Crónicas de la ciudad

Una mejora evidente en la Torre del Atabal

Ya están en marcha las obras en el entorno del BIC que da nombre al Puerto de la Torre. Su acceso por la calle Rosa García Ascot ya no es un camino de cabras

Las obras de acceso a la torre por la calle Rosa García Ascot, el pasado lunes.

Las obras de acceso a la torre por la calle Rosa García Ascot, el pasado lunes. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Ayer, esta sección se daba una vuelta por la cima del Monte San Antón para constatar, una vez más, que los lugares públicos de difícil acceso para nuestros políticos no sólo son los más proclives a los vándalos sino también los que más tiempo pueden permanecer en un estado lamentable, como también lo podemos comprobar desde hace lustros con el Mirador de Gibralfaro, a un tiro de piedra del Ayuntamiento... sólo que demasiado cuesta arriba.

Otro lugar de complicado acceso para nuestros cargos públicos es la torre del Atabal, el símbolo del Puerto de la Torre, sin embargo, en este caso nuestro Consistorio ya le está poniendo remedio estos días. Eso sí, lo hace después de que la Asociación de Vecinos del Puerto de la Torre hace siete años reclamara la reforma de este parque, al tiempo que recordaba que la mejora ya aparecía en forma de promesa electoral de los populares en 2007. Pero nunca es tarde para cumplir. 

El parque de la Torre del Atabal se había convertido en una espléndida plataforma para celebrar botellón y su torre, polémicamente restaurada en 2001 -el resultado no le gustó ni a los vecinos ni al alcalde-, hoy se encuentra atiborrada de pintadas.

La Torre del Atabal, un BIC con pintadas, el pasado lunes.

La Torre del Atabal, un BIC con pintadas, el pasado lunes. / A.V.

En cualquier caso, toca felicitar al Ayuntamiento porque se ha puesto manos a la obra en serio. Prueba de ello son las obras que pueden verse ya por el estrecho acceso de la calle dedicada a la compositora Rosa García Ascot, que era un camino de cabras sólo apto para las montesas y que se está adaptando para el peatón.

Mientras duran las obras los dos principales accesos a la torre están cortados pero quedan otros secundarios, uno de ellos plagado de cacas de perro difíciles de driblar hasta para Messi.

Con las obras vendrán escalinatas y barandillas de madera y el camino de tierra en principio se compacta y se colocan cunetas para las lluvias, que en algunos tramos estaban dejando el cerro con mallas de protección, por los desplomes de tierra.

Mallas metálicas de protección para proteger de desprendimientos de tierra.

Mallas metálicas de protección para proteger de desprendimientos de tierra. / A.V.

En lo alto, donde la chata torre del Atabal asoma como puede, este BIC castellano del siglo XV, construido sobre una torre árabe de uno o dos siglos antes, ya está acompañado por las instalaciones eléctricas que dejarán paso a nuevas farolas. Ojalá que duren más que las anteriores y si continuaran las pedradas botelloneras, que las luces se sustituyan con periodicidad.

El Ayuntamiento informó el pasado mes de julio de que las obras no contemplaban intervenir en la torre. Si así fuera restaría una intervención urgente para eliminar todas las pintadas ‘expresionistas’ que expresan... tan pocas luces. Ánimo.

Suscríbete para seguir leyendo