Laboral

La reforma laboral aumenta en un año la cifra de indefinidos en más de 100.000 personas en Málaga

El nuevo marco propicia un alza del 37% en las cifras hasta los 390.000 fijos, aunque incluye empleo parcial y discontinuo - El peso de los contratos estables dentro del total de asalariados pasa del 60% a casi el 80% - Los sindicatos celebran los efectos de la reforma y los empresarios piden medidas de acompañamiento

Una trabajadora de un chiringuito de Málaga. | ÁLEX ZEA

Una trabajadora de un chiringuito de Málaga. | ÁLEX ZEA / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La reforma laboral aprobada por el Gobierno a inicios del pasado año 2022 tras haberla pactado con los sindicatos CCOO y UGT y las patronales empresariales CEOE y Cepyme ha propiciado un significativa subida del 37% en el número de trabajadores de Málaga que cuentan con contrato fijo o fijo-discontinuo. Si hace ahora un año había unos 284.000 asalariados malagueños con empleo estable, el volumen alcanza ahora casi 390.000, según los últimos datos del mes de enero. Con este avance, su peso dentro del Régimen General de la Seguridad Social es ya del 79,4% respecto al total de asalariados de la provincia (que son 490.000, excluyendo los sistemas especiales agrario y de empleados de hogar), frente al 60% que se registraba antes de la entrada en vigor de la norma o al 58% de la era preCovid.

El nuevo marco legal, que nació para reducir la enquistada temporalidad del mercado laboral español y que entró plenamente en vigor a final de marzo, deja buenas cifras globales aunque también algunos aspectos a matizar: el aumento del empleo fijo en este primer año de la reforma ha sido más intenso, por un lado, en las modalidades de trabajo a tiempo parcial y, por otro, en los citados contratos de fijos-discontinuos, una figura laboral que ha sido reforzada pero que, como su propio nombre indica, no garantiza un trabajo continuado a lo largo de todo el año.

De esta forma, el avance del mercado laboral de Málaga por modalidades permite comprobar que los puestos indefinidos a jornada completa (ahora mismo algo de más de 264.000) han aumentado durante el último año en 56.762 personas (un 27%), mientras que los de jornada parcial (actualmente 92.322) lo han hecho en 28.500 (un 44,3%).

En cuanto a los fijos discontinuos, su evolución en porcentaje es la más espectacular aunque su representatividad en el mercado sea menor en números reales: de los 13.132 trabajadores que había hace un año con esta modalidad contractual se ha pasado ahora a 33.134, con una subida del 152%.

Una de las grandes apuestas de la reforma ha sido el impulso del contrato fijo-discontinuo, que en la práctica implica trabajar sólo cuando la producción lo requiere. La diferencia con un contrato temporal es que el fijo-discontinuo recoge un compromiso de contratación, incluye el derecho a indemnización si finaliza la relación laboral y cotiza a la Seguridad Social en las mismas condiciones que un indefinido. Por ello, proporciona estabilidad en sectores estacionales (caso del turismo o de jornaleros del campo en época de cosecha).

Así, las empresas parecen estar optando más en este primer año de reforma laboral, de momento, por modalidades prudentes de empleo fijo (que, pese a ser estables, no responden al concepto de trabajo permanente a tiempo completo) para absorber en 2022 el empleo que hasta el año anterior habían tenido como temporal. La representatividad del empleo indefinido a jornada completa en Málaga se sitúa en realidad en el 53% del total de asalariados. En todo caso, se mejora también el 42% que se registraba en 2021 y en la época preCovid.

Satisfacción sindical

El sentir de las centrales sindicales CCOO y UGT es que la calidad del empleo ha mejorado de forma generalizada, pese al avance también de fijos discontinuos. «Un fijo-discontinuo tiene al menos la seguridad de que su empresa lo llamará pasado unos meses. Y mientras tanto, puede incluso compaginarlo con otro trabajo. Por eso pensamos que la tendencia marcada por la reforma está siendo muy positiva», comentan en CCOO, sindicato encabezado en Málaga por su secretario general, Fernando Cubillo. A su juicio, la reforma «está fijando un nuevo marco de relaciones laborales en el que la estabilidad en el empleo está ganando enteros, frente a una precariedad laboral que aún no se ha extinguido».

Por su parte, la secretaria general de UGT en Málaga, Soledad Ruiz, afirma que en una provincia como Málaga, donde hay tanto empleo estacional vinculado al turismo, es lógico que se haya producido un gran aumento de fijos-discontinuos, pero destaca sobre todo el aumento global del empleo fijo.

«Se ha creado mucho indefinido a tiempo completo y se ha producido un buen ajuste del mercado laboral en relativamente poco tiempo. La reforma laboral demuestra que es posible generar empleo y riqueza apostando por la mejora de los derechos laborales», apunta.

En cuanto a los fijos-discontinuos, recuerda que estos contratos «no son algo negativo», ya que aportan más derechos y seguridad a trabajadores que antes eran temporales y trabajaban a «a demanda». «Lógicamente, no es el empleo deseado de quienes aspiran a un empleo fijo continuado, pero aporta más estabilidad a estas personas, que tiene también la opción de complementar ese contrato con otros trabajos», señala.

Por la parte de la patronal, la secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, afirma que la reforma tiene «luces» como el impulso a la contratación indefinida, aunque advierte de que la norma en sí no genera empleo sino que lo hacen las empresas.

«Por eso, lo que necesitamos es un clima de apoyo y confianza por parte de las administraciones, en un escenario de contracción de las previsiones económicas, condicionado por cuestiones geopolíticas como la guerra de Ucrania, entre otras cuestiones. Muchas empresas lo están pasando mal. De hecho, en los últimos meses estamos observando un estancamiento del mercado de trabajo en Málaga y en España», sostiene.

La representante de la CEM también cita alguna «sombra» como el hecho de, en su opinión, no se hayan considerado casuística especiales como las del sector del campo (que tira mucho de mano de obra temporal para las cosechas). Además, recuerda que los fijos-discontinuos, cuyo volumen con la reforma laboral es muy superior al de antes, no computen como parados en los periodos en que permanecen inactivos (técnicamente serían demandantes de empleo no ocupados). A su juicio, ese factor puede inducir a una visión menos gráfica sobre el problema real del paro que sigue azotando a España y desincentivar la ejecución de políticas activas de empleo.

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