Robos en comercios

Ladrones con órdenes de alejamiento de tiendas de La Línea prueban suerte en Málaga

La Policía Local detiene a cuatro personas, dos de ellas con prohibiciones para entrar en algunos comercios gaditanos por reincidir en hechos similares, tras ser soprendidos con casi 500 euros en prendas sustraídas en el Zara del centro comercial Larios

Imagen de archivo de unos de los accesos al centro comercial Larios.

Imagen de archivo de unos de los accesos al centro comercial Larios. / ÁLEX ZEA

18.00 horas del 5 de enero, tarde de Reyes. El único varón del grupo vigilaba desde la puerta que Zara tiene en el centro comercial Larios. Controlaba visualmente los pasillos y la actividad de sus tres compañeras, con una de las cuales se comunicaba permanentemente a través del teléfono. Otra llevaba la voz cantante dentro de la tienda. Indicaba a sus socias qué prendas tenían que darle para quitarle hábilmente la alarma con una herramienta e introducirla en las dos bolsas que sostenía otra. Esta cadena de producción fue detectada por el vigilante de seguridad de la franquicia, que fue tras las mujeres en cuanto salieron de la tienda en una dirección diferente a la de su compañero, que logró desaparecer. Cuando fueron interceptadas, dos agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga que trabajaban de paisano por la zona se dirigían al lugar tras la llamada del vigilante. El trabajador tuvo que esforzarse para que una de las mujeres, muy alterada y negándose a esperar la llegada de los agentes para comprobar el contenido de las bolsas, no huyera bajo la excusa de que su hijo de 10 años se encontraba solo en otro punto del recinto.

Ya presentes, y tras confirmar que el asunto del menor sólo era una artimaña, los policías locales identificaron a las mujeres, todas vecinas de la Línea de la Concepción (Cádiz) y procedieron a la inspección de las bolsas. Contaron hasta 17 prendas, todas ellas completamente nuevas, comercializadas por Zara y con sus correspondientes etiquetas. Los precios sumaron casi 500 euros. En el bolso de la jefa, los agentes encontraron una llave tipo Allen y un punzón con los que logró quitar las alarmas. También llevaba el mando de un coche con el que aseguraron que se habían desplazado desde la localidad gaditana hasta la Málaga. Dijeron que estaba aparcado fuera, en las inmediaciones, y uno de los agentes fue a comprobarlo. Lo encontró con un hombre dentro que se hizo el sueco. Tras algunas contradicciones, el tipo, también vecino de La Línea, reconoció que había venido a la capital con tres amigas. El vigilante lo reconoció después como el hombre que colaboraba con ellas desde la puerta de la tienda. Los agentes del GIP detuvieron al grupo y, ya en sede policial, verificaron que dos los implicados tenían en vigor órdenes de alejamiento de algunos comercios de La Línea de la Concepción por hechos similares. Según las fuentes, sus traslados desde el municipio gaditano tienen el objetivo de evitar las consecuencias legales que supone quebrantar dichas medidas cautelares, ya que en Málaga sólo les atribuirían las sustracciones.

Otros tres detenidos

No es el único incidente registrado en los últimos días en el mismo centro comercial. Esta semana, agentes del GIP de la Policía Local han detenido a tres vecinos de Málaga por presuntamente sustraer en una tienda prendas valoradas en más de 750 euros. Los policías, también de paisano, vieron llegar en coche a las inmediaciones del centro a tres hombres a los que ya conocían por hechos similares. Tras aparcar, los jóvenes, uno de ellos con una bolsa vacía, entraron en el recinto y los policías decidieron esperar cerca del vehículo. Minutos después, el chico de la bolsa salió con esta llena y esperó a los otros dos junto al coche. Ya reunidos, fueron interceptados. Los agentes se identificaron como tales y comprobaron el contenido de la bolsa, que estaba apantallada con papel de aluminio, un sistema que permite eludir las alarmas de las tiendas. Había doce artículos, todos de la marca Umbro, cuyos precios de las etiquetas sumaban más de 750 euros.

Preguntados por el origen de los productos, el chico de la bolsa dijo abiertamente que los había robado e intentó deshacerse de un utensilio supuestamente utilizado para quitar las alarmas a las prendas, pero fue recuperado por los funcionarios. Mientras dos de los policías se quedaron con los sospechosos, el tercero fue a la tienda de Umbro con los artículos, que fueron reconocidos por la dependienta. Miraron las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad: uno de los jóvenes entretenía a la dependienta, mientras otro introducía prendas en la bolsa y el tercero vigilaba.

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