Crónicas de la ciudad

El Parque de María Luisa y sus últimas mejoras

El Ayuntamiento se mostró receptivo antes las críticas y propuestas vecinales y esta zona verde ha mejorado, con la salvedad de su descuajaringada e inútil pérgola central

Un rincón del Parque de María Luisa, esta semana.

Un rincón del Parque de María Luisa, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Ya hemos comentado más de una vez cómo nuestros anacrónicos políticos, muchos de ellos con temprana vocación por el mundo de la construcción y la gestión inmobiliaria, se resisten con enorme éxito a que Málaga cuente alguna vez con un parque urbano que al menos alcance las 8 hectáreas de extensión. Gracias a su tenacidad, hasta la fecha no ha sido posible.

Comparados con las 90 hectáreas del Parque de Miraflores de Sevilla -una antigua escombrera recuperada por los vecinos- o las 54 hectáreas del Parque de María Luisa de esta misma ciudad, luego no nos quejemos si Málaga está en la lista top de ‘islas de calor’ e insolaciones. Si nos libramos de una cosa peor es gracias a nuestros parques forestales, muchos de ellos en zonas de compleja urbanización y acceso, lo que ha favorecido su preservación.

En numerosos rincones de Málaga la sombra, eso sí, ya nos la proporciona nuestro particular bosque de edificios, en muchas partes de la ciudad tupidas selvas amazónicas de ladrillo. 

Uno de esos rincones es la Carretera de Cádiz, pues en una parte importante del distrito, y siguiendo una arraigada tradición local, la planificación de zonas verdes se mostró especialmente rácana. 

En todo caso, se libró de ser una tupida urbanización la zona reservada para el Parque de María Luisa de Málaga, que aunque nada comparable en extensión con el de Sevilla, supone un auténtico respiro para los vecinos de La Luz, Bonaire, Virgen de Belén y de Nuevo San Andrés.

Construido a finales del siglo pasado, el Parque de María Luisa ha tenido últimamente mejoras gracias al interés de los vecinos y, todo hay que decirlo, la receptividad del Ayuntamiento al aceptar sus críticas y propuestas.

Estos días ya se prepara para recibir a la primavera con los primeros árboles ‘limpiatubos’ en flor y ya empiezan a florecer los árboles del amor. Habrá que ver la próxima floración de sus tipuanas.

Un árbol del amor pone a punto la floración.

Un árbol del amor pone a punto la floración. / A.V.

Además, cuenta con un fastuoso parque infantil en forma de barco y parques caninos también peleados por los vecinos. 

Hay sin embargo una zona que permanece igual que siempre y en buena parte, hasta desarbolada, nos referimos a la clásica aportación malaguita al Urbanismo europeo: las pérgolas sin ningún tipo de cubierta. Precisamente el Parque de María Luisa cuenta en su centro con una de estas birrias, una estructura en una parte desaparecida.  

Sustituir esta descuajaringado apaño por algo menos propenso a la insolación seguiría mejorando este hermoso parque. 

Lo que queda de la pérgola.

Lo que queda de la pérgola. / A.V.

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