Mirando atrás

Enrique del Pino: Málaga, a escena

El escritor y dramaturgo malagueño, Premio Málaga de Investigación 1972, falleció en diciembre a los 82 años. Deja atrás una enorme producción literaria, gran parte de ella dedicada a Málaga, además de novelas inéditas que evidencian su gran pasión creativa

El escritor malagueño, a finales de 2015 en un rincón de su despacho, cuando publicó la novela ‘La venganza de Don Quijote’.

El escritor malagueño, a finales de 2015 en un rincón de su despacho, cuando publicó la novela ‘La venganza de Don Quijote’. / Arciniega

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Discreto, brillante, independiente, tenaz, prolífico y, por supuesto, quijotesco, el escritor y dramaturgo Enrique del Pino Chica falleció el pasado diciembre a los 82 años. Este cordial malagueño había nacido un 29 de febrero de 1940 en la plaza de la Merced. Lo bautizaron en la iglesia de Santiago en la misma pila que Picasso y como el pintor, también él hizo equilibrios en su infancia sobre la verja de la plaza.  

Hijo de Remedios, un ama de casa y de Enrique, un comerciante dedicado a la fornitura -taller de joyería-, según los datos familiares estudió en el Colegio de San Pedro y San Rafael de la plaza de San Francisco. Tenía dos hermanos, Blanca y Paco -una hermana falleció de niña-; con Paco parece que coincidió unos años en el Colegio de La Goleta

El joven Enrique del Pino, en la foto oficial en el colegio.

El joven Enrique del Pino, en la foto oficial en el colegio. / Archivo familiar

De pequeño se aficionó a los cromos y con 12 años «se construyó en su habitación su primera biblioteca, hecha con cajas de cartón de las tiendas», cuenta su hija Susana del Pino. 

Sus inquietudes artísticas le llevaron a ingresar en la entonces Escuela Franco para estudiar Fotograbado. Por cierto que con 17 años, mientras se dedicaba a cuidar de su abuela paterna, Ana López Benítez, prima del Comandante Benítez, que vivía por la zona del Cementerio de San Miguel, vio a una joven acudir a la fuente de la plaza del Patrocinio a por agua. La joven se llamaba Encarnita Pascual, tenía su misma edad y fue «amor a primera vista», cuenta Susana, pues los dos jóvenes terminaron casándose en 1966 y serían padres de tres hijos: Susana, Enrique y Roberto.  

Enrique del Pino y Encarnita Pascual, una pareja siempre unida.

Enrique del Pino y Encarnita Pascual, una pareja siempre unida. / Archivo familiar

Tras los estudios, Enrique del Pino empezó a trabajar, primero en el periódico La Tarde y tras varios años, en La Hoja del Lunes, hasta que por razones familiares hacia comienzos de los 70 se fue a trabajar con su padre, que tenía el taller de fornitura en la calle Niño de Guevara. 

1972 fue un año decisivo para él. En el terreno profesional, porque se independizó de su padre y montó su propio negocio de fornitura, en el que llegó a tener 20 empleados. Pero también fue el año en el que ganó el Premio Málaga de Investigación con su obra ‘Tres siglos de teatro malagueño. XVI-XVII-XVIII’, una investigación que más tarde ampliaría con su ingente ‘Historia del Teatro Malagueño (desde sus orígenes hasta 1921)’, editada por la Fundación Unicaja.  

El autor, segundo por la izquierda, en una reunión de Premios Málaga de Investigación en 1985.

El autor, segundo por la izquierda, en una reunión de Premios Málaga de Investigación en 1985. / Archivo familiar

«Cuando tenía un hueco libre se ponía a investigar y se iba al archivo de la Torre de la Catedral, siempre estaba con los legajos», recuerda Susana del Pino, que cuenta que por esos años su padre también completó los estudios de Filosofía y Letras, en la rama de Geografía e Historia, en el antiguo Colegio de San Agustín.

Comenzaba una etapa de gran actividad creativa a un ritmo que, en realidad, nunca cesó a lo largo de su vida. «Mis hermanos y yo recordamos de pequeños el sonido de la máquina de escribir de mi padre, que se metía por la noche en su despacho y se acostaba a las 4 ó 5 de la mañana, aunque luego se levantaba a su hora para trabajar; eso sí, la siesta no la perdonaba», explica su hija. 

