Política

La izquierda malagueña y el peligro de pegarse un tiro en el pie

El cambio de liderazgo entre los representantes de Podemos en el Ayuntamiento de Málaga se ha venido gestando estas últimas semanas y tendrá un recorrido más amplio que no pierde de vista el convulso horizonte de las elecciones municipales de mayo de 2023

Paqui Macías y Nico Sguiglia.

Paqui Macías y Nico Sguiglia. / L. O.

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

El cambio de liderazgo entre los representantes de Podemos en el Ayuntamiento de Málaga se ha venido gestando estas últimas semanas y tendrá un recorrido más amplio que no pierde de vista el convulso horizonte de las elecciones municipales de mayo de 2023. 

Después de una asamblea, en la que incluso se produjeron roces internos, se tomó la decisión de que Nico Sguiglia sustituyera a Paqui Macías y fuera él quien liderara el proceso de confluencia en Málaga para las próximas elecciones municipales.

Podemos Málaga estuvo participando en las reuniones para conformar un frente amplio al estilo del de Por Andalucía que concurrió a las elecciones andaluzas, pero finalmente siguió su propio camino por indicación de la dirección nacional y no suscribió el acuerdo que, a nivel provincial, comparten a día de hoy Izquierda Unida, Más País, Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. El seguimiento de estos encuentros y la presencia en ellos por parte de la formación morada ha recaído, fundamentalmente, en el propio Sguiglia y en dirigentes provinciales de la fuerza morada como Maribel González Badía y José Piña.

La ruptura entre Podemos e IU a nivel nacional -con la plataforma en ciernes de Yolanda Díaz latente- también ha quedado patente, estas últimas semanas, en el grupo municipal de la capital malagueña y salpica de llenos los planes que uno y otro tienen para los comicios locales. 

Mientras Izquierda Unida ha postulado a la concejal Remedios Ramos como posible candidata a la alcaldía del frente amplio, la formación morada va por su cuenta -ya solo contaría para su proyecto con Alianza Verde- y ha activado un proceso de primarias a nivel nacional que arranca el 10 de octubre.

Tras su ascenso a portavoz municipal, todo indica que Nico Sguiglia aspirará a ser el candidato a la alcaldía malagueña y Paqui Macías -que también tuvo en el pasado la misma pretensión- podría dar un paso al lado. Como ha venido haciendo en todo momento, Sguiglia cumplirá el guion que marque una dirección nacional que sigue teniendo en la sombra a Pablo Iglesias

Y ahí es donde gana peso la posibilidad de que él se encargue de conformar una lista que estaría al margen de la de Izquierda Unida. O que, incluso, se lance a captar nuevos apoyos para una confluencia paralela y Podemos no se sume a IU, Más País, Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. 

Eso sería, según se comenta en los mentideros políticos, "pegarse un tiro en el pie" porque la izquierda malagueña acudiría fragmentada en distintas listas a los comicios locales y, por ejemplo, en la capital malagueña le pondría más fácil al PP el objetivo de la mayoría absoluta. O, en el resto de la provincia, pondrían en peligro algunas de las alcaldías conquistadas en 2019 o los resultados obtenidos por la anterior confluencia, ya que se dividiría el voto en aquellos municipios en las que la división se traduzca en listas separadas.

El escenario actual sitúa a Nico Sguiglia en Podemos con unos galones que lo enfrentan 'cuerpo a cuerpo' con Izquierda Unida, el partido en el que militó antes de aterrizar en una formación morada en la que también terminó protagonizando un cambio de sensibilidad política. De hecho, Sguiglia dejó a un lado su proximidad al sector Anticapitalistas y su afinidad a Teresa Rodríguez para cultivar un seguidismo del oficialismo de Pablo Iglesias que, ahora mismo, lo tiene en la cima que él ansiaba.

El político de origen argentino se ha convertido en portavoz municipal de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Málaga cuando solo faltan unos ocho meses para la celebración de unas elecciones municipales a las que, según apunta la lógica, él concurrirá con más protagonismo que nunca. En 2019, Sguiglia fue el número 3 de una lista encabezada por Eduardo Zorrilla en representación de Izquierda Unida y que tenía a su compañera morada en La Casona como número 2.  

Paqui Macías le ha cedido esta misma semana a Sguiglia el rol estelar de la portavocía municipal que ella ostentaba desde que a Podemos le tocó coger el testigo de IU para la segunda mitad de la legislatura, tal y como habían acordado ambas formaciones. Tras poco más de un año con esta responsabilidad, Macías pasaría a un segundo plano como portavoz adjunta de "forma temporal" y porque ha decidido volcarse más en la atención de "un problema familiar", según explicó ella en declaraciones realizadas en la información sobre el nuevo liderazgo de Sguiglia adelantada por La Opinión de Málaga.

Ahora bien, hace meses que en los mentideros de izquierda se asegura que Paqui Macías había perdido una parte de la influencia de la que gozaba en el seno de su partido. En mayo de 2021, Paqui Macías dejó de formar parte de la dirección nacional de Podemos, a la que había accedido un año antes, y la provincia de Málaga se quedó sin representantes en el aparato de Madrid. Una primavera después, en esa antesala del verano que se vio animada por la celebración de las elecciones andaluzas, Macías se dedicó de lleno a su anhelo de convertirse en parlamentaria en Sevilla. Por ello, llamó la atención la ausencia en la lista malagueña de Por Andalucía de la concejal de Podemos en la capital malagueña, quien anunció que había ganado las primarias internas de la formación morada y aspiraba a ir en el puesto 1 o en el 2 de la candidatura. Finalmente, no apareció en la nómina de candidatos porque había renunciado al sentirse desplazada de los puestos de salida. El lugar que estaba reservado para ella en un testimonial número 5 lo ocupó la coordinadora malagueña de Podemos y diputada provincial, Maribel González Badía.  

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