La Geología busca su sitio en Málaga

A finales de mayo acababa una aventura de seis años con una inversión privada de 60.000 euros sin ninguna ayuda oficial: cerraba sus puertas el Aula Museo de Geología ‘Minerales y Tesoros de la Tierra’, en calle Bailén, en La Trinidad.

Su promotor, el ingeniero geólogo malagueño Juan Carlos Romero, después de trabajar largos años en países como Reino Unido, Irlanda, Catar o los Emiratos Árabes Unidos, había decidido regresar a su ciudad natal y al barrio familiar para montar en 2016 este proyecto de divulgación. «Trabajamos con los pilares de turismo, cultura, educación y también con la economía, porque mira cómo están las materias primas ahora», contaba hace unos días a La Opinión.

La subida del alquiler del local de 170 m2 había hecho imposible abordar los gastos y tuvo que echar el cierre a este proyecto único en Andalucía. Por el camino se queda con la satisfacción de centenares de colegiales y estudiantes que han conocido en esas instalaciones la desconocida riqueza geológica y mineral de la provincia de Málaga, que tiene los mayores yacimientos de cromo, níquel y grafito de España y con un mineral único en el mundo: el cuarzo azul, que sólo se localiza en Antequera y Archidona.

Esta labor de divulgación científica le valió en 2021 el reconocimiento de la Academia Malagueña de Ciencias, que le otorgó una placa de honor.

Juan Carlos Romero lamenta que, sin embargo, por parte de las administraciones no haya recibido respaldo alguno, si bien pocos días antes del cierre, recibió la visita del alcalde, Francisco de la Torre. «Es un poco tarde, la verdad, después de seis años pero se agradece la buena voluntad y el gesto, por lo menos tuve la oportunidad explicarle el contenido y proyección del proyecto».

Como explica, nada más visitar el aula museo el propio alcalde le llevó a visitar el vecino Museo del Cautivo, en la creencia de que la cofradía iba abandonar esas instalaciones pronto. «El edificio me pareció extraordinario, encaja con las dimensiones nuestras, pero al parecer, la cofradía ha comunicado que no se marcha», señaló.

Más tarde, también por indicación del alcalde, explica Juan Carlos Romero, sondeó si el IMV tenía algún local disponible, «pero la única opción estaba en Soliva, muy lejos del Centro de Málaga», lamenta.

Sin noticias de la Diputación

Lo que al geólogo le parece inexplicable es la falta de interés de la Diputación de Málaga, «cuando uno de los objetivos es poner en valor esos recursos de nuestra provincia, recursos geológicos, mineros y también industriales».

En su opinión, pese a que la minería tiene «una imagen bastante perniciosa y tóxica», considera que «se puede hacer una explotación ordenada y con todos los requisitos ambientales porque es un recurso que genera riqueza y hay que saber aprovecharlo; las sociedades sin materias primas no avanzan, imagínate la importancia que están teniendo las tierras raras, el níquel o el grafito en la tecnología».

Autor del proyecto de Geoparque del Guadalhorce, que promovió con un grupo de empresarios de Álora, lamenta que ahora los alcaldes de los municipios afectados «nos hayan echado del barco».

Montecorto

Algo que sí va por buen camino es el centro de interpretación que el geólogo está montando en el nuevo municipio de Montecorto, con menos de 600 habitantes, «para enseñar a los visitantes la importancia de la minería de hierro gracias al interés de la Alcaldía, que duplica o triplica el de Málaga capital». Juan Carlos Romero detalla que la previsión es que el centro pueda inaugurarse en diciembre y en proyecto está también acondicionar unas antiguas galerías romanas, «para que las puedan visitar colegios, institutos, extranjeros y también aprovechar y hacer rutas naturales por la zona, con lo que sería un recurso turístico ligado a la Geología y la minería».

El experto explica que el aula museo ni lo tiene montado como un negocio ni vive de él, pues continúa realizando trabajos de ingeniería civil, pero le gustaría seguir adelante con este proyecto divulgativo y volver a contar con sede fija. Mientras tanto, recorre los centros educativos de la provincia ofreciendo talleres de minerales y dando a conocer las riquezas del subsuelo de la provincia, a la espera de una ayuda institucional.

«Tampoco pedimos mucho, hablamos de 50 o 60.000 euros que pudieran ayudar para un local. Pienso que a estos proyectos que son emprendedores hay que darles un pequeño empujoncito nada más», argumenta.