Desaconsejan en Málaga pistachos o algarrobas como alternativas frente al olivar

La mayor parte de la provincia de Málaga donde hasta ahora se han cultivado hectáreas y hectáreas de olivos no resulta como territorio aconsejable donde producir pistachos o algarrobas. Así lo descartan expertos y técnicos de algunos de los principales sindicatos agrarios, al analizar dichos «superalimentos» y su viabilidad en plena lucha contra la despoblación.

Al pistacho le supone un hándicap la falta de contrastes de temperatura significativos entre las noches y los días. Y la situación del algarrobo es bien diferente. Este árbol es de crecimiento muy lento, de manera que las fincas que prescindieran de los olivos tardarían incluso toda una generación o dos hasta que empezaran a recogerse las primeras algarrobas, como señala un portavoz del sindicato agrario COAG en la provincia malagueña.

Lo cierto es que pistacho y algarroba figuran en muchas dietas saludables como alimentos ideales. Ambos poseen muchos nutrientes, como le ocurre al aguacate, poseen aceites de origen vegetal muy preciados por sus características y, lo que resulta aún más llamativo, tienen un alto grado de antioxidantes, vitales para retrasar el deterioro físico y fortalecer incluso al cuerpo en su lucha frente a potenciales tumores.

Además, algunos de los proyectos vinculados a estos cultivos poseen en teoría ayudas de distintas administraciones. En la lucha contra la despoblación, por ejemplo, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía acaba de otorgar ayudas a un total de 12 proyectos correspondientes a pymes del sector agrario y alimentario dentro del entorno de Archidona, concretamente de su comarca, Nororma.

La puesta en marcha de una planta de procesado de pistacho figura, así como la creación de una granja avícola u otra de producción de miel, dentro de un cupo que recibirá una aportación de más de 600.000 euros. Está previsto que se generen otros 700.000 euros y nuevos puestos de trabajo en una comarca que también empieza a recuperar habitantes.

La algarroba ha experimentado un aumento de precio exponencial durante estos últimos años. De hecho, este verano se han disparado los robos en áreas de España como la Comunidad Valenciana. En dicho territorio se han esclarecido más de 80 robos y unas 110 toneladas de producto, al tiempo que se detenían a un total de 18 personas.

Una de las cuestiones que ha elevado los precios en origen parte de la versatilidad de la algarroba en la producción de cosméticos. Durante años la algarroba se usaba sólo como pienso para animales. En este momento un saco de algarrobas, con una capacidad de 25 a 30 kilos, puede reportar al agricultor de 50 a 60 euros. Y un árbol puede producir hasta 300 kilos, de manera que puede generar para el agricultor más de 500 euros.

La provincia de Málaga conoce lo que supone un árbol tan rentable, en cuanto a la proliferación durante años de los robos en el campo. Aguacates y mangos fueron objetivo de redes que robaban fruta aprovechando las horas en las que no había nadie en las fincas, si bien es cierto que las medidas de la administración en cuanto a trazabilidad han reducido dichos robos.

Los pistachos tienen por su parte grasas saludables y figuran como importante fuente de proteínas, fibra y antioxidantes. Los investigadores afirman que se asocia este fruto seco con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y cánceres. Los últimos estudios apuntan a que los antioxidantes «podrían ayudar a inhibir el crecimiento de células tumorales, células de cáncer de mama, hígado y colon, en un entorno de laboratorio».

Asimismo, la algarroba es el fruto del algarrobo. Este árbol es propio de la región mediterránea y su fruto pertenece a la familia de las legumbres Destaca como alternativa comercial al cacao.

Suscríbete para seguir leyendo