Las monjas que nunca estuvieron en calle Marqués

Pese a que, como reiteran los amantes de los tópicos, vivimos en la era de la información, en Málaga a la hora de plasmarla en un espacio público no es complicado que esta cojee.

A este respecto, recordarán el ‘panel desinformativo’ junto a la capilla del Puerto, en el Muelle Uno, para más inri en español e inglés y que desde hace años pregona un suceso de ciencia ficción: el ataque que sufrió Málaga hace siglos de una escuadra naval flamenca (de Flandes), algo que jamás ocurrió.

Algo parecido encontramos en la calle Moreno Carbonero, la que comunica con el Mercado de Atarazanas. Y es una lástima porque se trata de una placa de cerámica instalada con la mejor voluntad del mundo, pero con un error de bulto.

La placa está en un lateral de un edificio que en la plaza de Camas da a la calle Marqués y que cuenta con dos de sus cuatro plantas con pinturas barrocas preservadas.

Pues bien, el texto de la placa informa de que en 2017 concluyó la rehabilitación de la fachada, lo que ha permitido conservar las barandillas y pinturas originales con elementos decorativos característicos del barroco andaluz del XVIII, con la significativa presencia de sendas representaciones de la Santísima Trinidad y la Concepción de la Virgen María.

Y aquí viene el error de bulto porque aventura que podría haber sido el edificio de alguien cercano al clero, ya que las franciscanas de la Concepción, las clarisas, tenían su convento en calle Marqués en 1518.

El convento de Santa Clara, sin embargo, nunca estuvo en esta calle, pues primero estuvo donde luego se abrió la calle Duque de la Victoria y más tarde en la plaza de Capuchinos. 

¿Qué convento había allí?

El profesor de Historia del Arte de la UMA Francisco Rodríguez Marín, autor de la importante monografía ‘Málaga conventual’, informó ayer a esta sección de que en realidad, al final de la calle Marqués estaban las monjas franciscanas de La Paz, que luego se trasladaron a la plaza de la Merced y más tarde, tras la desamortización, al actual edificio de la Calzada de la Trinidad.

Esa casa conventual de calle Marqués, junto a la plaza de Arriola, cuenta el experto que pasó a ser asilo de huérfanas y por el Catastro de Ensenada se sabe que tenía una fachada de 18 metros de largo y 30 de fondo la parcela. Quizás midiendo la fachada se podría averiguar si se trata del antiguo edificio del convento, luego asilo, muy transformado con el tiempo, eso sí.

En todo caso, recuerda el profesor, nuestro Ayuntamiento debía haber supervisado el texto del panel de cerámica para evitar lo que hoy tenemos: un error histórico a la vista de todos.

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