Memorias de Málaga

Málaga cinema, un gran cine

Con un aforo de 2.000 butacas, el hermoso Málaga Cinema, inaugurado en 1935 en la plaza de Uncibay, cerró sus puertas en 1974. Su demolición fue un atentado contra el patrimonio cultural de la ciudad.

El Málaga Cinema en 1935, foto coloreada por Anton Ozomek.

El Málaga Cinema en 1935, foto coloreada por Anton Ozomek. / Archivo UMA-CTI

Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou

Y llegó la inauguración del Málaga Cinema, el local cinematográfico de más aforo de la capital, con dos mil asientos. El acontecimiento de su apertura fue el 31 de agosto de 1935. El promotor de la gran obra fue don Juan del Río González, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Del Río, tres años antes, se inició en el mundo de la exhibición cinematográfica con la construcción del cine Echegaray. Para la apertura se eligió la película española ‘La hermana San Sulpicio’, producida por Cifesa en 1934, interpretada por Imperio Argentina y Miguel Ligero y dirigida por Florián Rey, tres figuras del cine patrio con una filmografía relevante. El mismo Florián Rey, en 1928, también con Imperio Argentina, había rodado el mismo guión con el mismo título, en versión muda. O sea, repitió la versión con una gran diferencia: la primera era muda y la segunda sonora. Curiosamente el mismo director hizo lo propio con el guión de ‘La aldea maldita’; en 1927 la rodó en mudo y en 1942 la filmó en sonoro. Las dos versiones de ‘La aldea maldita’ se han pasado, creo, que por todos los cineclubes españoles, porque figuran entre las más sobresalientes del cine español de todos los tiempos.

Un detalle de la inauguración: un amigo de toda la vida, Manolo Caro, fallecido hace un par de años a punto de cumplir los 100, me contó que en la inauguración del Málaga Cinema estrenaba su primer traje, con tan mala fortuna que se le pegó a la butaca porque la pintura o el barniz estaba fresco. La empresa se hizo cargo del estropicio y le compró uno nuevo en Almacenes El Águila, a pocos metros del cine.

Treinta y nueve años después, el 15 de abril de 1974, con la proyección de la película ‘La túnica sagrada’, dirigida por Henry Koster con Richard Burton, Jean Simmons y Victor Mature de protagonistas y un Oscar en uno de sus apartados, cerró el cine y se procedió a su demolición, un atentado contra el patrimonio cultural de la ciudad.

Lo que se perdió

El arquitecto José Seguí escribió un documentado trabajo sobre el diseño y construcción del Málaga Cinema, publicado en la revista ‘Jábega’ meses antes de su demolición (diciembre de 1973), en el que comentaba «que es el ejemplo más válido que existe en la ciudad de la época española del expresionismo-racionalismo» y terminaba expresando lo que temía y sucedió meses después: «Temo mucho que esta obra del Málaga Cinema, hoy enclavada románticamente en uno de los especulativos más fuertes de la ciudad, sucumba ante los intereses de poner en su lugar una ‘hermosa’ torre de apartamentos y oficinas con muchos coches y aparcamientos en pleno centro de la ciudad y que la contaminación, la máquina y los intereses privados, acaben por ahogarnos algún día».

Más o menos así ocurrió.

Reestrenos y estrenos

Aunque la empresa basó su explotación como cine de reestreno (las películas estrenadas en el Echegaray se proyectaban un mes o meses después en el Málaga Cinema) optó por desviar algunas películas directamente al Málaga, no siempre las más flojas o de menor calidad. Según mis datos, en 1945, estrenó 15 películas; en 1946, 17; en 1947, 22; en 1948, 23… No las voy a citar todas, pero sí las más sobresalientes o conocidas como ‘Esmeralda la zíngara’, interpretada por Charles Laughton, en el papel de Quasidomo o el jorobado de Notre Dame, basada en la historia Victor Hugo; ‘Jack el destripador’, con George Sanders en el sanguinario personaje que ha inspirado varias películas; ‘Doña Bárbara’, presentación de la famosa actriz María Félix, la Doña, como era conocida en México; ‘Stella Dallas’, interpretada por Barbara Stanwyck…

Fue una sorpresa que una de las películas más celebradas por la crítica y que está entre las mejores de la historia cine, ‘La gran ilusión’, en lugar de ser presentada en el Echegaray, se estrenó en el Málaga. Francesa, dirigida por Jean Renoir e interpretada por Jean Gabin y Erich von Stroheim, entre otros, se centraba en la amistad de soldados alemanes y francesas en un campo de concentración.

Hubo también dos estrenos de películas españolas, una ‘Barrio’, con escenas rodadas en Málaga, y la otra, la que provocó graves problemas por su contenido. Me refiero a ‘El verdugo’, dirigida por Luis García Berlanga, con presiones a nivel diplomático entre España e Italia. La película era una coproducción entre los dos países. La historia era la de un joven que tiene que ejercer por primera vez el oficio de verdugo.

