Barómetro Económico

Economistas temen que el precio de la vivienda frene el crecimiento y genere «conflictividad social»

El colegio destaca el dinamismo económico de Málaga, que ha recuperado el nivel prepandemia antes que el conjunto nacional y cuyo PIB crecerá un 2,5% este año

La presentación del barómetro, este viernes en el Colegio de Economistas de Málaga

La presentación del barómetro, este viernes en el Colegio de Economistas de Málaga / L. O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El Colegio de Economistas de Málaga se ha mostrado este viernes "optimista" con el horizonte económico de la provincia en este 2023, aunque ha advertido de que factores como el encarecimiento de la vivienda pueden pasar ya factura en forma de "conflictividad social", debido a los problemas de acceso a la compra y al alquiler que sufre gran parte de la población. Unos problemas que, a su juicio, no obtendrán solución con la recién aprobada Ley de Vivienda del Gobierno. Los economistas temen también, en particular, de cara al verano, que la escasez de vivienda dificulte también al sector turístico la incorporación de trabajadores de fuera en una época de fuerte demanda de empleados.

Respecto a las previsiones de crecimiento, el Colegio son que el PIB de Málaga crezca este año, en el escenario más favorable, entre un 2,5% y un 3%, bastante por encima de la horquilla del 1,5%-1,7% que se maneja a nivel nacional.

El Barómetro Económico del Colegio señala que ya en el periodo 2019-2022 la economía malagueña creció a un ritmo un 50% superior al del conjunto de España y un 30% a la media andaluza. Málaga se movería así ya en niveles de actividad propios de la prepandemia gracias, entre otros factores, a la plena recuperación del sector turístico. El crecimiento esperado este año daría además para continuar con la senda de creación de empleo.

Una actividad ya al nivel de la prepandemia

"La economía malagueña se muestra como una de las más dinámicas, mostrando una mayor actividad, generación de riqueza y creación de empleo. Aun habiendo sufrido el mayor descenso de renta observado en 2020, a fecha de 2022 Málaga se perfila ya como la que mejor ha recuperado el nivel prepandemia entre las economías comparadas", recoge el estudio, que ha sido presentado por el decano del Colegio, Manuel Méndez de Castro; el director del Servicio de Estudios, Fernando del Alcázar; y el vicedecano del Colegio y presidente de la Comisión Financiera del Consejo General, Antonio Pedraza.

Una estructura laboral "más flexible", un mayor dinamismo del sector financiero, la formación de los trabajadores, las comunicaciones y el atractivo de la calidad de vida de la Costa del Sol tanto para los ejecutivos como par los profesionales extranjeros son algunos de los elementos mencionados para explicar el mejor comportamiento de Málaga.

Méndez de Castro ha valorado el papel de Málaga como "motor" de la economía andaluza, aunque ha reconocido que la provincia no puede sustraerse al entorno de "incertidumbre" a nivel internacional y nacional, lastrado por factores como la inflación y la alta deuda pública. El decano ha recordado que las medidas adoptadas por los bancos centrales para combatir la inflación (sobre todo las subidas de tipos de interés) son, por su propia naturaleza, "nefastas" para el crecimiento, ya que reducen el consumo y la inversión.

El turismo, afirma el Colegio, mantiene en Málaga la tendencia de crecimiento, incrementando el número de viajeros alojados en hoteles un 5% y la recuperación de las tasas de ocupación hotelera, incluso con las nuevas plazas, a casi el 99% de los niveles del periodo prepandemia.

Antonio Pedraza, Manuel Méndez de Castro y Fernando del Alcázar, en la presentación del Barómetro, en el Colegio de Economistas de Málaga.

Antonio Pedraza, Manuel Méndez de Castro y Fernando del Alcázar, en la presentación del Barómetro, en el Colegio de Economistas de Málaga. / L. O.

La vivienda, un problema "especialmente complejo"

En cuanto a la vivienda, los representantes del Colegio señalan que la situación es "especialmente compleja" en la provincia, ya que existen serios problemas de acceso a la primera vivienda, no sólo en propiedad, sino también en el acceso en régimen de alquiler. En la Costa del Sol y la capital, el incremento del precio del alquiler interanual supera el 22%, rebajándose a cifras del 6% al 8% en el interior.

El Colegio achaca el "desorbitado" incremento de precios a la proliferación de las viviendas turísticas (fruto de una "legislación permisiva") en barrios incluso alejados del centro o zonas de playa, lo que ha encarecido el precio del alquiler tradicional. También critican la política del Gobierno central, afirmando que la limitación por ley de, incremento de los alquileres al 2% ha "perjudicado" la seguridad jurídica de los propietarios y ha tenido como consecuencia inmediata el efecto "contrario" al que se pretendía. Los economistas dicen que muchos propietarios, ante la llegada de la Ley, optaron por solicitar mayores rentas a sus inquilinos, o bien retirar sus viviendas del mercado de arrendamiento.

La falta de suelo urbano para satisfacer la alta demanda, la práctica desaparición de la promoción de VPO privada por falta de rentabilidad o la desaparición de incentivos fiscales para la adquisición de la vivienda en el IRPF son otros de las causas citadas por el Colegio para explicar el enorme incremento del precio de la vivienda.  Se alude además al impacto del Código Técnico de Edificación y las exigencias medioambientales en el coste de construcción, y al efecto inflacionista sobre el precio del alquiler del aumento de las cuotas de las hipotecas a interés variable.

"La dificultad en el acceso a la vivienda puede ser un freno al crecimiento económico en la costa del sol y toda la provincia de Málaga", señalan. Para los economistas, una derivada de esta situación puede afectar al sector turístico de Málaga de cara al verano.

"Los salarios solicitados por los trabajadores van a sufrir un incremento muy fuerte, en especial en la Costa del Sol, de cara a la temporada, para que puedan cubrir el coste del alojamiento. Los empresarios se verán obligados a incrementar los precios para mantener márgenes, por lo que será difícil contener la inflación. La ausencia de oferta de pisos en condiciones dignas puede crear situaciones de tensión y conflictividad social de cara al verano", advierten.

Estas tensiones tendrán también consecuencias a nivel laboral. "La imposibilidad de pagar salarios y encontrar trabajadores implicará que los empresarios tratarán de hacer frente a su demanda con las plantillas actuales o las menores incorporaciones posibles, lo que supondrá un freno a la creación de empleo. La calidad de los servicios prestados en hostelería, logística y sectores complementarios, puede verse dañada, influyendo negativamente en la imagen de calidad de nuestro sector turístico", apuntan.