Vehículos

Piden ayudas a Bruselas para poder anular en 2035 la venta de vehículos de combustión

Los concesionarios aluden a que muchas familias no pueden optar a la adquisición de coches eléctricos o híbridos ante la dificultad de disponer de cargadores domésticos en sus edificios o aparcamientos comunitarios - La diferencia de precios también supone un obstáculo al comprar

Los concesionarios proponen a las autoridades que se establezcan ayudas directas a los potenciales compradores.

Los concesionarios proponen a las autoridades que se establezcan ayudas directas a los potenciales compradores. / F. E.

Fran Extremera

Fran Extremera

Los fabricantes y concesionarios de coches apuestan por la proliferación de ayudas que permitan extender el parque de vehículos eléctricos o híbridos en las carreteras españolas. Proponen subvenciones tanto para adquirir los utilitarios como para instalar los cargadores domésticos. De otra forma consideran complicado que para 2035 pueda quedar anulada en Europa la venta de automóviles de combustión.

Ya no es que muchas familias no puedan optar a invertir 40.000 euros en un eléctrico que pueda ofrecer las mismas prestaciones de un coche de gasolina o diésel. Es que en determinadas fincas urbanas resulta muy complejo poner un cargador eléctrico en el aparcamiento. Hay comunidades que exigen hasta 5.000 euros en la instalación de estos puntos, por la distancia de la vivienda a la plaza donde el usuario suele estacionar.

Otro factor aludido que complica la ecuación es la «falta de puntos públicos de recarga en zonas rurales». Porque en muchos territorios de España se avanza a pasos muy reducidos en la democratización de esa red de lugares donde «repostar las baterías».

La patronal de los fabricantes y concesionarios lleva años con el acento en estos detalles, que son los que impiden un crecimiento más acelerado de la venta de eléctricos, si bien es cierto que el cierre de las ciudades a los «coches contaminantes» abre paso a una equiparación de las ventas de unos u otros tipos de vehículos.

En concesionarios costasoleños como Tahermo Málaga apuntan a que hay propuestas de utilitarios eléctricos por debajo de los 30.000 euros. Pero hay usuarios que necesitan de coches con unas prestaciones superiores y que tienen que renunciar a esas gamas más económicas. De hecho, en portales especializados se especifican modelos como Renault Twingo Electric, Dacia Spring o Fiat 500e como de los más ajustados en precio, a partir de 25.000 euros, dentro del mercado actual. Pero para «rivalizar con vehículos de gasolina» hay que irse a los más de 38.000 euros, sin que de momento se planteen «ayudas a la compra».

El otro asunto es el de la instalación del punto doméstico para recargar. Porque muchos de los eléctricos de gama baja no tienen un rendimiento de más de 200 kilómetros en ciudad sin volver al enchufe o wallbox. En Tahermo insisten ese aspecto, que por muchos puntos públicos de recarga, lo fundamental es tener la instalación domiciliaria.

Existen ciertas subvenciones para estas instalaciones, de forma que la inversión puede reducirse en ocasiones a poco más de 1.000 euros. Pero las distancias en caso de inmuebles plurifamiliares es en ciudad un gran obstáculo. Así se ha recibido con mucha incertidumbre lo aprobado hace unos días en el Parlamento Europeo, la prohibición a la comercialización de coches y furgonetas diésel y gasolina a partir de 2035.

De hecho, esa medida hacia la emisión cero no salió adelante de manera unánime. Hubo un voto en contra mayoritario por parte de populares, conservadores y de la ultraderecha. El reglamento fue aprobado con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones.

La nueva legislación establece un camino que tiene un plazo intermedio en 2030, aunque los fabricantes consultados consideran que habrá moratorias y que será difícil de cumplir dichos periodos, hasta reducir a cero en 2035 las emisiones de CO2 de turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos. Así se pretende que para dentro de siete años la reducción de emisiones sea del 55% en el caso de los coches nuevos y del 50% para las furgonetas nuevas, en comparación con 2021.

Cabe recordar que a través de estas mismas líneas tomamos recientemente el pulso a la venta de coches en la provincia de Málaga, que sigue un 31% por debajo de los números anteriores a la pandemia. En 2022 se vendieron un total de 21.894 vehículos nuevos, de los que 13.098 fueron de particulares. La caída total respecto a 2021, según los datos facilitados en su balance anual por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la patronal de los concesionarios oficiales (Faconauto), fue mínima, del 0,61%, pese a la crisis por la invasión en Ucrania.

En cuanto a la venta en la provincia según los distintos combustibles, llamaba la atención que la pandemia y la actual crisis energética hayan dado paso a un escenario muy distinto al de hace ahora tres años. Los coches matriculados en 2022 de gasolina fueron el 47,62% frente a un 39,55% de híbridos y eléctricos. El desplome es acusado en la venta de vehículos de diésel, que en los últimos 12 meses se limitó al 12,83%.

Para dar cuenta de lo que suponen estos registros, cabe recordar que los coches de gasolina acapararon casi dos tercios del total en 2019 (62,4%). Por entonces la cuota de los gasoil suponía más del doble que en la actualidad (28,13%), mientras que híbridos y eléctricos no pasaron del 9,5%. Sólo en el plazo de los últimos 12 meses han aumentado en un 12% las ventas de estos coches.

En 2022, los vehículos de gasolina comercializados han descendido en un 11,15%, casi lo que han aumentado los eléctricos e híbridos. Y los de gasoil han bajado su cuota en un 13,86%, por lo que prácticamente su peso ha caído a la mitad durante el último año.

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