Otras películas estrenadas en aquellos años, alternando con reestrenos, fueron ‘Madame Sans Gens’, ‘Destino de un día’, ‘Conjura siciliana’, ‘La batalla de Inglaterra’, ‘Doctor Fausto’… y otras de procedencia mexicana, argentina, españolas…, entre ellas una de las creaciones de Sara Montiel, ‘La violetera’, un exitazo con largas colas en las taquillas. No llegó al éxito de ‘El último cuplé’, una de las películas españolas más taquilleras (creo que estuvo un año en cartel en el cine Rialto de Madrid). Sara Montiel era la estrella española que arrastraba más público en los años 1957 y 1958. ‘El último cuplé’ se estrenó en Málaga en el cine Victoria.

Málaga cinema, un gran cine

El pintor Diego Ceano, la pasada primavera con uno de sus cuadros, dedicado al Málaga Cinema. / A. V.

Las matinés

En los años 40 (hablamos del siglo pasado), el Málaga Cinema acertó de pleno al crear las llamadas matinées, que entonces se escribía en francés, hasta que la RAE la españolizó dejándola en matiné a secas. Las matinés del Málaga Cinema se celebraban los domingos la mañana.

La programación tenía como base una película que entonces conocíamos familiarmente como de ‘conboys’ (cowboy, vaquero en español), o película del Oeste por desarrollarse en el oeste americano, más tarde en western… y en el mundillo de la exhibición como ‘películas de caballitos’. Las películas del oeste eran casi todas iguales, predominando la matanza de indios y el beso final del protagonista a la rubia de turno. Los actores más conocidos eran Tom Mix, Ken Kaynard, Bob Steele, Buck Jones, Hoot Gibson, el coronel Tim McCoy (había sido coronel de algún regimiento americano), Tom Tyler, Lon Chaney Jr., y alguno que se me habrá pasado. En la filmografía de estos héroes del oeste americano se recogen hasta más de cien películas para cada uno de los citados.

Entonces, las películas del oeste duraban una hora; las otras, las de ‘amores’, las comedias, dramas, históricas… duraban hora y media. Después, y hasta ahora, la costumbre de ajustarse a los noventa minutos dejó de ser casi obligada. Desde hace bastante tiempo la duración de las películas no está sometida a ninguna regla.

La primera hora de la matiné se cubría con dibujos animados, cortos de Charlot, Gafitas, Tomasín, el Gordo y el Flaco, documentales… Empezaban a las 11 de la mañana y terminaban a la una de tarde. El precio del patio de butacas era de 30 céntimos de pesetas, y el del anfiteatro, 40, o sea, en aquella época 3 y 4 perras gordas. Traducido a céntimos de euros yo creo que ni 1 céntimo, esa monedilla que solo circula en los supermercados y farmacias.

La sala de pruebas

El único cine de Málaga que disponía de una sala de pruebas era el que comentamos. Seguramente don Juan del Río, de acuerdo con el arquitecto y técnicos que intervinieron en el proyecto, reservaron un espacio para crear algo desconocido en Málaga.

La sala de pruebas, destinada como se desprende de su denominación, a probar o ver las películas antes de su estreno; tenía capacidad para casi cien personas, lo que permitía al propietario y amigos, supongo, a ver en petit comité lo que después se proyectaría en el Echegaray y Málaga Cinema. Tenía unas butacas comodísimas, tapizadas de un gris claro… y si la película era un rollo (hoy coñazo), dormitar. El autor de estas líneas gestionó cerca de don Juan del Río el alquiler de la sala para las primeras sesiones del cineclub de Málaga, petición que aceptó, e incluso que la película programada se pasara dos veces para que los socios pudieran elegir la sesión de tarde o noche para la proyección.

Cuando se celebró la Semana de Cine Español en 1953, la Sala de Pruebas fue una de las dos sedes del certamen. Con el cine Victoria compartió el pase de las películas seleccionadas, tanto las de largo como las de cortometraje.

Grandes estrenos

Con el paso del tiempo, el Málaga Cinema se convirtió en cine de estreno, y en la etapa de Antonio Rey Soria, que se hizo cargo de los dos cines de la misma empresa, llegó a ofrecer lo mejor de los mejor, con el estreno de una de las cintas más esperadas: ‘Love Story’ (Historia de amor). El reparto lo encabezaban Ali MacGraw, Ryan O´Neil y Ray Milland. La banda sonora, del músico francés Francis Lai, que todavía se programa en la radio española, fue premiada con el Oscar a la mejor música de aquel año.

Los mellizos

Lo que nunca descubrieron los porteros del Málaga Cinema fue el truco de dos hermanos mellizos. Compraban una entrada. Uno entraba. Cuando terminaba la película (eran sesiones continuas), le decía al portero que iba a comprar chucherías en uno de los tenderetes que había a la puerta del cine. Entonces su hermano, que era igualito y vestía igual, le sustituía y veía la película sin pagar entrada.