportada por Alemania o Francia rondaba, en ambos casos, el 7%. Un dato muy significativo viene derivado de que el 82% de los vuelos en temporada alta han sido con destino u origen internacional.

De ahí que los esfuerzos por atraer visitantes de otros países que no sean europeos, más alejados del conflicto en Ucrania, puede ser también importante. Según Turismo y Planificación Costa del Sol, las cifras de turistas han crecido este año para mercados nórdicos, como el noruego, centroeuropeos, como Suiza, Austria o Italia, y también respecto al turista marroquí de clase media, que enmarcado dentro del denominado «shopping» es uno de los que proporciona, en septiembre, «un mayor gasto por visitante y día».

Acerca de esos turistas norteafricanos, así como los procedentes de Oriente Medio, los colectivos que se encargan de gestionar el turismo residencial en la Costa del Sol inciden asimismo en la creciente afluencia de inversores de Estados Unidos, a la caza de complejos en los que asentar sus fondos. La provincia se erige en uno de los principales refugios para los fondos de inversión que mantienen la vista puesta en el ladrillo, como señalan fuentes de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial.

Estos capitales no se mueven con estrategias coyunturales, tales como la influencia del conflicto bélico o la subida de tipos de interés en Europa, «ya que mantienen sus capitales en las principales bolsas del planeta».

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