Salud mental

La pandemia dispara la atención a adolescentes por salud mental

El Día de la Salud Mental pone el foco en que la mitad de los trastornos de este ámbito comienzan a los 14 años y el 15% de los jóvenes presenta actualmente síntomas de depresión

Acto del Día de la SaludMental en el HospitalClínico de Málaga.

Acto del Día de la SaludMental en el HospitalClínico de Málaga. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

Los grandes centros hospitalarios de Málaga conmemoraron ayer el Día Mundial de la Salud Mental con el foco puesto en las franjas de edad más jóvenes, porque la pandemia ha disparado las primeras atenciones a adolescentes. Además, como ayer subrayaron los responsables de las unidades de Salud Mental de dichos hospitales, alrededor de la mitad de los trastornos de salud mental comienzan a los 14 años.

Un dato que manejan los expertos y que puede extrapolarse al conjunto del país es el relativo a depresiones «graves o moderadamente graves», que en este momento se atribuyen al 15% de todos los adolescentes. Son números ofrecidos esta semana por Unicef España y que parten de una encuesta realizada sobre hasta 40.000 adolescentes.

La ideación suicida se eleva al 10,8% en el caso de esa franja de edad. Si bien la mitad de los trastornos se inicia a los 14 años, un 75% se desarrolla a los 24, pero la mayoría no se detecta y, por tanto, no se trata. Ahí es donde radica el principal problema, como señalan los propios jefes de las unidades de Salud Mental en la provincia de Málaga.

El jefe de servicio de Salud Mental en el Hospital Regional, Antonio Bordallo, incide en que al aislamiento derivado del uso y abuso de las redes sociales hay que agregarle situaciones inéditas vividas durante la pandemia y que han disparado los casos de primera atención a los más jóvenes. El mensaje que se lanza a los progenitores es el de afrontar estos casos con la debida prudencia.

El homólogo de Bordallo en el Hospital Clínico, Javier Romero, insiste en que hay muchos episodios que padecen los adolescentes y que responden a «crisis puntuales», por lo que no requieren del protocolo que se establece en casos de padecer una enfermedad mental. Y expresa que a esas edades los jóvenes todavía están en formación, por lo que los cuadros acarreados por la pandemia no tienen que implicar algo que vaya más allá de una crisis derivada de la coyuntura actual.

Bordallo argumenta que, en edad adolescente, haber perdido determinados hábitos sociales o sufrido pérdidas familiares genera una mayor desestabilización en la persona. Contrastan esos problemas que ha derivado la pandemia entre los adolescentes con los que puedan haber podido manejar personas en edad adulta.

El director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, fue contundente al exigir de urgencia actuaciones dirigidas por la administración para mejorar la salud mental entre los más jóvenes. «Porque no son cifras frías sobre salud mental, son niños y adolescentes que merecen ser escuchados pero para mejorar su bienestar emocional y acabar con el tabú y el estigma social, es necesario invertir más en esta franja de la población».

Vera no ocultó que es importante la inversión contemplada en los últimos Presupuestos Generales del Estado y la puesta en marcha de la línea 024 de atención al suicidio, pero incidió en dotar con más recursos el Plan de Acción de Salud Mental 2022-24 para la infancia y la adolescencia.