«Vamos a tener que sacarnos el carné de conducir o pedir dinero a nuestros padres para un taxi o un uber», cuenta la adolescente Inés Figueroa, vecina de Churriana, que señala que acudir a su instituto en Carranque y regresar a casa es «una odisea», en la que a veces le toca esperar el autobús durante media hora «y ya se han estropeado más de una vez porque son antiguos».
A su lado está su madre, Ascensión Artacho, que explica que pese a que Torremolinos está «a cinco minutos», debe echar mano del coche para trabajar allí, por lo mal que funciona el interurbano y si se plantea ir al Centro de Málaga un viernes o un domingo por la noche, «tienes que sumar el dinero del taxi a tu presupuesto».
Las quejas por el servicio de autobuses de la EMT en Churriana las comparte la Asociación de Vecinos Arcusves de Churriana, cuya presidenta, Inmaculada Viñolo, cuenta que el mes pasado se reunió tanto con técnicos de la EMT como con el concejal de Movilidad y Churriana, José del Río.
«El último cambio que ha hecho la EMT es pasar de una frecuencia de 45 minutos a una de 50», dice con respecto a las dos líneas diarias, la 9 y la 10.
Para la presidenta vecinal, la frecuencia es absolutamente insuficiente para una población como Churriana y reclama que aumente, «porque si los pones cada 15 minutos, te planteas esperar al siguiente», con lo que los autobuses tendrán a su vez más pasajeros, argumenta. A este respecto, pide que si con la llegada del metro a la Alameda la EMT elimina algunos autobuses, «vayan a Churriana» y recuerda que en este barrio de Málaga, el autobús es un problema y además carecen de tren y de metro.
De paso, aprovecha para reclamar más paneles luminosos informativos en las paradas, «porque sólo hay en la plaza de la Higuereta y en Guadalmar».
«Los jóvenes tenemos poco dinero y para moverte es una odisea hacer cualquier cosa», remarca Inés Figueroa.
Respuesta del Ayuntamiento
El concejal de Movilidad y de Churriana, José del Río, explicó ayer a este diario que el aumento de la frecuencia hasta los 50 minutos se debe «a las retenciones que han sufrido todas las líneas por respetar los carriles 30».
José del Río detalló que Churriana podría contar con autobuses de la EMT «cada 20 minutos» sólo si los vecinos apoyaran unificar las líneas 9 y 10, «pero optaron por dos líneas, una que pasara por el centro de salud y otra por la calle principal de Churriana, la calle Torremolinos».
No obstante, explicó que «si te vas a la Noria o a la entrada de Churriana», esa frecuencia de 50 minutos se convierte en 15, «porque si se te escapa en ese momento la línea 9, andas 300 metros, te vas a la linea 10 y ya no estás 15 minutos en la parada».
El concejal consideró imposible aumentar la frecuencia de los autobuses, «porque conseguiríamos que la Noria tuviera una autobús cada 10 minutos, no tiene lógica» y señaló que la única solución, si la apoyan los vecinos, es unir las líneas 9 y 10, «pero entonces, ¿qué recorrido quitamos?», se preguntó.