Buenas prácticas

«En nuestra generación de profesorado hay aún machismo y estereotipos»

La UMA publica una novedosa Guía de buenas prácticas docentes en género e igualdad

Las profesoras Fátima Cisneros y Carolina Jiménez. | L.O.

Las profesoras Fátima Cisneros y Carolina Jiménez. | L.O. / susana fernández. málagas.f.

¿Entiendo que dedicar cumplidos o comentarios halagadores a las alumnas en un entorno distendido puede resultar incómodo? Esta es una de las preguntas que invitan al profesorado a reflexionar en la ‘Guía de buenas prácticas docentes en género e igualdad’, publicada por la Universidad de Málaga. Un manual que pretende ayudar a eliminar comportamientos o actitudes machistas y de desigualdad en el aula e integrar la perspectiva de género en las clases.

«Considerábamos que era una asignatura pendiente del profesorado, que no está obligado a formarse en género pero sabemos que hay actitudes que no son del todo igualitarias en el aula», explica Carolina Jiménez Sánchez, coordinadora de este manual junto a Fátima Cisneros Ávila.

Ambas profesoras de la Facultad de Derecho han trabajado durante cuatro años junto a otros compañeros en dos proyectos de innovación educativa financiados por la UMA cuyo objetivo final era publicar esta guía que, aunque parte de la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la enseñanza de las Ciencias Sociales y Jurídicas, puede ser útil para docentes de cualquier área.

El volumen, publicado por UMA Editorial, define las buenas y malas prácticas relacionadas con la igualdad, además de dar herramientas para identificar comportamientos machistas en el aula o casos de acoso. «Hacemos hincapié en la necesidad de que el docente conozca los instrumentos que tiene la Universidad para luchar contra el acoso sexual y que no minimice este tipo de comportamientos», indica la profesora de Derecho Penal Fátima Cisneros.

La elaboración de esta guía les ha permitido confirmar que sí, que existen casos de acoso en la Universidad, tanto de profesorado a alumnado, como entre estudiantes o entre docentes. Pero «permanecen normalmente ocultos».

«Una pequeña parte llega a esas herramientas que tiene la Universidad y se queda en una resolución digamos discreta. No sale a la luz. Pero se trabaja para solventar todos los casos que llegan», apunta Carolina Jiménez, profesora de Derecho Internacional.

El problema, creen, es tal vez que esas medidas de la UMA, como el Protocolo para la prevención y protección frente al acoso sexual, son «desgraciadamente muy desconocidas».

La buena noticia es que el trabajo de estas docentes con esta guía las ha dado a conocer entre el alumnado como referentes en igualdad y eso ha permitido aflorar casos de acoso. «A lo largo de estos cuatro años nos han llegado personas diciendo ‘estoy sufriendo un caso de acoso’. Es un tema actual, real, que se sigue dando», afirman.

Así, apuntan que son situaciones que a lo mejor no se dan «de manera muy explícita» en las clases, pero sí fuera de ellas. Por eso, además de lanzar el mensaje de que hay «herramientas tanto institucionales como humanas para apoyar a quien esté sufriendo un caso de acoso, han incluido en la guía consejos para los docentes.

«Hay un epígrafe que es ‘tutorías y otras actividades fuera del aula’ y ahí se dan indicaciones de cómo prevenir comportamientos para una situación incómoda del alumnado, aún siendo inconsciente por parte del profesorado», detalla Fátima Cisneros.

Lenguaje inclusivo

Por supuesto, esta guía de buenas prácticas también habla del lenguaje inclusivo, uno de los temas por los que más les han preguntado otros profesores al saber que estaba trabajando en estos proyectos. Por ejemplo, se recomienda utilizar los términos ‘alumnado’ o ‘estudiantado’ frente a ‘alumnos’ o ‘estudiantes’ y usar el femenino cuando hay una mayoría de mujeres en el aula.

Por otro lado, este manual también puede ser útil para quien quiera un «nivel más avanzado» en cuanto a dar sus clases con perspectiva de género activamente.

«Son dos cosas, cómo das las clases con perspectiva de género y qué das, que el contenido refleje el conocimiento creado por mujeres, los temas que nos afectan directamente...», afirma Carolina, que también es coordinadora del Máster en Igualdad y Género de la UMA.

Pero, en definitiva, ¿qué tiene que tener claro un docente para educar en igualdad y con perspectiva de género? Carolina Jiménez reconoce que una de las cosas más complicadas es eliminar los estereotipos de género del discurso. Además, no deben pasarse por alto los micromachismos que se producen en el aula.

Ambas coordinadoras coinciden en que el éxito sería que esta guía llegase a manos de alguien que, «por convicción, se mantiene al margen de todo esto, como si no fuera con él» y admiten que hay machismo en todas las generaciones. «Creemos que en nuestra generación de profesores y profesoras no hay estereotipos o comportamientos machistas y sí que los hay y los hemos identificado. Ahí es donde la guía puede jugar un papel importante para que puedan corregirse esas conductas», dicen.

En su opinión, no ha habido un retroceso en la lucha por la igualdad, pero sí una polarización más fuerte que años atrás que está en la sociedad y, por tanto, también en la Universidad. «Cuando hablo, por ejemplo, de los delitos de violencia de género siempre hay un discurso reaccionario dentro del aula y a me sorprende porque son generaciones que yo entendía que eso lo habían superado», lamenta la profesora de Derecho Penal.

Ambas docentes admiten que queda mucho por hacer y rechazan que ese «sector tanto de alumnado como de profesorado que está en el discurso ultraconservador» las señale por defender una perspectiva de género: «Creen que tus conocimientos no son tan objetivos o que no eres tan eminencia como otros. Te ponen una etiqueta: ‘la profesora feminista’».

Respecto a lo ocurrido hace unas semanas en el Colegio Mayor Elías Ahúja de Madrid, lo tienen claro. «No hay ningún debate, es un acto condenable desde todos los puntos de vista, un acto donde se ejerce violencia verbal», zanjan.

Esta guía de la UMA puede contribuir a eliminar actitudes machistas y de desigualdad en este ámbito. Entender la Universidad sin un espíritu crítico no tiene sentido para estas profesoras. «Si quieres estar en la vanguardia del conocimiento pero no haces perspectiva de género, donde estás es en la retaguardia», concluyen.

El trabajo de un equipo multidisciplinar

La ‘Guía de buenas prácticas docentes en género e igualdad’ ha contado con profesores de distintas titulaciones como Derecho, Periodismo, Estudios Sociales o Criminología. Un equipo multidisciplinar necesario para abarcar «las mayores realidades posibles». Coordinados por Carolina Jiménez y Fátima Cisneros, los autores y autoras de la publicación, cuya presentación oficial está aún pendiente, son María Remedios Zamora, Andrés Bautista, Elena Avilés, María Izco, Magdalena Martín, María José Benítez, Noelia Corral y María Eugenia González.

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