Crónicas de la ciudad

Un centro de interpretación asomado al Guadalmedina

La veterana parcela junto a la Peña Recreativa Trinitaria podría servir de Centro de Interpretación del Solar Malagueño, vista su intención de permanencia

El solar trinitario, hace unos días.

El solar trinitario, hace unos días. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Con el cambio de siglo, Málaga, vista desde el aire, parecía una urbe bombardeada por una potencia enemiga. Una parte importante lucía, a modo de cráteres, decenas de solares a cielo abierto, algunos repletos de basura y otros coronados por cerros de escombros, mayormente en el Centro y sus barrios históricos.

El paso al siglo XXI no auguraba la gran transformación de nuestros días, por eso el gran fotógrafo Pepe Ponce publicó ‘Solar del Paraíso’, una llamada de atención ante los índices de decrepitud e inmortalizó estos solares con la cámara, algunos de ellos donde hoy se levantan apartamentos turísticos, bares y restaurantes; por descontado.

La enfermedad solariega fue decreciendo, aunque el barrio de La Trinidad continúa en nuestros días luciendo algunos de los solares fotografiados hace cerca de dos décadas, como lleva tanto tiempo denunciando la asociación de vecinos.

En todo caso, la activación del Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas ha servido para encarrilar, por la senda de la construcción, muchos de estos terrenos díscolos y ha sido de bastante utilidad. Eso sí, llama la atención que algunos de ellos consten en él desde hace 23 años, con la indicación de que la Gerencia Municipal de Urbanismo continúa indagando sobre la identidad de los propietarios, lo que colocaría estas parcelas de Málaga a un nivel de investigación parecido al de quienes aún buscan a los culpables del asesinato de Kennedy o del hundimiento del Maine

El solar desde la plaza de la Aurora, hace siete años.

El solar desde la plaza de la Aurora, hace siete años. / A.V.

También es llamativo que, al menos en el registro actualizado de noviembre, no aparezcan dos solares que conforman una parcela en forma de ele en la plaza de la Aurora, junto a la Peña Trinitaria y asomada al río. 

En las fotos aéreas oficiales se aprecia que el primero de ellos ya faltaba de su domicilio en el año 2001 y el segundo, un edificio con un patio interior, no constaba ya en 2004.

Desde hace años se emplea como aparcamiento y luce un ‘cablerío’ aéreo grueso y espectacular que puede transportar al turista a Calcuta. Llama la atención también el revestimiento color ocre de las paredes desnudas, tras la desaparición de los edificios. Se trata de poliuretano proyectado que se emplea como aislante térmico con la pega de que es ignífugo.

Dado su privilegiado emplazamiento asomado al río, bien podría el Ayuntamiento convertir en solar en un Centro de Interpretación del Solar Malagueño, para que los visitantes conocieran esta plaga secular, su evolución y las parcelas con más décadas a la espera de una oportunidad. De nada.

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