Urbanismo

Atentados urbanísticos: una lacra muy española

El periodista y escritor Andrés Rubio, autor del ensayo ‘España fea’ sobre el caos urbano en nuestro país, alabó el martes en la sede del OMAU la recuperación del Centro Histórico de Málaga pero criticó el hotel rascacielos previsto en el Puerto, mencionado en su libro, y el proyecto urbanístico de los terrenos de Repsol. También abogó por una implicación mayor del Estado para proteger el paisaje como hace Francia desde los años 70

Andrés Rubio, autor del ensayo 'España fea', el pasado martes en la sede del OMAU con Guillermo Busutil

Andrés Rubio, autor del ensayo 'España fea', el pasado martes en la sede del OMAU con Guillermo Busutil / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Con tres ediciones desde que salió en abril de este año, el ensayo ‘España fea. El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia’ (Debate) es una radiografía implacable del urbanismo salvaje en nuestro país desde la muerte de Franco, un desfile de datos y ejemplos sobre atentados urbanísticos y paisajísticos en toda España.

Su autor, el periodista Andrés Rubio, antiguo jefe de Cultura de El País, charló el pasado martes en la sede del Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU) durante cerca de dos horas con Guillermo Busutil, Premio Nacional de Periodismo Cultural 2021, dentro del ciclo del OMAU Ciudades Paralelas que dirige y que ya ha abordado la ciudad de los arquitectos, de los artistas y de los directores.

Para el ensayista, el urbanismo descontrolado español que, como sostiene en el libro, proviene del Franquismo y continuó tras el dictador porque la Democracia no sólo no logró domarlo sino que profundizó en él, se debe a una «triada letal» formada por «la especulación caótica, corrupción política e incultura».

A este respecto, subrayó que produce «estupor e incredulidad ver cómo los políticos siguen apostando por la construcción con el mantra del progreso y los puestos de trabajo. Ya no es creíble».

A su juicio, ante una escasez de cultura urbanística que comienza en los propios presidentes del Gobierno, es necesario educar a la clase política, «porque los intereses que se mueven son tan grandes y la incultura tan grande, que la salida no es únicamente el activismo».

Portada del ensayo.

Portada del ensayo.

«Falta de patriotismo»

Para Andrés Rubio, que también lamentó el poco interés de los medios de comunicación españoles por el Urbanismo y la falta de espíritu crítico de los arquitectos «ante algo que estaba pasando y era intolerable», el desordenado desarrollo urbanístico en España «en el fondo es una falta de patriotismo, porque en el libro defiendo que el patriotismo bien entendido pasa por el paisaje».

En relación con el amor y la la defensa del paisaje, Guillermo Busutil resaltó el ejemplo que está dando el país galo desde mediados de los 70, cuando el presidente Giscard d´Estaing hizo un llamamiento para luchar contra «el afeamiento de Francia». A este respecto Andrés Rubio destacó que la solución fue crear el Conservatorio del Litoral, lo que se ha traducido en una «descomposición urbana de la costa» al recuperar el Estado francés en estas décadas 1.600 kilómetros de litoral para limpiarlos de construcciones invasivas.

El experto señaló que en Cataluña se quiere poner en marcha una entidad parecida y se preguntó «por qué esa institución no surge del Estado para toda España».

También comparó las competencias urbanísticas de ayuntamientos y comunidades autónomas en nuestro país frente al caso francés, que cuenta con sendos cuerpos de arquitectos y urbanistas del Estado, «formados por altos funcionarios, independientes y bien remunerados y por tanto incorruptibles», un modelo que también cree que se debería aplicar a este lado de los Pirineos.

El investigador también defendió la rehabilitación y reutilización ante la «sobreexplotación» del suelo en España pero lanzó un advertencia: «La batalla la perderemos todos si desde la política y el Estado no se toman las medidas necesarias. La llave está en el poder».

Infografía promocional de la Torre del Puerto desde la playa de la Malagueta.

Infografía promocional de la Torre del Puerto desde la playa de la Malagueta. / L.O.

El caso de Málaga

La construcción desaforada y la destrucción del litoral en la Costa del Sol está presente con numerosos ejemplos en este demoledor ensayo, que también se detiene en Málaga capital.

A este respecto, Andrés Rubio alabó durante la charla en el OMAU la recuperación del Centro Histórico de Málaga pero a preguntas del público se detuvo en dos proyectos muy discutidos: la Torre del Puerto en el Dique de Levante y el plan urbanístico de los antiguos terrenos de Repsol.

Del hotel rascacielos del Puerto, que aparece mencionado en su libro como atentado paisajístico a evitar, señaló que la mejor opción es «no hacerlo», para que se mantenga, sin ningún rascacielos detrás, la «hermosa Farola».

En este sentido, el autor puso el ejemplo de otra construcción que pudo evitarse y que tuvo el respaldo de la Autoridad Portuaria, en este caso la de Barcelona: el Hotel Vela de Ricardo Bofill, «que tapa las vistas de toda la playa de la Barceloneta y todo el horizonte marino se pierde por culpa del hotel», lamentó. En cuanto a su diseñó resaltó la «merma» de la inspiración de Ricardo Bofill «y el resultado es un rascacielos bastante mazacote y rechoncho que no consigue parecer una vela».

En relación con el proyecto urbanístico para Repsol en Málaga, una parcela que ha visto disminuir los metros cuadrados de zonas verdes de forma llamativa desde los iniciales 177.000 del PGOU de 1983 para dejar sitio a cuatro rascacielos y un centro comercial, entre otras construcciones, Andrés Rubio manifestó que «en la etapa que vivimos, con el territorio claramente sobreconstruido, cualquier emprendimiento de este tipo hay que mirarlo con una mirada sumamente crítica porque suelen tener siempre una base especulativa; estamos en una época en la que no hacer, deshacer y rehacer debería ser el leit motiv», remarcó.