Educación

El orgullo palmillero llega al Cine Albéniz

Estudiantes de varios colegios de Palma-Palmilla han acudido a la presentación de un documental sobre sus centros y la educación que se imparte en el barrio

Presentación del documental 'Todo lo que aprendí', en el Cine Albéniz

Pablo Rosales

Rubén Román

El Cine Albéniz ha acogido este miércoles la proyección de un documental sobre Palma-Palmilla: 'Todo lo que aprendí. Historias sobre educación en Palma Palmilla'. El filme aborda la vida de 10 personas naturales del barrio, el orgullo que sienten por el lugar donde han crecido y las dificultades que han tenido que afrontar por eso mismo. La producción corre a cuenta de La madre de los Beatles y Mucho Ojo y se integra en el Plan Comunitario Palma-Palmilla Proyecto Hogar.

A la presentación han acudido alumnos de varios centros del barrio, entre ellos los de Doctor Gálvez Moll, Misioneras Cruzadas de la Iglesia, Manuel Altolaguirre, Moreno Vila y Los Ángeles. Virginia Arjona, directora del CEIP Gálvez Moll señalaba que los estudiantes venían "muy ilusionados por ver a estos referentes de personas con éxito, sobre todo personal, que han conseguido tener una vida estable y un éxito laboral". También ha acudido al acto el edil del área de Derechos Sociales, que ha indicado que el objetivo del proyecto es "mostrar la otra Palma-Palmilla que existe".

Vista de La Palmilla.

Vista de La Palmilla. / L.O.

Aroma a barrio

La obra comenzaba con la imagen de esas torres rayadas que se alzan en todo el barrio, con referencias a los juegos de 'toda la vida' que aún siguen presentes en Palma-Palmilla, como el trompo y el elástico. Un preámbulo a la historia de 10 personas que entienden que la solución para hacer frente a los prejuicios y a la estigmatización del barrio no es huir de ellos, sino sacarlos a la luz y hacerles frente. Un orgullo que se podía notar en la sala cuando los estudiantes arrancaban a aplaudir al ver su colegio reflejado en la gran pantalla.

Virginia Arjona, directora del CEIP Doctor Gálvez Moll

Virginia Arjona, directora del CEIP Doctor Gálvez Moll / Pablo Rosales

Igualdad de oportunidades

En esta misma línea apuntaba la directora del CEIP Doctor Gálvez Moll, Virginia Arjona, haciendo un llamamiento al Ayuntamiento: "tienen una dificultad añadida, son las instituciones públicas las que tienen que mejorar, cuanto mayor dificultad hay, más recursos económicos y personales debemos de tener para que nuestros niños tengan las mismas oportunidades que en otro barrio".

"No tengo canastas, no tengo porterías, tengo unas instalaciones en las que es muy difícil que nazcan grandes deportistas", continuaba la directora.

Entre los protagonistas de la obra se encuentra Alicia Gutiérrez, fisioterapeuta de origen palmillero que espera inspirar a aquellos como ella y darles una perspectiva diferente, "para que vean que no solo hay el microclima que se puede respirar dentro del barrio, sino que se puede avanzar, se puede evolucionar, se puede luchar da igual donde nazcas".

Muchos de los protagonistas, como Antonio Pedraza, empresario criado en el barrio, o Toñi Vigo, profesora del Colegio Misioneras Cruzadas de la Iglesia, señalaban a un sentimiento de otredad compartido por todos en el barrio independientemente de su país, religión o capacidad económica.

Cristina Rosón y Jorge Agó, productores y directores del documental

Cristina Rosón y Jorge Agó, productores y directores del documental / Pablo Rosales

Un barrio abierto

Un barrio que recibió con los brazos abiertos la grabación del documental, "Hemos encontrado un acercamiento brutal por parte del barrio, cada vecino tiene una historia que contar", afirmaba el director del documental Jorge Agó. Es esta profundidad lo que llevo al proyecto a cambiar su planteamiento. En un principio estaba planeado hacer videos cortos orientados a redes sociales, pero pronto pasó a ser algo más. "Cuando empezamos a grabarlo nos dimos cuenta de que había mucha más historia de la que estábamos viendo", añadía la productora del documental, Cristina Rosón.

Agó se muestra consciente de que el estigma sobre el barrio iba a persistir, pero confía en que el documental llegue al máximo de los estudiantes del barrio posible y que sirva como "una herramienta para que todos esos niños vean una salida que estudiando pueden conseguir".

Independientemente del estigma, todos los protagonistas del documental llevaban a su barrio por bandera, sentimiento que ha cristalizado en las palabras de Alicia Gutiérrez: "Palma-palmillera, de sangre y de casa", sentenciaba al final de la obra antes de los estudiantes arrancasen una larga ovación.