La conversación cabalga hacia la siniestra sobre la barra de La Bodeguilla, como cada vez que ‘Juan el Rojo’ se acoda allí para tatuarse el mapa de La Rioja en sus mofletes. Al verlo llegar, ‘El tabernero’ rompe el hielo con la intención de que el parroquiano más fiel a IU no se lleve la charla a su terreno. ‘El tabernero’ se encomienda al juego de la autocrítica. Enseguida, recuerda que -para seguir siendo bien nacido y agradecido- no ha vuelto a cobrarle una cerveza a cierta vecina del barrio malagueño de La Trinidad, quien le regaló una frase a la que siempre regresa: «Ser de izquierda cansa mucho».
En este punto, ‘El tabernero’ insiste en que «cansa especialmente aquello de que siempre se estén peleando entre ellos, sobre todo en puertas de las convocatorias electorales, y al final escenifiquen que se llevan bien porque, si no van unidos, se divide el voto y casi no obtienen representación».
El comentario es rebatido por ‘Juan el rojo’, quien sostiene que sin una confluencia de IU con Podemos se puede llegar a buenos resultados, por ejemplo, en las municipales de Málaga capital. Es más, da por hecho que IU concurrirá al 28M por su cuenta -junto a Más País, Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz- con Remedios Ramos como candidata y Podemos por la suya, con Nico Sguiglia al frente. Lo sostiene hasta el punto de asegurar que «esta vez no va a llegar una orden desde arriba, no habrá un toque de atención de Alberto Garzón para pedir que se confluya con Podemos porque la marca de los morados está más devaluada que nunca, interesa mucho más una alianza con el partido de Íñigo Errejón y cada dos por tres reaparece Pablo Iglesias con declaraciones en las que le da una bofetada a Yolanda Díaz y le pone palos en las ruedas al proyecto nacional de Sumar, que está generando tanta ilusión».
Al oír la palabra ilusión, ‘El tabernero’ regresa a su tratado filosófico sobre las relaciones de la izquierda con el cansancio. Y le pone en bandeja el chiste a ‘Paco el patriota’, quien se lanza a proclamar con retranca que se ha cansado hasta el alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, «y por fin ha dicho que esta vez no se presenta a las elecciones municipales de su cortijo, perdón de su pueblo». «Le han hecho falta 44 años para cansarse y en Casabermeja el alcalde de Izquierda Unida solo va a durar dos meses porque ahora vendrá otro alcalde del PP a quitarle la vara y coger ventaja para el 28M, después de la moción de censura que hicieron contra el PSOE; qué mal repartido está el mundo de la izquierda», añade haciéndose fuerte en el sarcasmo.
La alusión a Sánchez Gordillo provoca un ataque de nostalgia en ‘El tabernero’ y se pone a contarle a sus parroquianos la ‘anécdota-batallita’ que lo sitúa «una tarde de hace 20 años charlando con el alcalde de Marinaleda y Joaquín Sabina en el hall de una facultad universitaria sevillana». «Sabina lo agarraba de los hombros y le gritaba con su vozarrón ‘alcalde, ya sabes que eres mi alcalde’, parece que los estoy viendo», relata hasta que ‘El cultureta’ cambia de tercio. A estas alturas, insiste en la necesidad de que IU y Podemos concurran juntos en Málaga capital para que «haya opciones de destronar a Paco de la Torre». «De lo contrario, puede darse el caso que en el pleno de la Casona del Parque solo esté representado el bipartidismo, y esa hipótesis beneficia siempre al PP, que tendría en bandeja la mayoría absoluta», recalca hasta que ‘El tabernero’ pone orden: «De las cuentas de la izquierda y de mil cosas más va a venir un día a hablarnos a La Bodeguilla un grande: Don Antonio Chaves Jiménez-Cruz».