Salud

La diabetes puede multiplicar por cuatro el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular

María Asunción Martínez, coordinadora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, advierte que 1 de cada 3 casos de diabetes tipo 2 no está diagnosticado, por lo que la educación diabetológica se antoja fundamental - Este tipo de diabetes precisa de una base muy sólida de hábitos de vida saludable para su adecuado control

En Andalucía, 1 de cada 3 casos de diabetes tipo 2 no está diagnosticado.

En Andalucía, 1 de cada 3 casos de diabetes tipo 2 no está diagnosticado. / Freepik

Más de un millón de andaluces padecen diabetes, casi el 10% de la población. Esta enfermedad crónica, cuya forma más común es la tipo 2, se presenta cuando el páncreas no es capaz de secretar suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. En Andalucía, 1 de cada 3 casos de diabetes tipo 2 no está diagnosticado, por lo que la educación diabetológica se antoja fundamental.

La diabetes distingue entre el tipo 1 y el 2. La principal diferencia es que en el primero de ellos el cuerpo no produce insulina, mientras que en el segundo la insulina que produce es insuficiente para el organismo. La segunda gran desigualdad es que el tipo 1 está diagnosticado en su totalidad y el tipo 2 escapa fácilmente al diagnóstico, por lo que muchas personas no saben que la tienen.

Es aquí donde los expertos se detienen en resaltar la importancia de la prevención, pues un diagnóstico a tiempo evitaría el desarrollo de complicaciones futuras. La diabetes tipo 2 supone entre el 90% y 95% de los casos y puede llegar a prevenirse con estilos de vida saludable. «Sus principales factores de riesgo asociados son la edad, el sexo masculino, el nivel socioeconómico y educativo y, de forma muy clara, la obesidad y el sedentarismo», traslada María Asunción Martínez, coordinadora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía.

Por tanto, la diabetes tipo 2 precisa de una base muy sólida de hábitos de vida saludable para su adecuado control. Estos son, según esta profesional, una alimentación que siga el patrón de dieta mediterránea; actividad física regular y evitar o corregir el sobrepeso y la obesidad. «La educación diabetológica es un elemento clave para que la persona con diabetes y sus cuidadores puedan autogestionar su enfermedad en el día a día», defiende María Asunción.

Cualquier persona que padezca diabetes debe monitorizar correctamente sus niveles de glucosa, generalmente a través de la glucemia capilar o con monitorización de glucosa intersticial. Esto resulta indispensable para el ajuste del tratamiento insulínico. Y para ello, defienden esta profesional, es fundamental que esta educación terapéutica vaya encaminada en la línea de permitir el autocontrol de la enfermedad.

Con ello, además, se minimizará el riesgo de descompensaciones agudas, disminuyendo el desarrollo de complicaciones crónicas «y mejorando la calidad de vida de los pacientes, al dotarlos de herramientas de autocuidado». Todo esto resulta de real importancia, puesto que la diabetes puede desembocar en complicaciones que pongan en riesgo la salud del paciente.

«La diabetes puede multiplicar por cuatro el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular», advierte María Asunción Martínez. Esta enfermedad crónica puede , además, presentar complicaciones macrovasculares como la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular o arteriopatía periférica. Y microvasculares, como son la enfermedad renal crónica, la retinopatía diabética o la neuropatía diabética.

Asimismo, la diabetes «es la causa más frecuente de necesidad de terapia sustitutiva renal -diálisis o trasplante-, de amputación no traumática de miembros inferiores o de ceguera en personas en edad laboral. Su impacto sanitario y social es enorme», advierte la coordinadora del Plan de Diabetes andaluz.

Por todo ello, un diagnóstico precoz de la diabetes es indispensable para poner en marcha estrategias de tratamiento que favorezcan la detección precoz de todas estas complicaciones. Por eso, «es muy importante que en esta patología, con el impacto y la prevalencia que tiene, se definan líneas estratégicas a largo plazo para conseguir mejores resultados en salud».

En este sentido, María Asunción destaca la implantación de programas de cribado sistemático de complicaciones crónicas de la diabetes, por su capacidad para detectar y tratar de forma precoz la enfermedad: «Es un elemento clave que refuerza la capacidad de respuesta de por parte de los equipos de Atención Primaria». También, la incorporación de tecnologías avanzadas en el control de la diabetes, «como lo ha sido la monitorización flash de glucosa, que permite poner en marcha sistemas de seguimiento remoto que facilitan la accesibilidad de estos pacientes a la atención diabetológica».

Plan Integral de Diabetes

En Andalucía, desde la puesta en marcha del I Plan de Diabetes «los resultados han mejorado ostensiblemente en términos de mortalidad e ingresos por complicaciones crónicas de la diabetes, así como en la discapacidad visual por retinopatía diabética».

Esto, asegura María Asunción, confirma la efectividad de las líneas de actuación que componen el plan andaluz: «Contamos con un Programa de Despistaje Precoz de Retinopatía Diabética, referente a nivel nacional e internacional, que ha sido reconocido por la OMS y la Comisión Europea por su efectividad».

Además, el desarrollo de la tecnología aplicada a la diabetes y de la educación diabetológica «ha sido espectacular en los últimos años y ha reportado un enorme beneficio en términos de control glucémico y de mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 1 y progresivamente también con las de tipo 2».

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