Historia

San Juan de Dios: cien años cuidando de la salud mental en Málaga

El Centro Asistencial celebra hoy su centenario con la humanización como piedra angular de su modelo asistencial, en el que «los pacientes son el núcleo que rodea a todo lo que hacemos»

Actividades al aire libre con los pacientes de San Juan de Dios entre los años 50 y 60. | SAN JUAN DE DIOS

Actividades al aire libre con los pacientes de San Juan de Dios entre los años 50 y 60. | SAN JUAN DE DIOS / marta román. málaga

Hace cien años, Andalucía no contaba con ninguna institución que abordase la salud mental. Sí la había en Madrid o Barcelona, pero estas quedaban demasiado lejos para la gente del Sur. Fue entonces cuando los hermanos de San Juan de Dios tomaron la decisión de comprar un enorme solar ubicado en el Camino de Casabermeja. «Se arriesgaron y se endeudaron, pero es que aquí no había ningún recurso de esas características y era necesario abordar el tema». Así nació la Casa de Reposo.

El elegir ese emplazamiento no fue una casualidad. Era un entorno de reposo, tal y como indicaba su nombre. Porque así era como se trataba por aquel entonces a los pacientes que experimentaban cualquier problema relacionado con la salud mental, pues no existía ni el conocimiento ni los tratamientos terapéuticos que hay hoy en día. «Lo que hacían era intentar darle un poco de tranquilidad y reposo a esas personas», recuerda José Luis Fuentes, gerente del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga.

Evolución

Tiempo después, este idílico entorno pasó a ser una clínica militar, donde ingresaban los militares en la época de la Guerra Civil, «por el estrés sufrido durante el conflicto». Con el paso de los años, la institución se ha ido especializando en el cuidado de las personas con graves trastornos de conducta y ahora continúa llevando a cabo la misión con la que nació, «detectar las necesidades de las personas, buscar los recursos y solventarlas».

Y es que si hay algo que no ha cambiado a lo largo de estos años es el compromiso que los hermanos de San Juan de Dios adquirieron hace un siglo, cuidar de la salud mental de los malagueños. Y de todo aquel que lo necesite: «Lo que ellos entendieron en un inicio era la importancia de ayudar a esa gente más necesitada con este tipo de problemas, y nosotros permanecemos aquí porque tenemos la sensación de que aún se nos necesita», indica el gerente de esta institución.

«El hito es haber sido capaces de permanecer durante 100 años haciendo lo que ellos hacían cuando detectaban una necesidad». El modelo asistencial, asegura José Luis Fuentes, no ha cambiado un ápice en lo que al trato del paciente se refiere. Así, la humanización continúa siendo la piedra angular que sostiene los valores asistenciales de este centro. «Es una asistencia humanizada, un modelo basado en la persona a la que se atiende. Los pacientes están en el centro y son el núcleo que rodea a todo lo que hacemos».

Actividades al aire libre con los pacientes de San Juan de Dios entre los años 50 y 60. | SAN JUAN DE DIOS

Fachada del Centro Asistencial San Juan de Dios en el año 1924. | SAN JUAN DE DIOS / marta román. málaga

La clave de este siglo de historia es la ética con la que desarrollan su función en este centro asistencial: «Nos preguntamos todos los días qué estamos haciendo. Si lo que hacemos nos gustaría que nos lo hicieran a nosotros o cómo nos gustaría que nos lo hicieran». Las personas que ingresan aquí, continúa explicando su gerente, son personas muy frágiles y vulnerables, por lo que «estamos inmersos en procurar prevenir cualquier trato inadecuado».

Asimismo, la institución trabaja directa y constantemente con las familias de las personas hospitalizadas. «Su familiar está aquí y ellos depositan en nosotros la confianza y responsabilidad. Para ellos es muy importante saber cómo se les trata. Nosotros ponemos a la persona en el centro de nuestra atención y procuramos darle todo lo que necesitan desde todos los ámbitos».

Pandemia de patología mental

Según la OMS, una de cada cuatro personas lidiará con un proceso mental a lo largo de su vida. Algunos de ellos se cronificarán. Con la pandemia, esta situación se incrementó y «ahora mismo estamos viviendo una pandemia de patologías mentales, sobre todo en la población infantojuvenil». La crisis sanitaria del Covid-19 «sacó a la luz muchas patologías que no estaban diagnosticadas, y en una población muy específica, los jóvenes. Hemos detectado esta necesidad y por eso hemos montado consultas de prevención, para que la afectación no vaya a más», explica Fuentes.

El centro asistencial San Juan de Dios ha vuelto a demostrar su capacidad de adaptación. A lo largo de este centenario, la institución ha ido avanzando y evolucionando en el tratamiento de sus pacientes: «Hemos tenido numerosas novedades tecnológicas; hemos empezado a trabajar con depresiones mayores con una nueva medicación... siempre intentamos ir por delante de los demás cuando entendemos que hay posibilidades de aplicar determinadas tecnologías, no nos tiembla el pulso», asegura José Luis Fuentes.

Con motivo de la pandemia, San Juan de Dios ha tenido que volver a adaptarse a nuevas necesidades y a nuevos perfiles de pacientes. Así, «a día de hoy nos dedicamos a tres tipos de población: personas discapacitadas con graves trastornos de conducta; personas con trastornos de patología mental en media y larga estancia y una unidad de psicogeriatría con patología mental y grave».

Todo esto no sería posible sin la ayuda de los voluntarios que colaboran desinteresadamente: «Nos ayudan a llegar a donde no podemos llegar de otra manera. Es importante que nuestra Obra Social no se olvide por parte de la población malagueña, todo el que se anime será bienvenido».

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