Infraestructuras

La Junta aprueba un nuevo contrato para que el metro llegue soterrado al Hospital Civil

Tras la extinción de la licitación en superficie alumbrada por el anterior Ejecutivo socialista, se dan los primeros pasos para conectar bajo tierra la estación de Guadalmedina y el futuro macrohospital

Vista del interior de la nueva estación de Guadalmedina del Metro de Málaga.

Vista del interior de la nueva estación de Guadalmedina del Metro de Málaga. / Alex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

La Junta de Andalucía ya ha alumbrado, al aprobarlo en el Consejo de Gobierno de este miércoles, la puesta en marcha de un nuevo contrato que permitirá la llegada soterrada del Metro de Málaga hasta el Hospital Civil, futura sede del macrohospital también proyectado por el Ejecutivo autonómico. Esta ampliación de la segunda línea del suburbano será una realidad a partir de 2027 y contemplaría desde la estación de Guadalmedina -ubicada a la altura de El Corte Inglés- un tramo de 1,8 kilómetros y tres estaciones más (Hilera, La Trinidad y Hospital Civil).

El acuerdo aprobado por el Consejo de Gobierno afectaría a un primer subtramo comprendido entre las estaciones de Guadalmedina e Hilera, situada en la calle del mismo nombre, y autoriza "el expediente de gasto derivado de la contratación, por la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, de las obras de construcción de la infraestructura y urbanización de la prolongación soterrada de la línea 2 del metro de Málaga al Hospital Civil". Tras la extinción de la licitación en superficie aprobada por el anterior Ejecutivo socialista en 2018, se dan ahora los primeros pasos para conectar bajo tierra el centro de la ciudad y la zona que acogerá el tercer hospital.     

En la comparecencia posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, detalló que se trata de la licitación de la obra "del primero de los tres tramos de la línea que debe finalizar en el nuevo hospital de Málaga, la ciudad sanitaria en la que también se está trabajando de forma simultánea". Esta primera actuación supondrá una inversión de 56,6 millones de euros y contará con un plazo de ejecución de 36 meses desde la formalización del contrato.

Según informaron fuentes de la Junta "el tramo que será objeto de licitación discurre entre Guadalmedina e Hilera, con un trazado de 637 metros de longitud, que atraviesa las calles Armengual de la Mota, Hilera y Santa Elena". "Su construcción se acometerá con sistema Cut & Cover, también conocido como falso túnel entre pantallas (muros que delimitan longitudinalmente el túnel y el recinto de estaciones), que ha sido el empleado en el conjunto de la traza subterránea de las Líneas 1 y 2, incluyendo el tramo de extensión hasta el centro histórico", añadieron.

Asimismo, explicaron que "la licitación de este primer tramo incluye la ejecución de la infraestructura (túnel y recinto de estación), los trabajos de reposición del viario público por el que discurre la traza, así como el suministro y montaje de la superestructura de vías, es decir, de los carriles y aparatos de vía por los que circularán los trenes". "El resto de actividades, correspondientes a la arquitectura de estaciones, instalaciones y señalización ferroviaria se incluirá en otros contratos que abarcarán los tres tramos en los que se ha dividido la ejecución de la infraestructura: Guadalmedina-Hilera, Hilera-La Trinidad y La Trinidad-Hospital Civil; además, la Agencia de Obra Pública licitará también un contrato común a los tres tramos para acometer los desvíos alternativos de tráfico que requerirá la ejecución de las obras", agregaron.

Con esa veda de precampaña electoral sin vuelta atrás que se ha levantado en la frontera del Día de Andalucía, este nuevo trámite relacionado con el Metro de Málaga se ajusta al milimetrado manejo de los tiempos -en clave política- que caracteriza al Gobierno monocolor del PP. De este modo, días después de la puesta de largo de Francisco de la Torre como candidato a su sexta reelección consecutiva como alcalde, se incrusta en la agenda de la capital malagueña uno de los proyectos estrellas que el Ejecutivo autonómico de Juanma Moreno viene proclamando por entregas desde su primera legislatura.  

