Comercio

Más de 500 comercios bajaron la persiana en 2022 en Málaga

En los últimos años, cientos de negocios minoristas han cerrado debido a la falta de relevo generacional o por motivos económicos

Málaga perderá una de sus zapaterías «de toda la vida».

Málaga perderá una de sus zapaterías «de toda la vida». / Álex Zea

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

En los últimos años, el pequeño comercio en Málaga se ha visto desplazado por las franquicias que se instalan en el corazón de la ciudad. Ya sea por no existir relevo generacional o bien por la complicada situación económica, lo cierto es que cada vez hay menos comercios locales.

Ejemplo de ello es el inminente cierre de Calzados Hinojosa. Esta mítica tienda malagueña cerrará tras 103 años de historia, a finales de junio. El motivo de su cierre se debe a la jubilación de sus propietarios.

Según los datos recopilados, se observa una fluctuación en las altas de actividades comerciales en los últimos años. En 2022, se registraron 42.243 altas, mientras que en 2021 la cifra fue de 42.755. Aunque estos números pueden parecer estables, si se compara con años anteriores, se observa una tendencia a la baja en la actividad comercial.

Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, indica que algunos comercios con una larga trayectoria han cerrado sus puertas «debido a situaciones familiares o a la falta de sostenibilidad económica». Sin embargo, también destaca «que no todos los datos son negativos, ya que mientras algunos negocios cierran, otros nuevos están surgiendo en el mercado».

Uno de los cambios más significativos que ha experimentado el concepto de negocio es la creciente necesidad de establecimientos de ocio en comparación con los tradicionales lugares donde comprar productos. El turismo sigue siendo un sector en auge, pero el comercio minorista se ha visto resentido debido a esta tendencia: «El concepto de negocio ha cambiado. El turismo está bien pero es verdad que el comercio está siendo el más resentido, hay más necesidad de establecimientos de ocio que de lugares donde comprarte un jersey. La situación se ha revertido», explica.

Sector textil

El sector del textil parece ser el más afectado por esta crisis, con una disminución constante en el número de altas de actividades comerciales año tras año. Esto refuerza la preocupación expresada por Cuberos sobre la situación del sector textil y cómo la falta de ventas ha impactado en su viabilidad.

La sequía también ha afectado a la actividad textil: «Este año el textil se ha visto resentido, porque no se ha vendido la ropa de invierno y lluvia», cuenta.

Por otro lado, el comercio local también se enfrenta a desafíos como la competencia de las franquicias y el comercio online. Cuberos asegura que «las franquicias cuentan con grandes empresarios respaldándolas, lo que dificulta la competencia para los pequeños comerciantes.

Además, el comercio online ha ganado terreno, ofreciendo promociones y comodidades que el comercio local no siempre puede igualar», apunta.

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