La inflación dispara las ayudas de Cáritas en Málaga para cubrir las necesidades básicas

La inflación es uno de los términos más usados en los últimos meses al afectar de lleno a cada ámbito de la vida diaria. El precio de la gasolina, de la factura de la luz y sobre todo de la cesta de la compra ha sido donde más se ha notado este fenómeno económico.

Una situación que ahoga la economía de los malagueños, y que ha disparado las denominadas como colas de hambre en Málaga. 

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La famosa cesta de Yolanda Díaz parece no ser suficiente para algunas familias, que se ven abocadas a pedir ayudas a algunas ONGs y asociaciones de la ciudad al no poder llenar la nevera. 

En esta línea, desde Cáritas Diocesana de Málaga han notificado un repunte en las solicitudes de ayuda alimentaria en la ciudad. Una situación que según estos tiene su principal causa en la inflación: «Desde julio hemos notado cierto repunte», asegura Francisco José Sánchez, el director de la entidad malagueña. 

Cáritas destina el 90% de sus ayudas a personas que tienen dificultad a la hora de acceder a necesidades básicas. De estas ayudas, el 84,9% se centra en la alimentación. 

El perfil de los que acuden a Cáritas también ha cambiado. Y es que no solo lo hacen quiénes se encuentran en desempleo o cuentan con una renta baja, sino también acuden a pedir ayuda personas que aún teniendo un trabajo, no llegan a cubrir las necesidades básicas. 

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Otro dato preocupante son las personas que vuelven de nuevo a pedir ayuda. A pesar de que casi el 15% ha mejorado su situación durante este año, debido a la inflación se han visto abocados a volver: «Muchos malagueños que ya habían dejado de venir, están volviendo», cuenta el director de la entidad. 

El alto coste de ciertos alimentos, provoca que ciertos alimentos sean prohibitivos por lo que la alimentación es peor. 

Llegar a final de mes es cada vez es más difícil para familias como la de Naomi - nombre ficticio-.  Ella es de ese 27,8% de usuarios que  ha acudido por primera vez a la entidad diocesana: «Comencé a venir hace un par de meses, cuando veía que o pagaba la casa o llenaba la cesta de la compra», cuenta. 

La factura de la luz, el alquiler unido a la vuelta al cole hicieron que Naomi saliese a buscar ayuda. Esta malagueña cuenta con un trabajo parcial, que aún así no le permite cubrir sus necesidades básicas: «Soy madre soltera y trabajo durante las mañanas como limpiadora. Antes hacía malabares para llegar a final de mes, destinaba el 70% de mi sueldo a gastos como la casa o la luz, ahora destino casi el 90%», asegura. 

Y añade: «Es vergonzoso que un trabajador o cualquier ciudadano no pueda tener una cesta de la compra digna».

Ayudas para pagar la luz

El alto coste de la electricidad ha provocado también repuntes en ayudas destinadas a pagar la factura de la luz o la vivienda. Del total de ayudas que Cáritas Diocesana ofrece, el 38% están destinadas a ayudas para el suministro. Estas consisten en cubrir el gasto de las facturas, como la luz. 

Cáritas no es la única entidad malagueña que ayuda a acabar con las famosas colas del hambre. En Málaga, el comedor social 'Yo Soy Tú' ofrece desayunos y comidas diarias a unos 1.800 usuarios. 

Esta plataforma es a su vez el mayor comedor social de Andalucía.  Y es que el 60% de los usuarios provienen de zonas catalogadas como desfavorecidas por la Junta de Andalucía y están en riesgo de exclusión social «con una situación muy vulnerable».

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Además, de personas derivadas por los Servicios Sociales, Cruz Roja, Cáritas, CEAR o personas refugiadas a causa de la Guerra de Ucrania, entre otros.