Sierra de Churriana

Los socios del coto de caza de Churriana remarcan que es un área muy segura

Frente a las quejas de los ecologistas de Ciriana recalcan la vigilancia y respeto por la ley y que nunca ha habido accidentes con los vecinos

Guarda rural en el coto de caza de la Sierra de Churriana.

Guarda rural en el coto de caza de la Sierra de Churriana. / Archivo Coto de Caza

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El Coto Sociedad de Cazadores Cantera de Churriana, que gestiona el coto de caza de la Sierra de Churriana, ha negado las críticas de la Asociación Ecologista Ciriana del pasado lunes en este periódico por presunto peligro por la presencia de los límites del coto, señalado con carteles, a pocos metros de viviendas de la Sierra de Churriana.

Víctor Villalobos, guarda rural del coto y responsable sindical del Sector Guardias Rurales de Andalucía FTSP-USO, en declaraciones a La Opinión lamentó que Ciriana no contactara con esta sociedad para recabar información y señaló que el coto se encuentra dividido en tres zonas, una denominada ‘de reserva’ «en la que se prohíbe totalmente la caza», una segunda destinada al adiestramiento de perros «y no a la caza y sólo en la modalidad ‘de dientes’» y por último una tercera zona donde sí se permite cazar y que debe estar «a una distancia mínima de 250 metros de cualquier núcleo urbano o rural, incluidos edificios aislados».

«Me choca que Ciriana comente que hay riesgo de que te peguen un tiro porque la zona de caza jamás ha estado cerca de las casas, ya que en esa parte no se caza y jamás se les ha escapado un tiro».

Víctor Villalobos detalló que los carteles del coto próximos a las viviendas de la Sierra se han colocado «de forma disuasoria para que no venga nadie, porque es una zona regulada y no se puede cazar».

En este sentido el guarda rural y responsable sindical informó de que cada cuatro años la Junta de Andalucía presenta un plan técnico de caza que establece los criterios de gestión cinegética y periodos de veda, «obligatorio para conservar la diversidad biológica» y debe ser cumplido por la sociedad que gestiona el coto de caza. Además, esto conlleva la inspección de un agente medioambiental que establece los límites de la zona de reserva, la de adiestramiento y la de caza.

El Coto Sociedad de Cazadores Cantera de Churriana gestiona este terreno de caza de 415 hectáreas desde al menos los años 70 y está formado por cerca de un centenar de socios «que son vecinos Churriana de toda la vida», informó el guarda forestal, que destacó que el coto cuenta con su propio número de registro, por lo que se encuentra regulado por la Junta de Andalucía.

Un guarda rellena un bebedero para animales.

Un guarda rellena un bebedero para animales. / Archivo Coto de Caza

Se trata de un terreno en el que se practica la caza menor, en concreto de la perdiz, el conejo y la paloma torcaz. «En la Sierra de Churriana hay cabra montés pero no se caza porque por hectáreas no tenemos los permisos pertinentes; al contrario, se la mima y le hemos puesto bebederos en las canteras», explicó Víctor Villalobos, que detalló que la única excepción que se hace con la caza mayor es con el jabalí, pero siempre con un permiso previo, «por el problema de los daños que causan porque hay una densidad cada vez mayor».

Otras funciones

El guarda rural quiso también resaltar las otras funciones que cumple el coto de la Sierra de Churriana, como la vigilancia y prevención de incendios durante el incendio en Alhaurín de la Torre y la Sierra de Mijas el verano pasado, «limpiando a pico y pala todos los caminos y llevando remolques de agua»; la denuncia de vertidos de escombros y su retirada; el control del furtivismo; el rescate de animales y traslado a protectoras; la mencionada construcción de bebederos además de comederos para todo tipo de especies; la señalización de pozos; la búsqueda de personas y el control de plagas.

«Hay muchas acciones que las hacemos de forma altruista. Además, la caza sin duda beneficia a la biodiversidad, al trabajar los cazadores y los guardas rurales de caza en la mejora de los hábitats de los cotos y con ello de las especies protegidas», concluyó. 

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