Crónicas de la ciudad

Haza del Campillo Alto, una cápsula verde en el tiempo

Esta barriada de los años 40 en Gamarra cuenta con uno de los rincones más bonitos de Málaga gracias a sus dos espacios verdes conectados y a la Parroquia de la Purísima

La plaza de Prudencio Jiménez en la parroquia de la Purísima, el corazón de Haza del Campillo, en Gamarra.

La plaza de Prudencio Jiménez en la parroquia de la Purísima, el corazón de Haza del Campillo, en Gamarra. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El rodaje del El camino de los ingleses, la adaptación que Antonio Banderashizo de la novela de Antonio Soler, refleja una Málaga bañada por la luz que poco a poco va siendo tomada por la lluvia, a juego con el destino de los personajes.

Muy logrado fue el regreso a los años 70 de un tramo de la calle Mármoles, con sus cabinas telefónicas y esos letreros de las tiendas tan llamativos y que, como una invasión publicitaria, se extendían por todas las calles del Centro, ya fuera sobre edificios del XIX o levantados antes de ayer.

Especial relevancia en la película tiene la luminosa plaza de la Inmaculada, en Churriana, un trozo del antiguo pueblo incorporado a Málaga que sigue detenido en el tiempo, milagrosamente a salvo del Urbanismo asilvestrado.

Hace un tiempo, una productora consultó al firmante sobre rincones de Málaga detenidos en el tiempo, acordes para reflejar la ciudad de hace unas décadas y sugirió otro rincón ‘de película’, en la zona de Gamarra.

Se trata del antiguo barrio del Haza del Campillo Alto, reminiscencia de esa gran zona de huertas que se extendía calle Mármoles arriba y que poco a poco se fue urbanizando.

Plaza de Prudencio Jiménez, en homenaje al antiguo párroco de la Purísima.

Plaza de Prudencio Jiménez, en homenaje al antiguo párroco de la Purísima. / A.V.

Construida al comienzo de los años 40 por la Falange, al igual que la barriada del Haza de Cuevas, las dos inicialmente pensadas para descongestionar el hacinamiento en El Perchely La Trinidad, en la del Campillo se diseñó un pequeño pueblo, con una calle diagonal arbolada, la avenida de la Purísima, que comunica con la plaza de la Iglesia de la Purísima Concepción, una plaza dedicada al que fue párroco muchos años, el padre Prudencio Jiménez

Al otro extremo de este espacio, por cierto, se encuentra a modo de blanco torreón la antigua sede de la Falange, hoy sede de la Asociación de Vecinos de Gamarra y de la Asociación de Jubilados del barrio.

La que fuera primitiva sede de la Falange es hoy la sede de la asociación de vecinos y jubilados de Gamarra.

La que fuera primitiva sede de la Falange es hoy la sede de la asociación de vecinos y jubilados de Gamarra. / A.V.

Este trozo del Urbanismo de la posguerra permanece encapsulado en el tiempo y lo mejor es el pequeño ‘corredor verde’ de la avenida y la plaza en un entorno con tan pocos espacios verdes y la gran iglesia, tan característica de esos años y que parece prima de la parroquia de San José Obrero de Carranque y de la del Corpus Christi en Pedregalejo, entre otras.

Así que el paseante se topa con plátanos orientales, yucas, ficus, naranjos, con una altiva palmera washingtonia y con una sobria fuente circular en la plaza.

Es uno de los rincones más bonitos de Málaga, anímense a visitarlo quienes no lo conozcan, por vivir en otra zona. Y las productoras ya saben: a Gamarra.

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