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Crónicas de la ciudad

Adiós a las mugrientas placas picassianas

El Ayuntamiento retira las fallidas placas en edificios ligados a Picasso después de años de abandono. Cultura pondrá placas parecidas a las de ‘Málaga Hace Historia’

La placa bilingüe ilegible junto al antiguo colegio de Picasso, en calle Comedias, ya ha sido retirada del suelo. A.V.

Más de una vez hemos comentado cómo en Málaga patinan desde siempre los pequeños detalles, aunque sean clamorosos, como esa pintada con tantos galones de veteranía frente al Ayuntamiento o en una glorieta centenaria del Parque; el estado perpetuo y comatoso del mirador de Gibralfaro o los muchos años que en la esquina de calle Granada con San Agustín faltó de su domicilio el cartel que anunciaba a visitantes y turistas la dirección del Museo Picasso, que en esos tiempos, casualidades de la vida, los gestionaba una administración rival.

Pese a la preocupante legión de cargos de confianza y chiringos innecesarios con los que los partidos en España han ido colonizando las administraciones -una situación de la que no ha escapado nuestro Consistorio- ni siquiera las ‘brigadas paracaidistas’ han conseguido que los fallos que un turista finlandés capta en una mañana de paseo por la ciudad tengan arreglo, cuando menos, en el mismo año.

Por eso, hay que celebrar con alegría, pese a los años de dejadez, que en este Año Picasso, el del cincuentenario de la muerte del artista más famoso del siglo XX, se hayan empezado a tomar medidas con ciertos elementos.

Como muchos recordarán, nuestro Ayuntamiento tuvo hace lustros una idea que iba contra las leyes de la Física: llenar el Centro de planchas de metacrilato para que así se pudieran contemplar los restos arqueológicos que había debajo.

El invento no funcionó casi desde la primera mañana por el viejísimo fenómeno de la condensación: las planchas se llenaron de gotitas y no se veía un pimiento. Nuestros políticos, que obviaron el rocío de la mañana, podían haberse ahorrado el desembolso de dinero público. Algunas planchas, como las de calle Alcazabilla, encima pasaron a mejor vida y hubo que sustituirlas por unas antiestéticas de hormigón que no empobrecen el conjunto (y allí siguen).

El mismo sistema se adoptó en los lugares picassianos: al pie de edificios ligados con la vida de don Pablo se colocaron placas en el suelo con información en español e inglés. Terminaron, con perdón, con más mierda que la funda de un jamón, se convirtieron en ilegibles y en símbolo de desgana burocrática.

Ahora por fin, informa la Concejalía de Cultura, están siendo retiradas. La placa mugrienta de calle Comedias, junto al antiguo colegio de Picasso, ya ha desaparecido. La idea, informan, es sustituirlas por placas parecidas a las de ‘Málaga Hace Historia’, en otro tono. Confiemos en que, estas sí, duren, informen y dignifiquen la figura de Picasso en su ciudad natal. Felicidades.

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