El rey veinteañero de las tartas de queso

Con 26 años recién cumplidos, el malagueño Ricardo Álvarez ya tiene la satisfacción de llevar dos tiendas a sus espaldas que dan trabajo a una quincena de personas. Su labor ya le deparó un importante reconocimiento por parte de la Junta de Andalucía: el Premio Andalucía Joven 2022, en la modalidad Emprendimiento Joven Empezar.

Todo comenzó con su marcha a Madrid, al IES María de Zayas de Majadahonda, para estudiar técnico superior en dirección en Cocina. «Es algo que recomiendo porque te abre las puertas del mundo laboral; las escuelas trabajan con miles de restaurantes que no miran quién eres sino si tienes ganas, aunque luego hay que demostrarlo», cuenta a La Opinión.

En su caso, el periodo de prácticas, durante cinco meses, fue en el famoso restaurante Diverxo de ‘Dabiz’ Muñoz. «Fue durísimo. Es una escuela de aprendizaje pero es sólo una parte de la Hostelería. Hay que estar psicológicamente preparados para estar ahí», resume. El caso es que, con sólo 20, 21 años, su paso por Diverxo le permitió abrir un restaurante en Alcobendas como jefe de cocina, con la carta de su autoría y tras un año, pasó dos temporadas en Ibiza en un restaurante de Mauricio Giovanini después de formarse con él en Marbella.

«Y ahí entró la pandemia y me rompe todos los planes», reconoce. Acostumbrado a trabajar de lunes a domingo, Ricardo confiesa que se desesperó. «No estaba acostumbrado a estar parado, necesitaba actividad».

Pero el joven pensó en el boyante mundo de las tartas de queso, una moda muy en boga en Madrid y Barcelona. «Ahorré un poquito y dije: por qué no, ha sido una evolución muy grande pero siempre he empezado desde abajo», explica.

La primera Cheesequería

Y así, en julio de 2021 abría su primera tienda, ‘La Cheesequería’ en la avenida del Mayorazgo, 26, «una tienda con una vitrina en la calle y una terracita con cuatro o cinco mesas que es la que ha hecho que hoy estemos en el Centro de Málaga», explica.

Y aunque asegura que estuvo valorando muchas opciones, entre ellas Echeverría de Huelin y Teatinos, finalmente para su segunda tienda, que abrió el pasado mes de septiembre, escogió el Centro Histórico y en concreto la calle Carretería, «pese a que sabía que venía este pedazo de obra pero confiamos en este sitio».

Como detalla, dependiendo de la temporada han llegado a tener 25 sabores diferentes; «depende de la temporada porque hay tartas que sólo hacemos en Navidad, en San Valentín, en Semana Santa... Ahora mismo hay 15 o 16 sabores en la vitrina, intentamos sacar siempre nuevos para que el público semanal, cuando venga, tenga algo diferente». Entre los sabores: tarta de queso payoyo, Flor Bermeja, torta del Casar...

Como curiosidad, por la mañana, cuenta, el público «es cien por cien extranjero, vive en apartamentos turísticos, se toma su bagel, su croissant y a las 3, 4 de la tarde es cuando empieza la merienda». Lo que a Ricardo más le satisface es que los clientes acuden a buscarlos: «Doy gracias porque nuestra marca se ha dado a conocer y eso ha hecho que en una calle como esta vengan a buscarnos, no dependemos de la gente de paso», subraya.

Roscos de Reyes

Desde el 20 de diciembre, la tienda del joven malagueño ofrece roscos de reyes en formato mini para ponerse a tono con las fiestas y ya se pueden adquirir a tamaño normal en las variedades de «rosco clásico sin relleno, el clásico con nata, de sabor a pistacho y de sabor a galleta Lotus». Además, Ricardo Álvarez explica que para los días 5 y 6 de enero habrá una «edición especial» de un roscón de reyes «sólo disponible en tienda y sin reserva».

El joven malagueño sigue ilusionado al frente de los dos negocios, trabajando de lunes a domingo «y si alguien tiene que entrar en estas fechas a las 5 de la mañana, el primero que entra soy yo».

Y cuando le preguntan por la expansión de su negocio fuera de Málaga, en Madrid por ejemplo, prefiere andar con tiento: «Sólo me lanzaría con un grupo o inversor importante».

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