Tribunales

La Invisible gana otra batalla contra su desalojo

El Juzgado desestima la autorización de desalojo que el Ayuntamiento de Málaga solicitó en octubre del año pasado ya que existe un procedimiento judicial pendiente de resolverse desde 2018

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La Casa Invisible ha vuelto a ganar otra batalla contra su desalojo, eso sí, no la guerra. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº4 de Málaga ha denegado la autorización judicial para la entrada en el inmueble entre las calles Andrés Pérez y Nosquera que el Ayuntamiento de Málaga solicitó en octubre del año pasado.

En su auto, la jueza argumenta que ya existe otro procedimiento judicial iniciado en 2018 y que, por tanto, debe esperarse a que este se resuelva. "Lo expuesto nos conduce irremediablemente a denegar la autorización solicitada, debiendo estar al resultado del fallo judicial en el procedimiento contencioso ordinario referenciado, dado lo avanzado de este, desde esta misma fecha pendiente del dictado de la sentencia", se indica en el texto legal al que ha tenido acceso este periódico.

Con este nuevo pronunciamiento, La Invisible gana tiempo una vez más pero no despeja del todo la sombra del desalojo. Esa amenaza sigue orbitando entorno al fallo judicial de ese proceso iniciado hace cinco años y que consiste, según recuerda la abogada Amanda Romero, en el recurso interpuesto por este colectivo después de que el consistorio denegase la cesión del espacio a la Fundación de los Comunes -entidad que aglutina todas las asociaciones que conforman La Invisible- y acordase el desalojo del inmueble. Ese procedimiento está visto para sentencia.

Manifestación contra el desalojo de La Casa Invisible

Manifestación contra el desalojo de La Casa Invisible, el pasado 2022. / Gregorio Marrero

"Lo correcto, en atención a la salvaguarda del derecho a la tutela judicial efectiva, era esperar el dictado de sentencia. Eso se iba a producir en los siguientes meses y, por tanto, en términos garantistas era lógico esperar a ver qué resolvía el juzgado, porque de resolver favorablemente a las pretensiones de la Casa Invisible, obviamente no cabía la posibilidad de desalojar el inmueble, todo lo contrario, se tendría que culminar el proceso de cesión del inmueble y desaparecería la causa que justificó en 2018 el desalojo", insiste la letrada, que subraya que la sentencia es "inminente" aunque se ha visto retrasada por esa nueva petición del Ayuntamiento de Málaga que ahora ha rechazado el juzgado.

Romero recalca que esta es la segunda vez que se rechaza la autorización de entrada judicial al Ayuntamiento de Málaga, dos peticiones que la abogada de La Invisible califica como "intentos de atajo" -en este último caso, justificado en la necesidad de desalojar el edificio para su rehabilitación- que obedecen al "temor de que la sentencia futura no les sea favorable".

"Esperamos que ese déficit democrático del que ha venido el Ayuntamiento al entender que Málaga es diversa, que tiene que ser heterogénea y que otros modelos de gestión cultural tienen que tener cabida, abra la puerta a su cesión, que no es otra cosa a la que el ayuntamiento ya se ha comprometido en otras ocasiones", continúa Amanda Romero.

Manifestación contra el desalojo de La Casa Invisible

Manifestación contra el desalojo de La Casa Invisible / Gregorio Marrero

Negociaciones paradas

El diálogo entre el Ayuntamiento de Málaga, como propietario del edificio, y La Invisible pareció retomarse a principios de año con una aparente intención de solucionar un conflicto que se extiende desde hace 16 años, tras la okupación del inmueble para desarrollar un proyecto cultural ciudadano y participativo.

En enero se mantuvieron dos reuniones en dos semanas, emplazándose para una tercera en un plazo de una semana o diez días para acordar una línea de actuación y retomar la cesión del espacio. Una reunión que no se ha producido. "Llamamos por teléfono en numerosas ocasiones a gabinete de Alcaldía, hemos presentado escritos por registro y hemos vuelto a recibir el silencio por respuesta".

Reunión del Ayuntamiento de Málaga con miembros de La Invisible.

Reunión del Ayuntamiento de Málaga con miembros de La Invisible. / JAVIER RAMIREZ

Los dos condicionantes que siguen enquistando el acuerdo es, por un lado, la rehabilitación del edificio, que el colectivo defiende que sea por fases, en base al proyecto que presentaron a Urbanismo en 2016, y que permitiría mantener la actividad cultural, mientras que el Ayuntamiento de Málaga insiste en que hay que desalojar para acometer las mejoras.

Por otro lado, el alcalde puso sobre la mesa la necesidad de que La Invisible se abra a compartir el espacio con otros colectivos y entidades, lo que Amanda Romero define como una "contradicción" porque "son muy diversos los colectivos que ya hacen uso de este espacio".

El colectivo defiende que La Invisible dejó de ser un caso de okupación desde el año 2011 cuando se firmó un protocolo de intenciones entre las asociaciones que conformaban el movimiento cultural -Metrolab, Cartac y Latitud Málaga- y el Ayuntamiento de Málaga, en el que también participaron la Diputación de Málaga, la Junta de Andalucía y el Museo Reina Sofía.

Ese acuerdo daba un año de cobertura legal a las asociaciones para que, entre otros requisitos se conformaran en una fundación -Fundación de los Comunes- y argumentasen el proyecto cultural que querían desarrollar de cara a la cesión del espacio, que nunca se materializó. Por ello, consideran que actualmente están en una situación de cesión en precario.

Vista del patio interior de La Invisible.

Vista del patio interior de La Invisible. / Álex Zea

Fondos para la rehabilitación

La Invisible ha anunciado que el proyecto de rehabilitación de La Casa Invisible, asociado a un proyecto artístico dirigido por Libia Castro & Ólafur Ólafsson, ha recibido 40.0000 euros del denominado Fondo Mondriaan, procedente de una la Fundación Pública Nacional para el arte, la arquitectura y el diseño de Holanda, de los que 15.000 euros están destinados a los estudios previos para acometer los trabajos.

No obstante, desde La Invisible recalcan que necesitan la cesión del espacio para comenzar con la rehabilitación.