El agro y el tránsito de pasajeros tiran del Puerto de Málaga ante la caída de las mercancías

Las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania, como el aumento de los costes del combustible y su reflejo en la inflación, han tenido un impacto directo en el tráfico portuario a nivel internacional.

Una situación que se ha visto agravada con una consecuente caída generalizada del consumo así como la paralización de los principales centros de producción de China a causa de la férrea política de confinamiento que hasta hace poco han mantenido activa.

Esta coyuntura global ha generado una recesión en el tráfico portuario a partir del pasado agosto de la que Málaga no ha quedado exenta y que se refleja en el balance del ejercicio de 2022, presentado esta mañana por el presidente y el director de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio y José Moyano.

Ese análisis arroja un movimiento de 4.412.318 toneladas frente a las 4.493.083 de 2021, lo que supone una leve caída del 1,7%, un descenso moderado, según explica el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, gracias a la buena evolución que experimentó el puerto en cuanto al tráfico de contenedores en la primera mitad de 2022.

De hecho, aunque el tráfico de contenedores cierra con un aumento del 6,4% continúa en una tendencia descendente desde finales de verano debido al contexto geopolítico y económico internacional, que abre un escenario incierto para el presente ejercicio, ha indicado Rubio.

"Hay elementos que nos invitan a pensar que va a haber recuperación económica a nivel mundial y que, por tanto, los tráficos se van a incrementar a nivel general. Pensemos en la reincorporación de todos los trabajadores en las fábricas chinas, que están empezando a producir a pleno rendimiento", ha insistido el presidente de la Autoridad Portuaria. "Pero al mimso tiempo, la zona euro sigue muy estancada, con países incluso en recesión. Entre estos dos factores, no sabemos cuál va a ser la evolución".

Aumenta el agroalimentario

Por otro lado, uno de los pilares que han contribuido a capear el bache inflacionista en el Puerto de Málaga ha sido el tráfico agroalimentario, que ha crecido un 26,2% y que representa ya casi el 60% de los graneles sólidos que mueven en la dársena de la capital.

Destacan principalmente las exportaciones de cereales y productos destinados al ganado que han situado a Málaga como uno de los principales puertos agro en España junto a Tarragona, Huelva y Cartagena. Un movimiento que ha compensado, además, la caída en las exportaciones del clínker -un componente para la producción del cemento- debido a que la nueva firma brasileña Votorantim Cimentos ha reducido sus exportaciones, tal y como ha explicado Carlos Rubio.

Asimismo, en cuanto a los graneles líquidos destaca también la exportación del aceite de oliva, que también ha ejercido de contrapeso con el descenso de las importaciones de derivados del petróleo, como resultado, una vez más, de la coyuntura internacional.

El director de la Autoridad Portuaria, José Moyano, ha señalado que están trabajando en la recuperación de una línea de exportación de cítricos operada con Hapag Lloyd hacia Montreal y Chicago. Una conexión que se perdió en marzo de 2020 con la irrupción de la pandemia y que quiere volver a ponerse en funcionamiento siguiendo la estrategia de la Autoridad Portuaria de impulsar el tráfico agro.

En cuanto a la mercancía refrigerada, Málaga mantiene un servicio directo semanal con Perú, Ecuador, Colombia y Costa Rica, en el que destacan las importaciones de aguacate, piña, uva, plátano y mango.

"La campaña malagueña del aguacate tiene unos meses, el resto del año hay que seguir suministrando al mercado español y europeo. La Axarquía se ha consolidado como un referente de calidad a nivel europeo, de tal forma que ese aguacate que se importa a través del puerto de Málaga y se trata en Vélez-Málaga, a nivel europeo tiene un sello de calidad que no tiene el aguacate importado por Rotterdam", ha aclarado Rubio.

Pasajeros

La caída de las restricciones sanitarias por la pandemia y la apertura de la frontera con Marruecos ha permitido que la cifra del tránsito de pasajeros se acerque a los niveles prepandemia, lo que ha permitido también esquivar un fuerte impacto de la recesión económica.

En el caso de la línea regular Málaga-Melilla, el tráfico de pasajeros ha aumentado un 126%, con 348.485 viajeros, y un 110,8% los vehículos, con 66.914.

En cuanto a los cruceros, el año ha cerrado con 267 escalas, superando los datos de 2021 (113) y 2020 (60). Se acerca así al ritmo de 2019, cuando vinieron 288 buques. Este año han llegado 342.045 cruceristas frente a la última cifra prepandemia, cuando desembarcaron 477.001 personas en el Puerto de Málaga.

Pese a las vicisitudes que ha atravesado el puerto, el cierre económico ha sido positivo frente al resultado de 2021. Así, los ingresos de explotación han alcanzado los 18,8 millones de euros (17,5 millones en 2021) y el resultado del ejercicio ha sido de 586.460 euros (664.770 euros en 2021).