«En España todavía hay mucho desconocimiento del living»

«El Build to rent es un concepto que ha venido para quedarse y que ya cuenta con una consolidada confianza inversora. Estos años se ha demostrado que se trata de una fórmula muy sólida por la que apostar»

Ernesto Ferrer-Bomsoms, director de negocio de Solvia.

Ernesto Ferrer-Bomsoms, director de negocio de Solvia. / La Opinión

La Opinión

Ernesto Ferrer-Bonsoms analiza para La Opinión de Málaga las últimas tendencias inmobiliarias que se aprecian en Málaga y en el resto de la Costa del Sol

El denominado Build to rent (construido para ser alquilado) ¿ha llegado para quedarse? Ustedes en Solvia disponen de una amplia experiencia en la gestión de activos de obra nueva destinados al alquiler ¿No es así?

Es un modelo que ha venido para quedarse y que cuenta ya con una consolidada confianza inversora. Estos últimos años ha demostrado que se trata de una fórmula muy sólida por la que es rentable apostar, lo que ha hecho que cada vez haya más promotoras, constructoras, fondos de inversión y SOCIMIs implicados. Un reflejo de este auge son las estimaciones realizadas por la consultora Atlas Real Estate Analytics en su informe Estado y tendencias del build to rent, donde se muestra que el pipeline de nuevos proyectos para el alquiler pasó de las 90.180 viviendas de principios de 2021 a un total de 102.560 unidades a comienzos de 2022. Este año, estamos siendo testigos de cómo el sector sigue atrayendo mucha inversión. Esto reforzará la posición de Solvia como actor clave en el mercado, donde tenemos una más que contrastada experiencia. Hasta ahora, hemos gestionado casi 9.000 contratos de esta tipología de activos en toda España.

¿Cómo se van a comportar los precios de las transacciones en los próximos meses?

Aunque habrá que seguir analizando el impacto de la evolución de la inflación y de la incertidumbre económica, se prevé que los precios de la vivienda sigan creciendo, pero de forma más moderada, con aumentos de, aproximadamente, entre el 3% y el 5%. La razón es que, pese a que el crecimiento de la demanda se ralentice, continúa habiendo, como decíamos, una importante falta de stock de vivienda en el mercado. En este sentido, el incremento de precios será ligeramente superior en la vivienda de segunda mano. Aunque es cierto que el valor de los inmuebles de obra nueva creció en los meses anteriores por el encarecimiento de los costes de construcción y el aumento de la demanda, ahora, la falta de oferta de este producto nuevo ha llevado a los compradores a apostar por la vivienda usada, tensionando al alza los precios de este tipo de producto.

¿Cómo cree que deberían las normativas urbanísticas adaptarse a las nuevas necesidades?

La sociedad está en constante evolución y, por extensión, también el mercado de la vivienda. Por ello, es preciso que las normativas urbanísticas prioricen la seguridad jurídica y la flexibilidad para adaptarse a las nuevas necesidades de los demandantes. Para conseguirlo, el primer paso estará en resolver los “imponderables” del proceso de construcción actual, caracterizado por la diversidad regulatoria en cada autonomía, la imprevisibilidad en los plazos de desarrollo del suelo, la dificultad en la obtención de licencias, etc.

¿Está el ordenamiento jurídico y el mercado español preparados para afrontar un aumento importante de la inversión en este sector del living?.

El sector de living está atrayendo mucho capital en el sector por su gran atractivo. Sin embargo, en España, este ánimo inversor no va acompañado todavía de una oferta suficiente de estos servicios, ya que todavía sigue habiendo mucho desconocimiento general del concepto, y ni el ordenamiento jurídico ni el mercado están preparados todavía para afrontar un aumento importante de la inversión en este sector.

¿Cree necesaria una reordenación de los PGOU de las ciudades para dar cabida a nuevas tendencias inmobiliarias (Senior living, coliving, etc)

Aquí la clave es la seguridad jurídica, tener unas reglas del juego claras. Por ello, en la parte del urbanismo y ordenación del territorio ya se está poniendo mucho hincapié en el impulso de suelos que cumplan con este fin, dando cumplimiento a su objetivo e incorporando el uso de vivienda compartida como uso alternativo. También tenemos que percibir esa realidad y canalizarla mediante normas jurídicas que permitan establecer canales adecuados de desarrollo, y sin establecer obstáculos que supongan un freno. Todavía se está trabajando en ello, pero ya podemos ver el interés de algunas administraciones como el Ayuntamiento de Madrid, que está en proceso de promover medidas de modificación de reordenación de los PGOU en lo referente a espacios compartidos.

¿Cuáles son los retos más urgentes que debe llevar a cabo el sector inmobiliario?

Desde Solvia, identificamos tres retos fundamentales. El primero la falta de oferta de vivienda nueva. La importante subida en los precios de las materias primas, y de su trasporte, sumado a la escasez de mano de obra cualificada o los vaivenes regulatorios están reduciendo el número de nuevas promociones. Por otro lado, también es necesario incrementar el esfuerzo en el impulso de soluciones para el acceso de los jóvenes a la vivienda, con más producto inmobiliario asequible para estos públicos, con el objetivo de ayudarles a que se independicen antes. Finalmente, también estamos muy comprometidos con el reto de la sostenibilidad. Casi el 60% de la vivienda existente en nuestro país se construyó antes de 1979, fecha en la que comenzaron a entrar en vigor las primeras normas relacionadas con el aislamiento y la eficiencia energética. Aunque la sostenibilidad está en boca de todos, lo cierto es que este elemento es muy mejorable en el parque edificatorio español actual. Más aún si tenemos en cuenta que, según nuestro estudio ‘La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España’, un 54% de los compradores pagaría más por una vivienda sostenible, y el 95% de los españoles que quiere mudarse considera importante vivir en una casa sostenible.