Sanidad

Entrenamiento de alto nivel frente a situaciones críticas en quirófano

El Hospital Clínico utiliza una simulación robótica de última generación para poner a prueba las habilidades de sus profesionales ante situaciones críticas en la sala de operaciones

Profesionales en una de las sesiones prácticas del curso en el Hospital Clínico.

Profesionales en una de las sesiones prácticas del curso en el Hospital Clínico. / La Opinión

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Al igual que un piloto de avión antes de tomar la decisión de iniciar el vuelo debe revisar y comprobar que todo funciona correctamente, los anestesiólogos antes de la operación deben evaluar al paciente y diseñar un plan específico para él antes de empezar una actividad quirúrgica en la que estarán presentes velando porque todo avance sin complicaciones. Y, aunque las situaciones críticas no se ven todos los días, los pilotos deben estar entrenados para un aterrizaje de emergencia, exactamente igual que los médicos anestesistas deben estar preparados para cualquier emergencia, explica José Cruz, jefe del servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital Clínico y presidente de la Asociación Andaluza-extremeña de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor.

Puede que su papel no sea tan conocido, pero la labor del anestesiólogo resulta clave en el transcurso de cualquier operación quirúrgica, pues es el responsable de la seguridad del paciente y de mantener todas sus constantes vitales en situación de normalidad. Y, aunque el doctor Cruz reconoce que en su trabajo hay mucho de rutina, es un motivo de más para estar siempre alerta, pues justamente la rutina puede ser «el peor aliado».

José Cruz, jefe del servicio de Anestesia y Reanimación. | LA OPINIÓN

José Cruz, jefe del servicio de Anestesia y Reanimación. | LA OPINIÓN / arancha tejero. málaga

Con esta premisa en mente, el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, a través del área Quirúrgica, está celebrando la III semana de la seguridad del paciente, con un programa de actividades formativas de alta especialización para entrenar las capacidades de reacción de los médicos de anestesia y enfermeros ante situaciones de urgencia vital que pueden presentarse dentro del quirófano.

Para simular estas situaciones adversas, el Clínico cuenta con unos equipos de simulación robótica de última generación que son capaces de reproducir con gran fidelidad casos extremos que puedan suceder en un entorno quirúrgico para poner a prueba la capacidad de respuesta, las habilidades y los conocimientos clínicos de los profesionales de los que se requiere una actuación inmediata.

Las sesiones prácticas de este curso se desarrollan por grupos, a los que se les presenta una simulación de un caso clínico complejo que podría producirse durante una actuación en quirófano y poner en riesgo la vida del paciente. De este modo, deberán resolver la situación propuesta por los docentes, para posteriormente, analizar en conjunto la actuación realizada.

El muñeco-robot, con las dimensiones de una persona real, es capaz, por ejemplo, de detectar la calidad de la reanimación cardiopulmonar efectuada, reconocer los fármacos administrados y reproducir sus efectos. «Hay un antes y un después en el entrenamiento con simulación robótica. No es lo mismo hablar y estudiar, que hacerlo con un paciente que responde a las acciones que nosotros le vayamos dando», argumenta el doctor Cruz, que explica que los profesionales, tras haber recibido unas nociones teóricas, tendrán que enfrentarse a lo largo de la semana a diferentes situaciones críticas como paradas circulatorias por traumatismo o administración accidental de fármacos.

En este sentido, Cruz subraya que, aunque existen muchos mecanismos de control para evitar complicaciones, «el error siempre puede aparecer y lo único que podemos hacer es poner diferentes filtros para que cada vez sea más difícil que aparezca. Y eso se consigue con el entrenamiento». Insiste en que este tipo de formación consolida la experiencia de los profesionales sanitarios y redunda en la calidad asistencial que se presta a los pacientes. Y, aunque son situaciones críticas que habitualmente no se ven todos los días, «a veces ni a lo largo de toda nuestra vida profesional», hay que estar entrenados por si surge en algún momento.

De los 150 profesionales del bloque quirúrgico del complejo hospitalario del Clínico, casi medio centenar de anestesiólogos y enfermeros de la unidad de cuidados críticos postquirúrgico y de quirófano, han acudido de manera voluntaria a estas formaciones que se desarrollan fuera del horario laboral. «Lo que demuestra el interés de la gente en estar preparada», matiza el jefe de la unidad.

Además de la formación teórico-práctica, durante esta semana también se está formando a los profesionales en las estrategias de comportamiento de los grupos a la hora de afrontar situaciones críticas. «También entrenamos cómo se lidera el equipo en casos de crisis. Normalmente, la persona de más experiencia es la que asume el control y va dando instrucciones para que cada persona sepa exactamente qué es lo que tiene que hacer», explica el doctor Cruz.

Lejos de lo que algunos aún puedan pensar, el anestesiólogo cumple con un papel de gran responsabilidad. «No es una persona que entra en quirófano, te duerme y vuelve actuar solo cuando te vuelves a despertar. Es continuo. Desde que entra el paciente, tú eres el responsable de toda su situación clínica y de todas las complicaciones que puedan surgir durante el periodo, como que el paciente sangre o tenga problemas pulmonares», señala el jefe del servicio de Anestesia, que resalta que tienen que estar pendientes de todas las funciones vitales, ya que el paciente, al estar dormido no pueden indicar mareos ni dolores. «Todo eso tenemos que identificarlo precozmente y tratar, porque el éxito de la cirugía depende de todo eso».

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