Crónicas de la ciudad

Un basurero bajo el mismo viaducto de la A-7

Casi en la confluencia con la vía del tren, cerca del Tarajal, los más tarugos del mundo animal han convertido los bajos de la autovía en una escombrera sin fin

Detalle del basurero bajo el viaducto, esta semana.

Detalle del basurero bajo el viaducto, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Hay un lugar que el Mediterráneo halaga, donde la tierra pierde su valor elemental (...) Saliendo de Málaga, siguiendo la línea ondulante de la costa, se entra en el imperio de la luz». La frase, como muchos sabrán, es de José Ortega y Gasset y se refiere a sus años de estudiante en el Colegio del Palo, aunque todo hay que decir que la luz la encontró más en el barrio que en el colegio, que no le gustó demasiado.

Por la misma regla de tres, hay un lugar que el Mediterráneo parece repudiar y sólo hay que salir de Málaga y seguir la línea ondulante del río Guadalhorce para toparse con él, un imperio de oscuridad y basura que parece una artística ‘performance’ sobre Vladimir Putin.

La zona en cuestión, un auténtico Purgatorio sobre la Tierra, se encuentra a pocos metros de la intersección de la A-7, la autovía del Mediterráneo con la vía del tren, pero bajo ella; es decir, se encuentra debajo del viaducto, muy cerca del barrio de El Tarajal y sobre todo del lado del diseminado de Los Chopos.

Entrada al basurero ilegal esta semana.

Entrada al basurero ilegal esta semana. / A.V.

Según cuentan los vecinos de este último núcleo la procesión de camiones y furgonetas con escombros y basuras varias es una constante, lo que evidencia la magnitud del problema: un respetable basurero ‘techado’ bajo la A-7, ideal para todo tipo de tarugos sin escrúpulos y eso que a un tiro de piedra hay un centro que transforma los escombros en áridos.

La concejala Paqui Macías, de Podemos, examinó la zona esta semana con vecinos de Los Chopos.

La concejala Paqui Macías, de Podemos, examinó la zona esta semana con vecinos de Los Chopos. / A.V.

Pero estos especímenes del mundo animal, suponemos que con carné de conducir, prefieren enriquecer el estercolero y a otra cosa.

Si no fuera un topicazo el panorama sería «dantesco»; dejémoslo en «putinesco»: bajo el viaducto se extiende una densa alfombra de porquería en la que no falta el carrito de la compra, un buen número de neumáticos viejos, escombros, ropa en diferentes estados de descomposición, un carrito de bebé, muebles deconstruidos y un sinfín de inmundicias varias.

Canal de agua que desemboca en el Guadalhorce, junto al basurero.

Canal de agua que desemboca en el Guadalhorce, junto al basurero. / A.V.

A un lado, también con alguna rueda y muebles en su seno, corretea como puede un canal de aguas negras y densas que, aseguran los vecinos, salen de Mercamálaga. Fuera o no el caso, no estaría mal un análisis del líquido oscuro para averiguar si son aguas con más porquería que la funda de un jamón, como aparentan.

En resumen, afortunadamente el joven Ortega y Gasset ya no se encuentra entre nosotros y se ha librado de otear este imperio de oscuridad a la salida de Málaga. Por cierto que como quien dice a la vuelta de la esquina están los terrenos de la Expo 27, la de la sostenibilidad. Por favor, cuando puedan limpien este insostenible antro. Gracias.

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