Diabetes

El Clínico ofrece formación a pacientes diabéticos para prevenir la amputación de sus extremidades

Angiólogos y cirujanos vasculares de este centro hospitalario ponen en marcha una 'Escuela de Pie Diabético' dirigida a ofrecer consejos y recomendaciones que permitan a estas personas prevenir la aparición de este trastorno

Integrantes del Servicio de Angiología y Cirugia Vascular del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga han puesto en marcha una ‘Escuela de Pie Diabético’.

Integrantes del Servicio de Angiología y Cirugia Vascular del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga han puesto en marcha una ‘Escuela de Pie Diabético’. / L.O

Entre el 15% y el 25% de las personas con diabetes desarrollarán una úlcera de pie diabético en algún momento de sus vidas. Esta es una de las principales complicaciones de esta enfermedad y puede llegar a favorecer la amputación de la extremidad. Con el objetivo de prevenir la aparición de este trastorno, integrantes del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga han puesto en marcha una ‘Escuela de Pie Diabético’.

El pie diabético es hoy en día una enfermedad de base neuropática, en la se produce degeneración de las terminaciones nerviosas y pérdida de sensibilidad. Esto está inducido por hiperglucemias mantenidas, con o sin existencia de isquemia -falta de aporte sanguíneo arterial- produciéndose una lesión o ulceración en el pie. El 25% de las personas con diabetes tienen riesgo de sufrir esta patología y, de éstos, el 50% una isquemia (pie diabético neuroisquémico).

Estas úlceras neuroisquémicas son las más prevalentes y están relacionadas, a su vez, con la neuropatía y la enfermedad vascular periférica. Padecer una enfermedad arterial periférica y tener una úlcera neuroisquémica profunda son dos de los factores que pueden favorecer una posible amputación de la extremidad.

Dado que casi el 80% de las úlceras de pie diabético podrían prevenirse, el primer paso clave sería que toda persona diabética sometiera a un examen periódico al menos una vez al año, explica Javier Azcona, profesional del del Servicio de Angiología y Cirugia Vascular del Clínico e integrante del Comité Científico de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular (SAACV).

"Los mecanismos que causan el pie diabético son diversos. Por ello, su tratamiento es un problema clínico complejo que requiere de un enfoque multidisciplinar. La neuropatía tiene un papel central y está presente en casi todos los pacientes con lesiones del pie diabético, pero la falta de flujo sanguíneo disminuye la capacidad de recuperación del tejido e impide la cicatrización de heridas", señala Azcona.

Tratamiento rápido y exhaustivo

Para minimizar el riesgo de complicaciones, las úlceras de pie diabético exigen un tratamiento rápido y exhaustivo. Así, la existencia de equipos multidisciplinares y protocolos de actuación preestablecidos permiten reducir de forma significativa el número de amputaciones y la reaparición de úlceras. En el núcleo de dicho equipo deben integrarse cirujanos vasculares y, de igual modo, estar presentes psicólogos, endocrinólogos, podólogos, traumatólogos y profesionales de Enfermería especializados en cuidados del pie diabético, entre otros.

A la hora de abordar esta patología, es esencial prevenir la aparición de una infección que alcance los planos profundos del pie y que pueda llegar hasta el hueso provocando osteomielitis (infección del hueso). "Para ello se debe optimizar la glucemia, ya que las hiperglucemias empeoran la función de los leucocitos, parte esencial del sistema inmunitario. Es imprescindible eliminar los tejidos muertos, dañados o desvitalizados para delimitar la infección en los tejidos restantes", señalan los profesionales.

Una vez superado esto, "tocaría descargar el pie para así disminuir el traumatismo que deteriora los tejidos en vías de curación y cicatrización. En caso de que hubiera isquemia en la extremidad, el equipo de cirugía vascular puede realizar tratamientos quirúrgicos para mejorar el aporte sanguíneo en el pie. La amputación se valora en aquellos casos más graves en los que es imposible recuperar la permeabilidad distal de los vasos en la pierna y el pie".

En este sentido, Javier Azcona subraya la importancia de que el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular conozca las comorbilidades asociadas a la patología de cada paciente, para adecuar el tratamiento individualizado: “No se puede tratar de la misma manera a un paciente isquémico que a un paciente neuropático o neuroisquémico. También es muy importante conocer la fisiopatología de las heridas del pie diabético, ya que hay factores muy importantes que pueden hacer que las heridas no evolucionen como se esperaría inicialmente”.

La importancia del autocuidado

Los especialistas que trabajan en el ámbito del pie diabético, como son los angiólogos y cirujanos vasculares o los profesionales de Enfermería, pueden proporcionar a los pacientes consejos útiles sobre cómo revisar los pies de forma diaria, cómo mantenerlos hidratados o qué características buscar en un calzado para que sea el que mejor se adapte a cada pie. Evitar la aparición de una úlcera o detectarla en el menor tiempo posible resulta esencial para minimizar las complicaciones del pie diabético.

Dado que hasta el 70 % de las úlceras de pie diabético curadas pueden volver a aparecer en el plazo de cinco años, es necesario que los pacientes ejerzan especial cuidado para evitar recidivas y nuevas ulceraciones. Para ello deben seguir algunas recomendaciones básicas como llevar zapatos aptos para la forma de su pie y siempre con calcetines; no caminar descalzo; controlar en todo momento los niveles de glucosa en sangre o lavar los pies diariamente con jabón y agua, sin olvidarse de secar bien entre los dedos de los pies y utilizar una crema hidratante para evitar heridas en los pies.