Educación

El plan energético de los alumnos del IES Belén

La propuesta de este instituto malagueño coincide con el plan que la Junta de Andalucía tiene en marcha para la instalación de paneles solares fotovoltaicos en 30 centros de la provincia con una inversión de 9,3 millones - Descubren a través de un proyecto que el centro se ahorraría 25.000 euros en luz con placas solares

Los ocho alumnos y alumnas del IES Belén que han realizado un proyecto para que su instituto instale paneles solares.

Los ocho alumnos y alumnas del IES Belén que han realizado un proyecto para que su instituto instale paneles solares. / L. O.

Clase de Tecnología Industrial de 1º de Bachillerato. Un grupo de alumnos se enfrenta a un reto: ¿Qué haría falta para que la energía que necesita su instituto se produjera a través de paneles solares? ¿Supondría un ahorro ahora que la factura de la luz está disparada o el coste de la instalación sería demasiado alto? Parten de cero y no saben que la Junta de Andalucía ha empezado a instalar paneles solares fotovoltaicos en 430 centros educativos de la comunidad, 30 de ellos en Málaga. En paralelo a la actuación de la administración, ocho estudiantes del IES Belén de la capital malagueña están diseñando su propio plan de energías renovables.

El profesor Ricardo Bailey se limitó a lanzarles este reto a principios de curso y en apenas dos meses ya han conseguido la suficiente información para llegar a una conclusión de lo más relevante: su instituto se ahorraría unos 25.000 euros al año en la factura de la luz si instalase paneles solares.

La instalación, según los fabricantes e instaladores con los que han contactado los alumnos, costaría entre 50.000 y 63.000 euros que se podrían pagar a plazos, pero lo interesante es que la inversión se amortizaría en dos años.

Con 81 paneles solares, este instituto del distrito Carretera de Cádiz tendría electricidad incluso para devolver a la red a partir de las tres de la tarde. Por ello, algunos profesionales les han propuesto instalar dos enchufes para cargar coches eléctricos en el barrio. La instalación podría estar lista en un mes.

Además de recabar los datos económicos, los estudiantes también han investigado cómo funcionan las placas solares, cuáles son las más adecuadas para su instituto, el impacto medioambiental de la energía eléctrica o la huella de carbono en el caso de no poner este sistema energético. Incluso, dos alumnas han aprendido a usar desde cero un programa de modelado 3D básico para hacer una maqueta del instituto.

«Nuestro proyecto no es sólo para que el centro mejore, sino para concienciar de que todo es posible y que hay que luchar contra el cambio climático», explican.

Aseguran que la parte que más les ha costado hasta ahora ha sido la colaboración de las empresas. «De muchos de los correos que mandamos, sólo fueron respondidos varios y sólo tres empresas se presentaron en nuestro instituto para ver el terreno y hacer un estudio», cuentan.

Ahora están elaborando un vídeo explicativo de su proyecto para presentarlo al equipo directivo del IES Belén, al Consejo Escolar y difundirlo en las redes sociales del centro. El objetivo es que sea una realidad porque, como comenta su profesor, lo sorprendente es que los centros educativos puedan ahorrarse esa importante cantidad de dinero, que podría dedicarse a multitud de proyectos educativos, pero ninguno de la zona lo haya hecho aún. «Lo vamos a presentar como un proyecto y como una pequeña alarma porque aquí sol hay una barbaridad y hay que aprovecharlo», defiende este docente.

Apuesta por las renovables

Eso es lo que está haciendo ya la Junta de Andalucía, aunque por ahora sólo en treinta centros malagueños entre los que no está incluido el IES Belén.

Tras realizar dos programas piloto en 2020 en tres centros de la provincia, la Agencia Pública Andaluza de Educación incluyó en el Plan de Infraestructuras Educativas de 2021 un programa destinado a instalar bioclimatización, mediante refrigeración adiabática y con apoyo de energía solar fotovoltaica en 430 centros andaluces, con un presupuesto de 140 millones de euros.

Este plan está actualmente en ejecución y en la provincia de Málaga se están desarrollando un total de 30 intervenciones, 20 en centros de Infantil y Primaria y otras 10 en institutos de Secundaria, con un presupuesto estimado superior a los 9,3 millones de euros. Según los datos de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP, 25 de las actuaciones están en fase de construcción, tres están contratadas y pendientes de inicio y dos están aún en contratación.

Las cada vez más elevadas temperaturas en Málaga han llevado a la Junta de Andalucía a diseñar este plan. Así, los trabajos consisten, por un lado en la instalación de refrigeración adiabática a fin de suavizar las temperaturas en las aulas durante los meses de verano y, por otro, en la colocación de paneles solares fotovoltaicos, de 15 kW de potencia instalada, para la producción de energía eléctrica. La superficie media de paneles en cada centro es de 200 metros cuadrados.

Las 31 instalaciones de placas solares en la provincia (incluida la del plan piloto de 2020) supondrán una producción global fotovoltaica de 866.729 kWh/año y evitarán la emisión a la atmósfera de unas 450 toneladas de gases de efecto invernadero cada año. La Consejería añade que la energía que se genere se destinará a autoconsumo, con posibilidad de vertido a la red.

Además, en coincidencia con las conclusiones de los alumnos del IES Belén, Educación remarca que el uso de energías renovables reducirá el gasto en consumo eléctrico y, por tanto, supondrá también un ahorro económico. Estas actuaciones cuentan con financiación europea.

Los centros en los que se están instalando estas medidas de bioclimatización se encuentran en las localidades de Alhaurín el Grande, Álora, Archidona, Cártama, Casarabonela, Coín, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Pizarra, Archidona, Estación de Cártama, Carratraca y Fuente de Piedra.

Los alumnos del IES Belén no saben si su proyecto podría recibir financiación de la Junta de Andalucía, aunque su profesor apunta que podría recurrirse a la partida presupuestaria del propio centro.

Marina, Paula, Pablo, Valeria, Pablo David, Jing Jing, Alba y Aliyan saben que «proyectos de esta envergadura son muy costosos», pero creen que «todos los colegios deben advertir a sus alumnos sobre el cambio climático ya que es el futuro que nos espera; si queremos vivir en un mundo mejor debemos ser conscientes de qué hacer para mejorarlo», afirman.

Esta es una de las conclusiones de un proyecto en el que, al margen de los contenidos curriculares, han aprendido una lección fundamental: a resolver un problema por sí mismos, incluso sin la ayuda del profesor. «Se han dado cuenta de toda la capacidad que tienen», resume el docente.

La otra conclusión es que, aunque aún no tienen una fecha, su instituto tendrá placas solares y ellos volverán «a los periódicos» con nuevos proyectos.

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