Enrique del Pino en 1979, con parte del equipo de la revista cultural ‘Banda de mar’, durante una visita a Jorge Guillén. F archivo familiar

Enrique del Pino en 1979, con parte del equipo de la revista cultural ‘Banda de Mar’, durante una visita a Jorge Guillén. / Archivo familiar

De 1979 es una visita a La Malagueta, a casa del poeta Jorge Guillén, pues ese año cofundaría  con otros compañeros el grupo literario ‘Banda de Mar’, entre ellos con el escritor Antonio Gómez Yebra. ‘Banda de Mar’ fue también una revista y no la única en la que se embarcaría Enrique, quien ya en la primera década de este siglo creó la publicación de pensamiento y poesía ‘Versos conVersos’, además de dirigir la colección de poesía ‘Plaza de la Merced’.

Pero su pasión por el teatro también se trasladó a las tablas físicas cuando en abril de 1982 tuvo lugar en el Teatro Alameda el estreno mundial de su obra ‘Amor para un espejo’, ambientada en la Conquista de Málaga en 1487 y en la que participaría, en el papel de paje, su hija Susana. 

El dramaturgo malagueño saluda en el escenario del Teatro Alameda tras el estreno mundial de su obra ‘Amor para un espejo’, en 1982.

El dramaturgo malagueño saluda en el escenario del Teatro Alameda tras el estreno mundial de su obra ‘Amor para un espejo’, en 1982. / Archivo familiar

Con el paso de los años y sin robar tiempo ni a la familia ni a su trabajo, fueron apareciendo nuevas obras de teatro, libros de ensayo, novelas, diccionarios, enciclopedias... Enrique del Pino disfrutaba y se atrevía con todo. 

Un Quijote muy especial

Sin duda, junto a su Historia del Teatro en Málaga, su mayor ‘gesta creativa’, culminada tras 17 años de trabajo, ha sido ‘El Quijote en Verso’, como recuerda su hija, con las dos partes transformadas en 140.000 versos en décimas espinelas y fiel al texto de Cervantes. 

Además, compaginó este trabajo con la elaboración a mano, en cientos de fichas, de los versos de los primeros capítulos, acompañados por sus dibujos, pues también era un dibujante de una desbordante imaginación y autor de carteles. 

Una pequeña parte de los libros publicados por Enrique del Pino, junto a una foto con su mujer.

Una pequeña parte de los libros publicados por Enrique del Pino, junto a una foto con su mujer. / A.V.

Por cierto que el amor por El Quijote, del que era un gran coleccionista de ediciones, también se dejó notar en su novela ‘La venganza de Don Quijote’, de 2015, en la que el hidalgo y el escudero viven buena parte de sus aventuras en el siglo XXI.  

Y 33 años de recopilación de palabras de autores de los últimos tres siglos tiene detrás su ‘Diccionario del habla malagueña’, que en 2006 presentó con el editor de Almuzara y exministro Manuel Pimentel. 

Su faceta de historiador se dejó notar además en obras como su ‘Historia general de Málaga’, en la misma editorial, en la que también publicó en 2011 unos ‘Paseos por Málaga’ que se inician en su lugar de nacimiento: la plaza de la Merced. 

En 2016, en sus bodas de oro, acompañado por su mujer, Encarnita y sus hijos Enrique (izq.), Susana y Roberto.

En 2016, en sus bodas de oro, acompañado por su mujer, Encarnita y sus hijos Enrique (izq.), Susana y Roberto. / Archivo familiar

Su enorme capacidad de trabajo le animó a emprender además la obra ‘Universo Malagueño de las Artes, los Deportes y la Tauromaquia’, una enciclopedia de casi 700 páginas con artistas y deportistas malagueños que publicó en 2020. Y escribió numerosas novelas, entre las últimas una trilogía que comienza en la Málaga recién tomada por los cristianos y como recuerda su hija, «tiene dos novelas completas sin terminar». 

Con su nieto Nikolas.

Con su nieto Nikolás. / Archivo familiar

Hombre de trono de la Virgen del Rocío, gran ajedrecista, fiel a la tertulia con sus amigos de siempre como Julián Sesmero, José Martín Pinto, Jaime Rodríguez Barroso y Enrique González Matas, su familia lo recuerda como una persona íntegra que no se casaba con nadie. Enrique del Pino, con el discreto tecleo de su máquina de escribir y luego del ordenador, siempre puso a Málaga en escena. 

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