Memoria Democrática

Losada condiciona la retirada de Carlos Haya y García Morato del callejero de Málaga al dictamen del Supremo

La edil de Cultura espera los resultados de un estudio independiente sobre el origen de las condecoraciones a los dos aviadores franquistas - La oposición exige que se cumpla con el acuerdo plenario de 2018

Una imagen del Ayuntamiento de Málaga.

Una imagen del Ayuntamiento de Málaga. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Málaga no avanzará en la retirada de los nombres Carlos de Haya y García Morato del callejero de la ciudad mientras no haya un pronunciamiento de Tribunal Supremo, que está estudiando la modificación de 52 calles y plazas de Madrid al considerarse como una exaltación del franquismo.

Es lo que la edil de Cultura en el Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada, ha explicado con contundencia durante la Comisión de Cultura, en la que se ha debatido una moción socialista sobre el cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Democrática que entrará en vigor mañana tras su publicación en BOE.

"Saben perfectamente que este ayuntamiento no puede hacerlo mientras exista un procedimiento judicial en el Tribunal Supremo que viene a dilucidar si el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica -la de 2007, que se sustituye ahora con la nueva ley- contempla retirar vestigios franquistas y cuál es su extensión", ha afirmado Losada.

Por otro lado, Losada ha recordado que el Área de Cultura encargó a un historiador que determinase si estas dos avenidas se ajustan al artículo 15 de la antigua ley, al que se le ha apremiado para contar cuanto antes con las conclusiones finales.

Por todo ello, Ciudadanos y el Partido Popular han votado en contra de dos acuerdos propuestos por el Partido Socialista en los que se pedía el cambio de nombre en estas dos avenidas, Carlos Haya y García Morato, así como que se retiren las letras de piedra en la isleta frente al Hospital Regional, que también se refieren al aviador franquista Carlos Haya.

"Saben ustedes perfectamente que existen dudas sobre si Carlos Haya se le condecoró por sus méritos como aviador, que eran muchos, o por exaltación como aviador franquista", ha añadido Losada.

Frente a esto, la oposición ha exigido que se cumpla con el acuerdo plenario de 2018 en el que se acordó sustituir la avenida Carlos Haya por Camino de Antequera que, por cierto, era su denominación original, así como que se convoque la Comisión de Memoria Democrática.

Sobre esto último, la concejala de Cultura ha asegurado que se convocará antes de que termine el año.

"Exigimos el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática para eliminar de nuestro callejero las denominaciones de los militares franquistas, como Carlos Haya y García Morato. No vemos avances en este asunto", ha insistido la edil socialista Lorena Doña.

"Se comprometieron a la retirada de las letras, en pleno al cambio de la avenida de Carlos Haya y hasta ahora nunca más se supo. Es por salud democrática que se convoque cuanto antes con urgencia la Comisión de Memoria Histórica", ha añadido la concejala de Unidas Podemos, Remedios Ramos.

Por el contrario, sí ha salido adelante un punto en el que se acuerda cumplir "como no puede ser de otra manera" con la Ley de Memoria Democrática.

¿Qué dice la nueva ley sobre los nombres franquistas en el callejero?

En su artículo 35, el nuevo texto considera como "elementos contrarios a la memoria democrática" de las "edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".

Se incluyen también las "referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".

En este sentido, se indica a las administraciones públicas que "n el ejercicio de sus competencias y territorio", adopten la retirada de estos elementos.