Sin ir más lejos, el suburbano se ha erigido estos últimos cuatro años en la gran bandera de la sintonía entre Moreno y De la Torre, en contraste con los retrasos e indefiniciones que el PP le sigue reprochando en relación a la misma infraestructura a los anteriores gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía.

Precisamente, una reunión en el hispalense Palacio de San Telmo entre el presidente andaluz y el regidor de la capital malagueña fue aprovechada, en octubre de 2019, para desbloquear el impulso tanto de la línea 2 del metro hasta el Hospital Civil como el macrohospital proyectado en la misma zona, para dar cobertura a una demanda histórica alimentada por la falta de camas sanitarias en la ciudad.

Ese día de otoño, el incipiente Gobierno andaluz del cambio no solo zanjó el debate existente en aquel momento sobre la ubicación del tercer hospital. El presidente de la Junta y el alcalde de Málaga se hicieron la foto de rigor y disiparon -con algún ingrediente novedoso en la receta- las dudas que rondaban a infraestructuras tan anheladas para el futuro como el nuevo centro sanitario y la ampliación del suburbano.

Por un lado, se confirmó que el nuevo macrohospital se levantaría sobre unos terrenos cedidos por la Diputación Provincial de Málaga en el aparcamiento del Hospital Civil. Y, por otro lado, se introdujo un cambio de planteamiento y se aclaró que el metro llegaría soterrado -y no en superficie como habían propuesto con licitación ya en marcha el Ejecutivo saliente del PSOE- al ambicioso complejo sanitario.

De esa manera, Moreno daba un volantazo que atendía las demandas de una plataforma vecinal y del propio Ayuntamiento de Málaga, que se habían rebelado contra el proyecto del metro en superficie hasta el Civil contratado en 2018 por el ejecutivo autonómico socialista, en vísperas de las elecciones que propiciaron la alternancia política en Andalucía. Incluso, Francisco de la Torre fió a un hipotético cambio de siglas en la Junta de Andalucía la única posibilidad existente para modificar el proyecto, y hasta amenazó con acudir a los tribunales para frenar la ampliación en superficie de este medio de transporte.   

Aquella tarde de otoño de 2019, Moreno llegó a doblar su apuesta y hasta prometió que los dos proyectos estarían en obras antes de que acabase la legislatura, en diciembre de 2022. Después, cuando se produjo el adelanto electoral para el 19J de ese mismo último año, no dudó en emplearlos como reclamos y hasta hizo alguna demolición en los terrenos del Hospital Civil que escenificaba un tímido inicio de las obras del centro sanitario. De la ampliación del suburbano, sin embargo, no se apreciaron fotografías tan contundentes y los avances se limitan hasta el momento al ámbito de la tramitación, con la reciente eliminación del contrato licitado por el PSOE entre los pasos dados.

Reclamo electoral

Eso sí, el metro fue igualmente usado como arma electoralista y se situó en la Feria de Agosto de 2022 una llegada al centro de la ciudad del servicio que todavía no se ha producido. Además, se hizo una visita con empresarios y colectivos sociales -en la frontera en la que el calendario electoral todavía permitía inauguraciones- a la nueva estación de Guadalmedina. De este equipamiento aún cerrado en las proximidades de El Corte Inglés partiría la posterior ampliación soterrada hasta el Hospital Civil, que acaba de ser alumbrada en el Consejo de Gobierno.  

De momento, el metro aún no ha llegado al centro de Málaga aunque empieza a comentarse la posibilidad de que entre en funcionamiento en torno a la Semana Santa, fecha que también casa con la limitación de las inauguraciones que implicará la nueva convocatoria electoral del 28 de mayo. Eso sí, aún no existe una fecha definida aún para la llegada del suburbano a la Alameda Principal. Bajo tierra han continuado los trabajos de revisión de sistemas, seguridad e infraestructuras por parte de la empresa concesionaria, Metro Málaga, una vez que Alstom dio por concluidas sus pruebas de seguridad.