Crónicas de la ciudad

La recuperación colectiva de la calle Chinchilla

La suma de vecinos, museos, arquitectos, la UMA y el Instituto Gaona ha dado la vuelta a esta deteriorada calle además de dar a conocer el antiguo barrio de Fontanalla

La calle Chinchilla, ayer, con macetas tradicionales malagueñas y exposición de fotos.

La calle Chinchilla, ayer, con macetas tradicionales malagueñas y exposición de fotos. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Una de las alegrías que depara esta sección es comprobar la esperanzadora mejoría de zonas decrépitas de Málaga, de tal forma que lo que parecía un camino de perdición, gracias a una conjunción adecuada entra de lleno en la senda de la civilización.

Ocurre -y eso que todavía falta camino por andar- en la calle Chinchilla, que recibe su nombre de una poderosa familia de conquistadores cristianos que deparó el primer cónsul del Puerto de Málaga, algún regidor perpetuo y con el paso de los años dignidades eclesiásticas, militares y senadores.

Y así, el refulgente museo del videojuego -algún día hablaremos del exterior del edificio, acomodado a las normas urbanísticas de Las Vegas- bien podría recrear un paseo por calle Chinchilla hace 15 ó 20 años para algún juego ambientado en un escenario bélico muy castigado por el enemigo.

Detalle de una de las fotos expuestas.

Detalle de una de las fotos expuestas. / A.V.

Con la preciosa alcubilla de calle Refino recuperada por el IMV a la espalda, era bajar por la calle Chinchilla y se te caía el alma a los pies por contemplar la esplendorosa iglesia de San Felipe Neri rodeada de tanta mugre y tanto solar abandonado.

En los últimos años han sido los vecinos, la Universidad de Málaga y el Instituto Gaona, además de otros colectivos, los que le han dado una vuelta a la calle con dos sencillas pero preciosas iniciativas que todavía pueden admirarse en esta vía.

En primer lugar, un concurso de fotografía por el antiguo barrio de Fontanalla, el viejo arrabal de la Málaga musulmana, a raíz de una visita en 2019. Las fotografías finalistas pueden verse en uno de los laterales de la calle.

Una de las macetas realizadas por los alumnos del Gaona.

Una de las macetas realizadas por los alumnos del Gaona. / A.V.

Además, los alumnos del Gaona participaron en un taller de cerámica, una ocasión para conocer la importancia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en recuerdo de una zona secularmente ligada a la alfarería, mientras realizaban macetas con decoración clásica malagueña, horneadas en la Facultad de Bellas Artes.

Las macetas, con cintas, pueden verse todavía al otro lado de la calle, frente a la exposición de fotos, adornando por tanto las paredes de los dos solares que jalonan la calle.

La UMA, la Asociación de Vecinos y Comerciantes Arrabal Fontanalla, el Museo de Vídrio y Cristal y la Escuela de Arquitectura fueron algunos de los colectivos detrás de esta iniciativa que el año pasado se dio a conocer en varios congresos celebrados en España y también en Canadá.

Mientras el puzle de solares se completa, los ciudadanos e instituciones tratan de mejorar el entorno. Felicidades.

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